viernes, 27 de agosto de 2010

Solución para los mineros. El Gran Minero.


Aparecen las primeras tomas de los mineros: interesante.
Cifras: 33 personas
700 metros de profundidad
700.000 toneladas pesa la roca tapón que obstruye la salida.
1000 metros la autonomía de excavación de la máquina perforadora.
40 millones de dólares reclamaan las familas.
50 metros cuadrados mide la estancia en donde viven.
3 meses lo que se prevee que tarden los trabajos de rescate.
66 los centímetros de diámetro del agujero por el que pasarán.

Solución: introducir cámaras e iluminación para que se pueda ver a los mineros desde todos los puntos de vista. Retransmitir en directo desde todas las televisiones de habla hispana y desde las norteamericanas con traducciones simultáneas un programa en vivo. Retransmitir debates en directo y votaciones para decidir a quiénes habría que apartar -en una galería aislada- durante un periodo de tiempo establecido. Obviamente por razones técnicas no podrían expulsarlo de la mina.
Las audiencias serían millonarias y los ingresos por publicidad y derechos serían igualmente jugosísimas. Eso sí, los representantes artísticos de los mineros deberían negociar una buena parte de la tarta: a su salida serían millonarios e incluso podrían comprar entre todos la mina entera.
Creo que esta es la solución.
Pegas que puede tener esta fórmula: tendría tanto éxito que las productoras podrían alargar artificialmente la estancia de los mineros e incluso impulsar o fingir la muerte de alguno para estimular aún más la audiencia. No hay nadie del sexo femenino pero atendiendo a como están los tiempos podría simularse, quién sabe, idilios entre los propios mineros. Peleas reales o inventadas. Al ganador de la semana le podrían premiar con una ducha de agua mineral con afeitado incluido.
Luego estaría la explotación post-liberación. Entrevistas, conferencias, etc.
Sí, definitivamente sería una solución para estos pobres mineros sepultados a 700 metros del suelo; total, las televisiones, ya más abajo, es difícil que bajen.

miércoles, 25 de agosto de 2010

ERNST WEISS

Weiss fue un escritor y médico alemán muy amigo de Kafka. Nació en Moravia en 1882. Como muchos otros, acabó por quedarse a escribir en su casa –Berlín- después de recorrer medio mundo y de participar en la I G.M.

Escribió, entre otras, en una novela “Testigo Ocular” sobre el ascenso al poder de Hitler donde se denuncia las persecuciones que él mismo sufrió en Berlín, Praga y París, donde se suicidó en 1940.

domingo, 22 de agosto de 2010

22 de agosto de 2010


En cierta ocasión me contaron que en los servicios de urgencias de algunas ciudades de Estados Unidos, imagino que también en Europa, se recibían de vez en cuando llamadas de socorro solicitando la presencia policial o médica en un domicilio. Cuando estos servicios llegaban se encontraban a mujeres o a hombres desesperados que lo único que querían, que lo único que solicitaban, era contacto humano, que alguien los tocara. He ahí la fuerza demoledora de la soledad.
El otro día pasé por la puerta de un establecimiento y apunté el número de una masajista. Sabía de ella a través de una amiga que solicita sus servicios periódicamente por sus problemas de espalda. Me dijo que era una chica maja y, en fin, me decidí. La llamé por si tenía un hueco y me dijo que el único era ir ahora mismo, así que me fui nada más comer. Es una mujer guapa y alegre. Desenvuelta, acostumbrada a tratar con todo tipo de gente. Enseguida me sentí tranquilo, lleno de confianza. Se presentó y me hizo la pregunta de rigor: bueno, ¿qué es lo que tienes? ¿qué te duele? Me quedé un segundo sin saber qué decir. Le dije que no me pasaba nada, simplemente, le dije, me gusta que me toquen. Ella se echó a reír y supe que me entendía. Me frotó la espalda con fuerza, alternando omoplatos con riñones, columna con cuello. Se humedecía las manos con esas pomadas olorosas. Cuando acabó estaba algo mareado, feliz, le prometí que volvería. Con qué poco se conforma uno, pensé. Cuánto necesitamos que nos toquen, desde niños hasta que somos viejos.
Me he acordado de un anuncio de refrescos de hace unos años: ¿por qué corre usted? Para tener sed. Siempre me acuerdo de este anuncio en verano. En efecto, beber cuando uno ha hecho ejercicio y tiene sed, es uno de los placeres más intensos de la vida. También uno de los tormentos más espantosos cuando no se puede satisfacer esa necesidad. En las crónicas de muchos viajeros, sobre todo las de los que han viajado por África, se cuentan historias espeluznantes de hombres y mujeres que han debido superar días sin agua en medio del desierto. Kapuscinski en Ébano, T.E. Lawrence en Los siete Pilares de la Sabiduría, Richard F. Burton en sus crónicas de exploración de las fuentes del Nilo, Javier Reverte, este viajero español, formidable cronista que de vez en cuando se mete a mal novelista, etc.
En la Vía de la Plata que hicimos hace poco, en una etapa realmente interminable nos quedamos sin agua. No había ninguna fuente, ninguna población. Estábamos en lo más apartado de la dura Extremadura. Llegamos a un caserón solitario y llamamos a la puerta. Nos abrió un señora después de un rato. Le pedimos si nos podía vender alguna botella. Y nos contestó de manera poco amable que el agua que había en esa casa era para el consumo de su familia y que no vendía agua a nadie. Luego nos cerró la puerta. Nos quedaban aún veintitantos kilómetros para llegar a algún sitio en el que hubiera agua. El sol caía con rabia en medio de llanuras inacabables. Sufrimos. La boca se empasta y la imaginación te hace ver visiones, te atormenta. Cada célula de tu cuerpo te pide agua desesperadamente. Cuando al fin llegamos a una gasolinera compramos varias botellas de agua y de cerveza fría. El placer de los primeros tragos es algo que solo se puede comparar con lo mejor que uno pueda imaginar.
Yo, vestido de MTB con las ruinas de Castrotorafeque (Zamora) a mis espaldas.

lunes, 16 de agosto de 2010

Rodrigo Lira


Este poeta Chileno no publicó nada en vida, aunque participó en diversas revistas y periódicos de la universidad. Si lo hubiera tenido, habría disfrutado de estos foros, seguro.
Comenzó muchos estudios y no acabó ninguno.
Siempre he pensado que una de las peores cosas que le puede ocurrir a un ser humano, es no tener las cosas claras. Aparte de no tener las cosas claras, era también esquizofrénico y estuvo temporadas en un psiquiátrico.
Sus amigos, tres años después de su muerte, reunieron su poesía y publicaron “Proyecto de Obras Completas”.
Nació Santiago el 26 de diciembre de 1949.
En 1981, se corta las venas, ¡¡el veintiséis de diciembre!!, de 1981, a la edad de treinta y dos años.

martes, 10 de agosto de 2010

10/08/2010


¿Existe un sentimiento más intenso que el de una chica al descubrir que por primera vez es perseguida por un jovencito? ¿que le interesa por primera vez al otro sexo? He descubierto que a S. la han empezado a mirar con deseo. Lo que en mí era algo genuino, propio, en los demás lo veo como algo amenazador, grotesco. No te preocupes, es natural, pienso, demoledoramente natural.
El otro día escuché, ya empezado, un programa en memoria de Saramago. De refilón escuché las estrofas de una poesía y pensé que eran de él. Cuando paré de conducir las copié en la libreta y luego las busqué en internet. En realidad son de otro autor. Sólo es capaz de hacernos estremecer la mano de quien amamos.

Mano dueña
No te toca
La desnudez
Custodia el fuego
Rafael Cadenas.

Estoy casi seguro que el más allá no existe. La pizca de incertidumbre viene motivada por la Certeza de no haber estado ALLÍ nunca. El problema de todo esto debe radicar en el hecho de que no cabe en cabeza humana la noción del cero -la nada- y el infinito -el todo-.