jueves, 15 de diciembre de 2016

EL HOMBRE REBELDE. ALBERT CAMUS.




  De todos los libros que he leído de Camus, ocho, este es el más denso, el paradigma del ensayo en su época, y por el que posiblemente le dieran el Nobel. Apabullante. El ensayo, de 1957, trata sobre la revolución, la rebeldía, en todas las facetas del ser humano, desde la Revolución francesa a la rusa. También abarca pequeñas biografías de los que han sido de alguna manera los grandes revolucionarios de su tiempo, o los grandes protagonistas: Sade, Nietzsche, Lautremont. Habla de los que plasmaron las grandes contradicciones de nuestro tiempo, por ejemplo de Dostoyevski con Los hermanos Karamazov. “Dios es juzgado a su vez, y desde arriba. Si el mal es necesario para la creación divina, esta creación es inaceptable entonces. Iván no se remitirá ya a ese Dios misterioso, sino a un principio más alto que es la justicia”.

  Nihilismo; no tener fe. Dice en alguna parte que “sabido es que el término nihilismo…” pues yo no lo sabía. “Sabido es que el término mismo de nihilismo fue forjado por Turgueniev en una novela, Padres e hijos, cuyo protagonista, Bazaroz, figuraba el retrato de ese tipo de hombre”.

  “Todas las revoluciones modernas han conducido a un reforzamiento del Estado. La de 1789 trajo a Napoleón, la de 1848 a Napoleón III, la de 1917 a Stalin, los disturbios italianos de los años veinte a Mussolini, la república de Weimar a Hitler”.

“Vivo, dice Iván, a despecho de la lógica. Si no tuviera fe en la vida, si dudara de una mujer amada, del orden universal, convencido, por lo contrario, de que todo no es más que un caos infernal y maldito, aun entonces, querría vivir pese a todo”. “Todo está permitido”. Y habla, cómo no, del famoso capítulo del Gran Inquisidor donde  a Jesucristo, reaparecido en Sevilla, es juzgado y encarcelado en una prisión en el siglo XVI por el…, sí, por el Gran Inquisidor. Uno de los textos más demoledores en torno al cinismo y verdad de la Iglesia.

  La clave del libro está en su principio: “¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice no. Pero si niega, no renuncia: es también un hombre que dice sí, desde su primer movimiento. Un esclavo, que ha recibido órdenes toda su vida, de pronto juzga inaceptable un nuevo mandato. ¿Cuál es el contenido de este no?”.
  “El hombre es la única criatura que se niega a ser lo que es”.
 “El terror y los Campos de Concentración  son los medios extremos que utiliza el hombre para huir de la soledad”.

 “Para no extraviarnos nunca, debemos estar siempre prontos a creer negro lo que yo veo blanco, si la Iglesia jerárquica lo define así”. San Ignacio. “El levmotiv de la defensa de Goering en el proceso de Nuremberg repite esta idea: El vencedor será siempre el juez y el vencido el acusado”.

  Boussuet: “La masa total del género humano, con alternancias de calma y agitación, de bienes y males, camina siempre, aunque a paso lento, hacia una perfección mayor”. Imagino que lo de paso lento será debido a la percepción de la cortedad de la vida humana.


  El ensayo, como he dicho, aborda la rebeldía, la revolución, desde muchos puntos de vista. El terror, la rebeldía histórica, el terrorismo de estado, en el arte…, y éste precisamente es de los capítulos que más me ha gustado. También, cómo no en Camus, habla del suicidio.

“Platón es aún moderado. Sólo pone en tela de juicio la función engañosa del lenguaje y sólo destierra de su república a los poetas. Por lo demás, sitúa la belleza por encima del mundo”.
  “Vana cosa la pintura que nos gusta por el parecido de los objetos que no podrían gustarnos”. Pascal.

  Observaciones interesantísimas sobre la novela: “Nace aquí esa desgraciada envidia que tantos hombres sienten por la vida de los otros. Percibiendo esas existencias por fuera, les suponen una coherencia y una unidad que no pueden tener, en verdad, pero que parecen evidentes al observados”. “Hacemos entonces arte de las existencias. De modo elemental, las novelamos”.
  “El mundo novelesco no es más que la corrección de este mundo, según el deseo profundo del hombre”.
  “Es difícil retornar a los lugares de la dicha y la juventud. Las muchachas en flor ríen y parlotean eternamente frente al mar, pero aquel que las contempla va perdiendo poco a poco el derecho de amarlas, igual que aquellas a las que amó pierden el poder de ser amadas. Esta melancolía es la de Proust”.
  Ya tengo anotado Del Derecho y del revés. Nunca hay que dejar de leer a Camus. Apenas nace uno como él en cada siglo.

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