Acabo de llegar a casa después de ver en el cine BoyHood. Casi tres horas en las que, en esencia,
apenas pasa nada; o más bien pasa de todo, la vida. En la sala oscura ves pasar el tiempo de
verdad en la existencia de todos los protagonistas. Cómo les van cambiando los
rostros, los cuerpos y la manera en que se enfrentan al mundo. Avanzada la
película uno de los personajes dice, envuelta en el llanto, la frase clave que
encierra todo: “Yo pensaba que había algo más…”. Y es que en la vida pasa todo y no pasa nada.
Naces, creces, estudias, tienes hijos, se van y “¡¡…lo próximo es mi funeral!!”. Y luego está la música, las canciones, que
van enmarcando cada etapa de nuestra vida.
Me ha parecido una película preciosa, una fracción de vida verdadera arrancada
para exponerla en una sala de cine mientras los espectadores (en esta ocasión,
5) asisten a la vez al recuerdo de su propia infancia y juventud. Menos mal,
uno vuelve a reconciliarse con el cine.
2 comentarios:
Tengo muchas ganas de ver esta peli... es un director con una filmografía interesante y muy original y esta peli promete...
Vaya que sí promete. Te gustará. No me podía creer que hubiera pasado tan rápido el tiempo que duró la película. La letras de los créditos te sorprenden de pronto; como las cosas que nos pasan a veces en la vida.
Gracias por pasarte (y yo que pensé que estaba aquí solito). C:)
Tu blog, muy curioso y chulo.
Un abrazo.
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