jueves, 14 de marzo de 2024



 

DANIEL PENNAC. DIARIO DE UN CUERPO.

   Otra vez en la Librería Solidaria de Argüelles. Me llevo unos libritos de la Revista de Occidente de Ortega sobre Goya y Velázquez. Y cuando me dispongo a pagar, a tres euros el ejemplar, las abuelitas se dicen entre ellas que el del escaparate, “ese de Pennac”, lleva mucho tiempo sin que se venda”. Me dispongo a echarle un vistazo. De Pennac he leído sus más populares libros: Como una novela y Mal de escuela, que me gustaron mucho. De este no tenía noticias: más alegría. “Doy gracias al buen Dios por haberme dado buenos maestros a la edad que todavía se ama a los maestros”. Bernanos. Me lo llevo también. Diez euros en total. Siempre que salgo de esta librería me asalta el sentimiento de haber robado el monedero a una anciana desvalida. Pero ellas me dan las gracias efusivamente.

  El libro es un diario que atiende sobre todo al cuerpo. De ahí el título: Diario de un cuerpo.

  Daniel Pennac nació en el 1944 pero la primera entrada se fecha en el 28 de septiembre de 1936. La primera marca de que este diario es más que nunca una ficción. Bueno, en realidad la primera es del 87 y ya habla de sus hijos en una especie de repaso. Las entradas también tienen una peculiaridad: también aparece la edad exacta que va teniendo. 13 años, 3 meses, 20 días.

  Para hablar del cuerpo no hay más remedio que ser algo escatológico. Se habla de mierda y de mocos, de sexo y de vejez. De muelas devastadas, de dolor de muelas. De deseo y de miedo, de días pasados, de latidos completos del corazón en equis años.

  “Y además, no me gusta su olor. La quiero, pero no puedo ni olerla. En amor, no hay mayor tragedia”. Montaigne: “El más perfecto olor de una mujer es no tener olor alguno”.

 “Podemos rascarnos hasta el goce, pero a te puedes hacer todas las cosquillas que quieras, que nunca conseguirás hacerte reír”.

  “Como yo, asociará durante toda su vida el placer de hurgarse la nariz al de la lectura”. Eso mismo me ha ocurrido a mí toda la vida. No es exactamente la nariz, más bien los pelillos de la nariz que hago que penetren entre la uña y el dedo, ya que nos ponemos al detalle. Últimamente mientras leo me atuso el bigote y la perilla lo cual queda algo más elegante.

  “¿Del suicidio de Román Gary cuando le llegó la impotencia? ¡O, por el contrario, del alivio de Buñel cuando se sintió por fin liberado de su libido? –y de DH Lawrence-. Si el diablo le hubiera propuesto una nueva vida sexual, decía Buñuel, la habría rechazado pidiéndole, más bien, que fortaleciera su hígado y sus pulmones para beber y fumar hasta hartarse”.

  Me ha gustado.

martes, 12 de marzo de 2024

MAX AUB. PEQUEÑA Y VIEJA HISTORIA MARROQUÍ.

    Muy cerca de donde viví de niño hay una plazoleta. En uno de sus rincones descubrí una librería de esas llamadas solidarias. Ahora todo tiene su apellido. Aun así  un cartel en la puerta advierte que no disponen de dinero en efectivo, en un aviso a los ladrones que ya se llevaron lo que había. Está atiborrada. En algunas zonas es imposible levantar la cabeza para ver algo y en otros sólo con un artilugio de acróbata se podrían alcanzar. El caso es que mi pedido estaba preparado. Deseché uno que ya tenía y me llevé los otros dos. Éste lo comencé enseguida. Un librito.

  A veces los libros son como algunas visitas: están bien cuando vienen y mejor cuando se van. Se llama Pequeña y Vieja historia Marroquí. Es una edición de Júcar para Papeles de Son Armadans. Deslavazado. Algunas micro biografías de contemporáneos suyos, interesante la de Díaz-Canedo, cuyos descendientes, un hijo, un nieto, han sido importantes editores en Méjico. Alguna poesía, algunas historias. Poca importancia. Ya había leído Las Buenas intenciones, de cuyo argumento  recuerdo apenas que era una crítica en el Madrid de la República y la Guerra Civil. Y ahora éste. No sé, ya no sé si darle la oportunidad a uno al que sigo la pista desde hace tiempo: La Gallina Ciega, sus diarios.

  “-¿Hay más crímenes que suicidios?

-Antes sí. A medida que la humanidad envejece asesina menos y se suicida más”.

  Me costó 3 y lo veo en librerías a 30. Ni una cosa ni la otra.

  Y poco más.

viernes, 8 de marzo de 2024

JOSE M. PORTILLO VALDÉS. LA VIDA ATLÁNTICA DE VICTORIÁN DE VILLABA.


 


  Este libro fue uno de los tres que compré en Book Center a un euro cada uno. Son ediciones preciosas a cargo de la Fundación Mapfre en ocasión del 200 aniversario de la independencia de América. 1000 ejemplares de cada título. Me dije que aunque no me interesara mucho, en un principio, podría servir como ejemplo de libro barato o desperdicio de instituciones más o menos culturales.

  La Vida de Victorián de Villaba (1747-1802) fue la vida de un ilustrado. Traductor y lector de Montesquieu, de Locke, se hizo jurista y fue enviado a Buenos Aires como fiscal.

  Hasta la página 53 es el estudio de Portillo en torno a la biografía del protagonista con la bibliografía en torno a él. Después diferentes estudios, ensayos, del propio Villaba: De la Monarquía, de la Nobleza, etc.

  Como muchos en su época no era muy partidario de la revolución tal como fue entendida pues “así como sería imposible conseguir que una cuadrilla de locos arrancasen de un campo la cizaña sin arrancar el trigo”.

  De los Tribunales:

  “El respeto a las leyes mantiene los tronos mejor que millares de mercenarios”.

  De la Milicia:

  “rara vez recuerdan que sus servicios son un deber que se impusieron voluntariamente a trueque de ser sustentados por el Estado, y premiados en los casos y del modo que prescribe la ley”.

  De los Estudios Públicos:

“Así se hallan doctores sin saber palabra de la ciencia en que se han graduado, y se oyen más necedades en un claustro o junta de dichos doctores que pudieran oírse en una junta de zapateros. Parecerá esto increíble, pero todo ello es una verdad práctica”.

  De América.

  “Desde los principios de la conquista miraron los españoles este país con ojos de codicia, pero de codicia tan bárbara y tan ignorante que para coger el fruto cortaban el árbol”.

  “La mudanza de clima, el duro trabajo y la desesperación acaba con la mayor parte de los negros que se traen a América, y la que queda no sirve sino para producir una casta envilecida, mezcla de negros y blancos que aborrecen tanto al europeo como al americano, que corrompen las costumbres, que sirven mal, y que algún día vengarán el desprecio con que ahora los miramos”.

  Para guardar la imagen de la portada he entrado en la Casa del Libro. Precio: 28 euros con cincuenta. A mí, uno. Bastante menos que un café cortado.

jueves, 7 de marzo de 2024

ARCADI ESPADA. VIDA DE ARCADIO.

   El libro se lo compré a un tipo de wallapop por diez euros, con los gastos de envío. Cuando cerramos la operación (por correo) me dijo que iba subrayado. Le dije que me lo podía haber dicho antes pero no me importaba si no era muy escandaloso. Pues a los suyos, abundantes, en diferentes colores, se suman los míos. A veces dialogo con ellos: Sí, No, de acuerdo, y unos cojones.

 Hacía tiempo que no me divertía tanto. Y no son digamos, festivas. Son duras. Y está llena de frases, reflexiones, ideas, que hace creer que le ha dado al coco pero bien.

“Es probable que una obligación evolutiva impida que los jóvenes se eduquen en la verdad. Sería hacerles spolier con la vida y desinteresarlos dramáticamente, en consecuencia”.

Enseguida recordé el poema de Gil de Biedma. Que la vida iba en serio, etc.

Las memorias parten de un hecho cierto: todo recuerdo es también ficción. Cualquier relato, verdadero o inventado, es ficción.

“Cualquier relato de cualquier género está sostenido por la voluntad. Lo que distingue a la realidad de su representación es la voluntad”.

 Y claro, ahí me acordé del sabio Schopenhauer.

 No me gustan los libros que ponen al “yo” en tercera persona. Yo soy yo y tú eres tú. No intentes engañarme. Quizá por esto tardé más en comprarlo. No obstante lo dicho, aquí está justificado. A lo largo de estas memorias el autor establece un tierno diálogo entre Arcadi y Arcadio de lo más tierno. En algunos momentos emocionantes.

  “Realmente el yo no es segunda persona”. César González Ruano.

  Arcadi nunca me ha llegado a caer del todo bien. En televisión queda algo pedante y medio chulesco pero por lo que sea me interesa mucho lo que piensa. Me pasa como me pasaba con Javier Marías, que me gustaba como escribía pero no como hablaba.

    Maneja figuras políticas impagables: En Cataluña muchos eligieron ser comunistas para ser nacionalistas de manera segura y confortable”.

  “Nacemos y crecemos desiguales, tanto por naturaleza como por cultura, y cualquier ingeniería que trate de corregir drásticamente esa premisa acabará produciendo una sociedad estática e indeseable”.

  La canción Al Alba, de Aute, no fue por los fusilamientos de Franco; era una canción de amor.

  “Escribir sobre los vivos es una fuente de problemas”, que se lo digan a Trapiello.

  “Como en las religiones, el más allá comunista no requería detalles al margen de que la felicidad imperaría”.

  “Por que como dijo Dawkins no es que el hombre venga del mono, sino que es un mono. Pero nunca tuviste la clara noticia de que todos los seres de la tierra son una familia mal avenida, que es la perturbadora conclusión darwiniana”.

  “Ante alguno de eses diarios especialmente minucioso, como el de Paul Léataud, siempre pienso en la raíz de su interés absorbente”.

   “Cada hombre debería escribir su vida, porque en cada página habrá algo que ningún hombre haya oído”.

  “La vida es así, como el futbol: unos cuantos juegan y el resto lo comenta”.

  Y un buen consejo: “Cuando enseñaba en la universidad –Hossenfelder- trataba de inculcar a los alumnos que la belleza en la escritura no consistía en el uso de palabras supuestamente bellas o amaneramientos estilísticos. La claridad, la precisión y la economía, les decía, son toda la belleza”.

martes, 27 de febrero de 2024

CONTRA TODA ESPERANZA. NADIEZHDA MANDELSTMAN.


 


  Desde que publicaron este libro por primera vez, 2012, tenía ganas de leerlo. Suerte que lo reeditaron en 2022. En wallapop lo vendían más barato y lo compré estas navidades.

  Me ha gustado. A veces me dicen por qué leo libros donde se cuentan vidas tristes y desgraciadas. Creo que así podemos valorar mejor la suerte que hemos tenido de no tener que vivir una guerra o un régimen de terror. Ha sido tan abundante en la historia… He tardado once días en leerlo. Un poco más de seiscientas páginas. Acantilado.

  Por qué ahora y no antes. El empujón lo dio uno de los diarios de Ignacio Carrión. Contaba que estaba muy excitado porque se había hecho con un ejemplar. Así que me puse a buscarlo en cuanto acabé de leer la entrada.

“Por sí misma, la realidad no vale un centavo. Es la percepción lo que confiere significado a la realidad”. Del prólogo de Joseph Brodsky. Qué casualidad que empiezé Contra toda esperanza el día que Putin se cargó a Navalni. Qué pocas cosas han cambiado desde Stalin a Putin. Quizá que hay más dinero, más información (desde fuera) y bombas atómicas.

  Osip Mandelstman, el marido de la autora de las memorias, fue perseguido implacablemente por el régimen soviético. De campo en campo. Norte de Rusia: delito: unas poesías en contra de Stalin. Ella lo acompaña a pesar de que no está arrestada. Él intenta suicidarse nada más llegar y ella pide ayuda médica. No les hacen caso. “¿Qué pinta allí el médico? Escribimos lo que nos ordenan. Hacemos lo que nos ordenan”. Me he acordado del pobre Navalni, allá tan solo, tan aislado, tan frío.

 

 Quizá la lectura de estas memorias me haya inducido a tener pesadillas. Estábamos en un centro comercial enorme, inabarcable. Había jardines colgantes, repartidos entre escalinatas de mármol blanco, como en el edificio de la tarta nupcial en Roma. En una tienda me probé unas zapatillas de andar por casa. Salimos olvidando los zapatos. Cuando me di cuenta ya estábamos lejos y no sabíamos volver. Yo me miraba las zapatillas con gran pesar y en la salida pregunté en una especie de Checkpoint, soldados con barreras de paso. Me dijeron que era algo normal, que le ocurría a mucha gente y que volviera cuando estuvieran listos los zapatos perdidos. Entonces, mientras recordaba los detalles del sueño me brotaron un par de versos luminosos, casi perfectos. Pensé en levantarme para anotarlos. De ahí saldrá algo, seguro. Pero una fuerza inmensa me ataba a la cama. No te levantes, estos versos tan buenos los recordarás, pensé. Y los repasé en el duermevela, y luego, a lo largo de la mañana se fueron disolviendo hasta quedar en nada, y solo recordaba el sueño en ese centro comercial donde esa especie de monumento a Víctor Manuel II era solo una pequeña parte y donde me hallaba perdido calzando unas zapatillas que aún no eran del todo mías.

  Me acordé de todo esto porque en el libro de Mandelstman se habla del nacimiento de la poesía, de cómo las frases se convierten en una obsesión, cómo se convierten en algo ¿una melodía? que no pueden dejar de mascullar hasta que lo plasman por escrito, para quitársela de encima.

Se describe con gran detalle la persecución implacable de los intelectuales que se salían un centímetro de la línea oficial soviética marcada en la Unión de Escritores. Una frase, una estrofa, un poema, una conversación delante de alguien inapropiado, una carta interceptada, te podía mandar años a un campo de internamiento cerca del círculo polar. Si antes no te pegaban un tiro en la cabeza. Lo cual casi era hacerte un favor.

  En un momento de sus infortunios él le dijo a su mujer: “¿por qué se te ha metido en la cabeza que debes ser feliz? Mandelstman era un ser lleno de amor por la vida que jamás buscó el infortunio”.

 

  En los campos “Han clasificado a la gente por categorías y cada persona pasa hambre o come de acuerdo con su rango”.

  “De qué te quejas –me decía- éste es el único país que respeta la poesía: matan por ella. En ningún otro lugar ocurre eso”.

  Una escritora conocida de ellos les dio un consejo: “Opinaba que un escritor que no se consagrase enteramente al servicio de Stalin era un hombre perdido”.

  “Es sabido que todos aquellos que ansiaban proporcionar felicidad a los hombres, sólo les causaron inmensos males”.

  “Dadnos al hombre, que la acusación ya la encontraremos”.