Hace veintisiete años que tengo este volumen pero hasta ahora solo
había leído uno de los, para mí, mejores cuentos que existen; cuento largo o
novela corta; como se prefiera: Bartleby, el escribiente; el hombre oscuro que
se niega obstinadamente a la acción. “Preferiría no hacerlo” ¡Cuántas veces no
hemos soñado todos con decirle a los poderosos esa potente frase!
Como me había acabado los últimos libros
comprados decidí volver al estadounidense animado por la fiebre lectora de
los libros de Hoare, que tantas veces lo nombra.
"Benito Cereno" el propio Borges la califica
como una de las grandes obras maestras de la literatura aunque otros la han
considerado un grave error; en cualquier caso, un símbolo inexplicable de lo
que es este mundo. Un barco para la caza de focas está en una bahía para
aprovisionarse de agua. Al poco, un barco desconocido llega. Después de algunas
averiguaciones y sospechas, el Capitán Delano sube a bordo y contempla una
serie de hechos sumamente extraños. Nada parece seguir los cauces de la lógica.
En el barco hay esclavos que faltan al respeto a los oficiales; el Capitán
Cereno, español al “mando” del barco desconocido, parece falto de energía y
aquejado de alguna enfermedad. Nada es lo que parece. Y un asistente, negro muy
servicial y cabal, parece tomarse demasiadas confianzas con éste. Yo diría,
que, de manera muy sutil, aquí se está contando una historia de relación
homosexual. Por las cosas que cuenta el autor americano y a pesar de saber que
estuvo casado (no tiene, claro, nada que ver) yo diría que Melville tenía
claras pulsiones de hombre homosexual. Leyendo la siguiente novela corta, Billy
Budd, ya no he tenido más dudas. La manera de describir al protagonista:
“veintiún años, rubio, de piel delicada, etc” y las tribulaciones que suceden
en el barco lo dejan bastante claro. Además, ¿no es el comienzo de su novela
más universal, Moby Dick, cuando tiene que compartir habitación y cama con
Queequeg, una escena de lo más erótica?
Billy Budd es la eterna disyuntiva entre la
justicia y la ley. A veces, aplicando la ley, estrictamente la ley, se cometen
las mayores atrocidades y las mayores injusticias.
En cualquier caso, ha sido un verdadero
placer leer estas dos novelitas del inmortal escritor
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