sábado, 27 de junio de 2009

M. JACKSON



Una vez mi madre nos preguntó a mí y a mis hermanos, en una cena familiar, así, de pronto, si nos gustábamos como éramos, es decir, si estábamos satisfechos con nuestra manera de ser. Mis hermanos contestaron rápidamente que sí pero yo dudé. Estuve un rato pensando aun después de decir ambiguamente que sí; que más o menos. Pero nunca he estado seguro. Creo que todos queremos o hemos querido, de alguna forma, ser distintos: más honestos, o más jóvenes, más seguros, más altos, de otro país, o tener otro idioma, otros padres, otros hijos, otros hermanos, o no haberlos tenido, haber vivido en otras épocas, no haber nacido.
El día 25 de junio ha muerto el prototipo de persona a quien no le gustaba cómo era. Intentó toda su vida reconstruirse otra identidad, remodelarse como un escultor de sí mismo, enfermo y neurótico. Son esa clase de personas a las que uno no se imagina fuera de los escenarios. Otros ejemplos serían Presley o Marylin. Precisamente espejos en quien todos quisieron mirarse.
Ahora, sí. Ahora, MICHAEL JACKSON, se ha igualado a todos sus hermanos, a todos los mortales.

jueves, 25 de junio de 2009

HENRY ROORDA


También Roorda urdió el suicidio como una obra de arte. Se puso, por así decirlo, en sus manos. Tanto es así que fue escribiendo un librito titulado “Mi Suicidio” para provocar morbo en los lectores y saldar deudas con sus acreedores. Incluso estuvo tentado de dar una conferencia en la cual se anunciara su suicidio para el final, pero temió dejar una huella imborrable en el local de su amigo.
Roorda era profesor de matemáticas en Lausana. Decía que la vida del común de los mortales era la aburrida vida de las hormigas: invertir la juventud en preparar la vejez. Él quería disfrutar de todos los caros placeres de la vida pero, ¡ay!, no podía, claro.
Sus amigos se ofrecieron en mantenerle pero para él esa también era una vida de esclavitud y agradecimiento.
“Mi suicidio será un título más atractivo, pues el público tiene una afición muy pronunciada por el melodrama.”. Al día siguiente de acabar este libro, se suicidó con una pistola. Se podría de decir que era un pesimista alegre.
Tenía 55 años.

martes, 9 de junio de 2009

ANNE SEXTON


De Anne Sexton he leído sólo lo que aparece aquí y allá en Internet. Alguna de sus poesías y su biografía repetida con las mismas palabras. En las fotografías se aprecia a una mujer atractiva e interesante. A menudo sostiene un cigarrillo entre los dedos. Sus ojos parecen haber llorado. En la foto más vista de ella se la ve en lo que parece el rincón de su biblioteca, vestida para promocionar alguna publicación o dispuesta para una cita; en cualquier caso, encantadora. En otra está sentada, con un precioso vestido sonriendo radiante a un interlocutor fuera de encuadre, con un acrobático cruce de piernas.

En el instituto, Anne Grey, que es como se llamaba de soltera, escribía poesía. Se casó con Alfred Sexton a los diecinueve años. Cuando nació su primera hija, sufrió lo que se denomina depresión post- parto. Estuvo ingresada por temporadas en hospitales psiquiátricos. Recomendaron que escribiera poesía como terapia. Ganó el Pulitzer. Su tendencia suicida se agravó luego del nacimiento de su segunda hija. Su temática es sobre el aborto, el suicidio, la homosexualidad, las drogas...
En 1974, después de almorzar con una amiga, se introdujo en su coche y se suicidó aspirando monóxido de carbono. Tenía 46 años.
Estos versos son de "Deseando morir".
Balanceándose allí, a veces se encuentran los suicidas,
rabiosos ante el fruto, una luna inflada,
Dejando el pan que confundieron con un beso.