domingo, 26 de diciembre de 2021

CATALANES Y ESCOCESES. Unión y discordia. JOHN ELLIOTT.

 

  Como a todos los españoles con algo de curiosidad los últimos años han sido una constante fuente de curiosidad y pasión hacia el tema catalán. Era como asistir en directo, en vivo, a lo más rocambolesco de la historia. Yo he sido testigo de la mejor manera que se puede ser: como espectador. Todos nos hacíamos parecidas preguntas: ¿Cómo acabará esto? Por infinidad de caminos nos llegaban parecidas variantes de opinión, de vaticinio. Se va a producir un choque de trenes, eso es indudable, concluían todos. Y todos a la vez presentíamos que no, que al final alguna de las partes, los que retorcían la ley y la convivencia, los hiperventilados, se echarían para atrás en algún momento. Pero no; ya lo dijo Javier Melero, el abogado de los independentistas no independentista: “Es como los personajes de la obra de Chesterton, El hombre que fue jueves. Todos pensaban que los otros era los infiltrados en la célula terrorista y al final entre todos, para disimular, cometen el atentado”.

  Seguí con pasión cada una de las sesiones del juicio del procés, vi infinidad de horas de TV3, incrédulo ante lo que escuchaba, infinidad de artículos. He leído con agrado algunos libros, como el del ya citado: Javier Melero y su libro El Encargo.

  Como quería tener ordenados todos los antecedentes históricos, tanto de Cataluña como de Escocia, que tantas veces sacan unos y otros a la palestra, quise leer este libro del prestigioso John Elliott, profesor de historia de Cayetana Álvarez de Toledo, de cuyo libro reciente me haré eco comprándolo o siéndome regalado.

  El libro de Elliott es didáctico y se lee bien. Lógicamente he leído con más interés la parte catalana que la escocesa, aunque están muchas veces entrelazadas. Por supuesto desmonta el mito, y el timo, de muchas de las bases históricas en las que unos y otros basan sus soflamas lastimeras. Nada es según lo mitinean. Como ejemplo el acto, realmente increíble, con el que han recordado en el ayuntamiento de Barcelona el “fusilamiento” de Francésc Maciá, muerto de una apendicitis mal curada.

  El periodo histórico abarca desde el año 1469, durante el cual el rey Fernando cabalga desde Sicilia a España para encontrarse con su prometida Isabel hasta la detención y juicio de los protagonistas de la astracanada llamada procés. Tmabién claro de los intentos de separación y unión de los escoceses en esa realidad llamada Inglaterra o Reino Unido o Gran Bretaña.

  El interés va aumentando, como si de una novela negra se tratara, según avanza la historia hasta nuestros días. Mito: “Tras ser herido en el campo de batalla, el emperador mojó su mano derecha en la sangre del conde Wifredo y marcó cuatro franjas rojas verticales en su coraza dorada en reconocimiento de su valentía”. Año 870, en defensa del emperador carolingio Luis el Piadoso. A través de los siglos ha habido un reguero de conflictos y de agravios más o menos justificados. El caso es que para los gobernantes de lo que era España a partir de los reyes Católicos Cataluña no ha dejado de ser un fuerte dolor de cabeza cuando no un molesto forúnculo en aquella parte. “El acuartelamiento de las tropas causó numerosos choques entre los soldados y la población local, y en la primavera y a comienzos del verano de 1640 se produjo un levantamiento de la Cataluña rural. Los rebeldes transmitieron su mensaje de desafío a las ciudades y el 7 de junio, día del Corpus Cristi, los segadors, que habían llegado a Barcelona con el fin de ser contratados para la recogida de la cosecha, se manifestaron con violencia y trataron de prender fuego al palacio virreinal”. “El campesinado empobrecido y furioso se tomó la ley por su mano”. “... y acabó desembocando en 1688 en una revuelta rural masiva por todo el principado”.

  En no pocas ocasiones los catalanes han echado mano de una supuesta ayuda francesa en sus disputas con el gobierno central. Y en todas y cada una han salido más escaldados. “Entre 1695 y 1697 el ejército francés ocupó buena parte del principado y tomó Barcelona”.

  Han sido víctimas, lo pobres, del torbellino de intereses acaecidos en Europa y en el mundo y del cual han salido casi siempre afectados: “... y en tratado de Génova de junio de 1705 los ingleses se comprometieron a apoyar militarmente a los catalanes a cambio del reconocimiento del archiduque (Carlos) como rey de España”.

  Conflictos con la lengua. Se hace un repaso histórico de imposiciones. Pocas veces o ninguna ha habido el necesario equilibrio entre los derechos de unos y otros. Se tomaron demasiado a pecho eso de Sanpere de que “un pueblo vive mientras su lengua esté viva”. En muchas ocasiones se ha querido imponer el español y ha estado mal. Ahora se quiere imponer el catalán a toda la población en todos los ámbitos y está igualmente mal.

  Es curioso que en el caso catalán se cumpla a rajatabla eso de que un enemigo común nos une: “Vosotros habéis hecho ver ahora al mundo que el pueblo es la nación”. Estamos hablando de la unión para derrotar a Napoleón. Por cierto que en posterior época los franceses impusieron el francés para relegar al catalán como segunda lengua.

  Cataluña ha sido favorecida a través de la historia en cuanto a expansión industrial y comercial, incluso en la época de Franco. “El siglo XVIII había sido un periodo de innegable crecimiento y prosperidad para el principado, que se aprovechó de la expansión de los mercados domésticos e imperiales para poner las bases de la sociedad comercial e industrial que surgió en el curso del siglo XIX”.

  El siglo XX fue la gran eclosión de la barbarie. Cientos de asesinatos revueltos en infinidad de siglas y partidos. 1937. “Negrín dejó claro que no comulgaba con la política catalana: ´No estoy haciendo la guerra a Franco para permitir que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino. Estoy haciendo la guerra por España y para España. Por su naturaleza y por su grandeza. No hay más que una nación. ¡España!

  Lo de estos últimos años está tan reciente que aún quedan rescoldos en redes sociales, en prensa, en la memoria de todos. Hace un repaso, claro, pero es solo eso, un repaso. “... al día siguiente, con el boicot de los constitucionalistas, el Parlamento de Cataluña decidió mediante voto secreto declarar unilateralmente la República Catalana independiente”. Un órdago, un esfuerzo supremo, un apretar, apretar para parir eso, un ratón.

  “Los gobiernos establecidos desde hace tiempo no deberían ser cambiados por causas ligeras y transitorias”. Thomas Jefferson.

  Continuará. Esperemos que no trágicamente pero continuará.

 


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