martes, 1 de agosto de 2023

EMMANUEL CARRÈRE. V13 CRÓNICA JUDICIAL.


 

  Carrère es uno de los pocos autores a los que perdono todo, es decir, compro cualquiera de sus libros independientemente del tema que traten. Pero es que en este caso además me interesa mucho el tema de los atentados en general y el de París en particular. Quizá influenciado por el estupendo documental visto en una plataforma de televisión.

  Lo busqué en wallapop porque tampoco es cuestión de pagar veinte si puedes conseguirlo por la mitad. Y efecto, cuando quedé con él resulta que era el del puesto de Rastro que los consigue, nuevos, por un precio más que competitivo. Le he comprado varios. Es rápido, efectivo, espabilado. En tres segundos te dice si lo tiene o no lo va a poder conseguir.

  Compruebo que apenas he hecho algún subrayado: precisamente éste de un subrayado suyo, correspondiente a la declaración de un acusado: “Todo lo que ustedes dicen sobre nosotros, los yihadistas, es como si leyeran la última página de un libro. Lo que habría que hacer es leer el libro desde el principio”.

  Los Hermanos Musulmanes. “inventó lo que se llama el islamismo, es decir, la idea de que la aplicación rigurosa de la sharía, la ley coránica, es la solución de todos los problemas políticos y sociales, el remedio al declive de los países árabes. El yihadismo viene de ahí”.

 

  Hace unos meses estaba por mi pueblo para echar la primitiva y tomar un café. Cuando me monté en el coche escuché unos golpecitos en la ventanilla: era la policía. La bajé. Me preguntaron si vivía allí. Claro, vivo aquí al lado. ¿Dónde? Quisieron saber. Me apeé del coche y les enseñé el DNI. Me pidieron disculpas diciendo que un vecino les había dicho que alguien con una gorra andaba merodeando por el barrio con malas intenciones. Me dolió un poco que yo fuera un “sospechoso” pero a la vez les agradecí su celo. El caso es que no debe ser agradable ser constantemente requerido por las fuerzas del orden: “sexagenario y blanco, distendido, con pinta de buen ciudadano que no tiene nada que reprocharse y que teme tan poco que lo controlen en el metro que, de hecho, no hay ninguna posibilidad de que lo hagan”.

  Carrère tiene un pulso buenísimo para la crónica, para saber en qué orden se deben contar las cosas, con qué intensidad, con qué secuencia. Es a lo que le doy más mérito: sacar de un hecho real una obra de arte.

  Magnífica como siempre las traducciones de Jaime Zulaika.

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