Este libro lo vi justo antes de abandonar una de mis librerías favoritas: La Solidaria de Argüelles. En el apartado de filosofía. Si veo algo de Savater que no tengo, cosa cada vez más difícil, lo compro. Normalmente no compro lo del vasco nada más salir porque lo considero caro. Me encanta pero pagar el librito Carne Gobernada por 21 euros me parece excesivo. Ya lo he visto por menos de la mitad en wallapop por menos de la mitad.
Este libro surgió de unas charlas sobre los mandamientos de Moisés, que no fueron diez que fueron más pero como tuvo un accidente mientras bajaba de la montaña pues lo dejó así, como quedó. Y disecciona a su manera, es decir a su manera divertida, cada uno de los diez que quedaron. Siempre me saca una sonrisa porque comprobar que aún quedan intelectuales con sentido común produce a veces hasta carcajadas.
Cuenta anécdotas de cosas que ya leí pero que se me pasaron inadvertidas como esta de Jorgito Borrow de cuando vino acá a vender Biblias: “Amigo, yo soy protestante, vengo aquí con la Biblia y quiero explicarle lo que pensamos”, pero el campesino lo interrumpió explicándole: “Mire usted, no se moleste, porque si yo no creo en la religión católica que es la verdadera, cómo voy a creer en la protestante que es falsa”.
Una recomendación que hace en el capítulo sobre el no levantar falsos testimonios tan de moda: este libro tiene 20 años. Para crearse una opinión propia:
“comprar varios periódicos y revistas, ver distintas cadenas de televisión y escuchar varias radios. Es decir, buscar uno mismo la información en diversas fuentes, contrastarla y crearse su propia visión. Pero, por supuesto, esto no está al alcance de todo el mundo por razones económicas o de tiempo”. Por suerte o por desgracia se puede estar informado por multitud de fuentes y tiempo, el mayor tesoro, lo tengo.
“Lo que me preocupa no es que hayas mentido, sino que de ahora en adelante ya no podré creer en ti”. Nietzsche.
“Se iba a crear en Estados Unidos algo así como una oficina de mentiras para esparcir rumores intencionados que beneficiaran, por ejemplo, a la lucha contra el terrorismo. Al día siguiente salió un desmentido oficial sobre creación de semejante agencia. Entonces muchos pensamos que ésa había sido la primera tarea de la central de creación de mentiras: decir que no existía”.
“En 1984, la novela de Orwell, hay un Ministerio de la Mentira, dedicado a cambiar la historia de forma permanente y transformar la realidad, una copia de lo que ha ocurrido en los últimos cien años”.
Ni que decir tiene que éste es el capítulo, el de los falsos testimonios, que más me ha interesado.
“No hagas a los demás lo que te guste que te hagan a ti, ellos pueden tener gustos diferentes”. George Bernard Shaw.
Editado por Círculo tapa dura: 4 euros en buen estado.
Siempre, siempre hay que regresar a Savater.
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