martes, 25 de mayo de 2010

JAIME TORRES BODET

En el Mago de Viena, obra de Sergio Pitol, se refiere así a una de las glorias de Méjico, Jaime Torres Bodet: “Si alguien me conminara hoy día, pistola en mano, a releer la novela “Prosperina Rescatada” de Torres Bodet, probablemente preferiría caer abatido por las balas que sumergirme en aquel mar de estulticia”.

Pues vaya carta de presentación para este poeta desconocido para mí. Indago un poco: otro suicida. En realidad ya lo tenía anotado, pero esta nota lo ha sacado del limbo. Qué curioso, pensar que su acto hizo aparecer por aquí -en un haz de partículas insignificantes- su nombre y su “caso”.

Nació en 1902. Fue secretario de educación pública. Fue un diplomático importante. Miembro de la academia mejicana. Un poeta fino. Sin embargo, dicen, que era más grande cuanto más ligera era su escritura. Cuanto más frívola y cómicamente lírica.

Después de una dolorosa enfermedad se pegó un tiro en 1974.

martes, 18 de mayo de 2010

19/05/2010

19/05/2010

Me pregunta una sobrina, después de una comida pesada, porqué no tengo yo tableta de chocolate como Ronaldo o Aznar. Le digo que sí, que la tengo, pero más adentro, a lo hondo. Luego me cojo la bici y me voy a entrenar. Y, ya lo he dicho alguna vez; se me ocurren un sinfín de tonterías mientras monto en bici o corro. Hoy, sobre todo dos frases: “Tengo el cerebro lleno de mocos y por más que me suene no consigo vaciarlo”. Se podría hacer una novela con ese material. Y también “Siempre ha habido maldad en el mundo lo que pasa es que ahora hay muchas más ventanas para contemplarla”.

Siempre he pensado que lo peor que podía pasarle a Borges era quedarse ciego como al final se quedó. El peor de los infiernos para alguien que decía que se jactaba sobre todo de lo que había leído. Que no podía concebir su mundo de otra manera. Ayer una guitarrista cubana –al menos así se ganaba la vida- perdió su brazo izquierdo en un accidente en el metro de Madrid. Su esposa decía que cuando despertara su brazo ya no estaría allí –aunque he leído que se lo han reimplantado- y que no podría soportarlo.

¿Nadie más lo ve? Toda la vida, desde que nacemos hasta que morimos somos engañados. Nos cuentan milongas para que las creamos pero las verdades son pocas y sencillas: nacemos, vivimos, nos multiplicamos y nos morimos. Lo demás son adornos para hacer la cosa más llevadera. Lo que pasa es que algunos quieren vivir mejor a costa de los otros.

Tengo la sensación de que cada vez más, estamos manejados por menos. El pasado verano nos amenazaron con la pandemia de la gripe del cerdo que pasó a llamarse A para no molestar a los ganaderos. Los gobiernos pagaron millones a las farmacéuticas entre comunicados catastrofistas. Los comentaristas nos remitían a procesos parecidos en la historia del tipo: “Hubo gente que se moría apuntando con una escopeta”. Todo quedó en nada excepto el gasto. Es todo de un absurdo que le deja a uno perplejo: se han vendido en España miles de pulseras –a treintaytantos eurazos- porque dicen, -la fe-, que produce fuerza y equilibrio: una suerte de rosario posmoderno.

Termino de leer El teatro de Sabbath de Philip Roth. Todos habremos conocido un tipo así, como Mickey Sabbath, deslenguado, atrevido, inteligente hasta el paroxismo, que soporta impasible ese silencio incómodo que provoca el que da vergüenza ajena. Una novela poderosa y atrevida con un lenguaje y algunos capítulos que si no fueran tratados por quien es, parecería porno del barato. Una novela que abarca un montón de vidas con un armazón digno de lo mejor que puede leerse ahora.

martes, 4 de mayo de 2010

FELIPE TRIGO


Los datos que expongo a continuación están extraídos del prólogo de Antonio Pérez Henares a “Jarapellejos”; la novela de Felipe Trigo que tengo en mis manos. Es una colección que editó el Mundo de las mejores novelas en castellano del Siglo XX.

Las novelas de Felipe Trigo tuvieron éxito en el momento de su publicación: a principios de siglo. Imaginaos cómo era España a principios del S. XX. Se describe un mundo caciquil con el sexo como moneda de poder, chantaje; motivo de frustraciones peligrosas... Existe la ignorancia, el pesimismo, el machismo, sometimiento...

Después de la Guerra Civil su obra fue silenciada; era molesta a la España monjil, de sotana y franquista que tanto tiempo duró.

En el prólogo de Pérez Henares hay una frase que creo que define el espíritu y la clave de las novelas de Felipe Trigo: “En la dominación sexual se reflejan la dominación social y sus métodos”.

Felipe Trigo nació en Villanueva de la Serena (Badajoz) en 1864. Estudió medicina y se alistó voluntario a la Guerra de Filipinas. Fue herido y volvió a España como héroe. A su regreso se dedicó de lleno a la literatura.

Debido a sus ataques de neurastenia y a pensamientos tormentosos que iban derivando hacia la locura, se suicidó en Madrid en 1916. Dicen que tenía terror a volverse loco. Tenía 52 años.