sábado, 31 de diciembre de 2016

LIBROS LEÍDOS 2016




  Como viene siendo habitual, dejo aquí las lecturas a las que he dedicado un buen puñado de horas en este 2016 que ya se acaba. Aprovecho para desearos un feliz año nuevo.

ALEXIEVICH SVETLANA. VOCES DE CHERNOBIL. Crónica que le da las voces a los humildes, a los luchadores. Emoción.
APULEYO EL ASNO DE ORO. Un clásico de hace siglos sorprendentemente divertido.
AZAÑA     MANUEL. MEMORIAS POLITICAS Y DE GUERRA. Una lección de política de un grandísimo escritor y político. Una lección para los de hoy.
BAROJA PIO. LA LUCHA POR LA VIDA. Siempre hay que volver a Baroja. El estilo esencial.
BORROW GEORGE. LA BIBLIA EN ESPAÑA. Las memorias de un viajero inglés por España vendiendo libros. Estupendo.
BOWERS SCOTTY. SERVICIO COMPLETO       . Chismografía sexual en la edad dorada de Hollywood. Por qué no. Malo.
GOMEZ DE LA SERNA      RAMON. GREGUERIAS. Una constelación de lucecitas en medio de un mundo gris.
CAMBA JULIO. MANERAS DE SER ESPAÑOL. Artículos en torno a España. Cosidos en forma de libro. Genial como siempre.
CARRERE EMMANUEL. EL REINO. Una novela sobre la religión, la fe y la vida del escritor.
CRUZ RUIZ JUAN. EGOS REVUELTOS. Anécdotas y chascarrillos de un conocedor de primera mano.
ALEXIEVICH SVETLANA. LOS MUCHACHOS DEL ZINC. Confesiones, testimonios en torno a los veteranos de una despiadada guerra en Afganistán.
DARWIN CHARLES. LAS ENCANTADAS. Estupendas historias en torno a unas islas paradisiacas. O infernales según se mire.
DOUGLAS KIRK. YO SOY ESPARTACO. La historia de Espartaco y de todo lo oscuro y difícil que lo envolvió.
GOMEZ DE LA SERNA RAMON.        AUTOMORIBUNDIA. Las tristes y sustanciosas memorias de un grande.
GRACIA    JORDI. LA VIDA RESCATADA DE DIONISIO RIDRUEJO. Biografía desordenada y mal escrita sobre un gran escritor y poeta.
GRASS     GUNTER. DE ALEMANIA A ALEMANIA. Un diario en las postrimerías y consecuencias de la unificación de Alemania.
GRAVES ROBERT. EL CONDE BELISARIO. Un general romano. Escrito por un amante del mundo clásico.
GROSSMAN VASILI. TODO FLUYE. Una novela sobre Rusia, sobre el Gulag, sobre los horrores.
HOLROYD MICHAEL. CARRINGTON, UNA VIDA CON LYTTON STRACHEY. La historia de dos vidas entrecruzadas para siempre: Lytton Strachey y Dora Carrington.
HUDSON WILLIAM H. EL OMBÚ. Relatos despiadados de la Pampa en el S. XIX. Un clásico.
KNAUSGARD KARL OVE. LA MUERTE DEL PADRE (MI LUCHA I). Reconstrucción del pasado cotidiano. Con arte.
KRAKAUER JON. DONDE LOS HOMBRES ALCANZAN TODA GLORIA. Una crónica quizá demasiado prolija en torno a Pat Tillman. En todo caso, apasionante.
LARSON ERIK. LUSITANIA. Unos hechos sabidos y reales y sin embargo, emocionantes; un libro maravilloso dentro del horror. De las mejores lecturas del año.
LUGONES LEOPOLDO. LA LLUVIA DEL FUEGO. Cuentos fantásticos al gusto de Borges. Es decir: magníficos.
MARSH     HENRY. ANTE TODO NO HAGAS DAÑO. Crónicas de un veterano neurocirujano. Apasionante.
NABOKOV VLADIMIR. HABLA MEMORIA. Las memorias de uno de los grandes. Ganas tenía de leerlo. Olor intenso a tabaco.
PIGLIA      RICARDO. RESPIRACION ARTIFICIAL. Entre las mejores 50 novelas argentinas. A mí no me ha parecido tanto.
RHODES JAMES. INSTRUMENTAL. La sorprendente autobiografía de un superviviente de abusos sexuales.
RIDRUEJO DIONISIO. DIARIO DE UNA TREGUA. Diarios tranquilos, de tregua, después de la guerra.
CARRERE EMMANUEL. EL BIGOTE. Novela de las primerizas, de aprendizaje, menor, sobre afeitarse el bigote y que no se entere nadie.
RIEF DAVID. UN MAR DE MUERTE. La enfermedad de Susang Sontag contada por su hijo.
SALGADO SEBASTIAO. DE MI TIERRA A LA TIERRA. Las memorias de un fotógrafo excepcional y comprometido.
SANZ MARTA. FARÁNDULA. Novela sobre el teatro, y sobre la vida, si es que no es lo mismo.
SENDER RAMON J. VIAJE A LA ALDEA DEL CRIMEN. Un reportaje periodístico de primer orden. Aunque se equivocó en señalar a los culpables. Periodismo, literatura de altura.
SHAKESPEARE WILLIAM. TRAGEDIAS. Puro teatro clásico. Es como asistir al teatro de una obra archiconocida.
SONTAG SUSAN. EL AMANTE DEL VOLCÁN. Novela total llena de personajes, de vivencias, de colecciones.
TALLON JUAN. LIBROS PELIGROSOS. Unos juegos reunidos para seguir amando la lectura de los libros.
TALLON   JUAN. EL VATER DE ONETTI. Una novela meta literaria, como al parecer todas las de Tallón. Me gustan.
TUCHMAN BARBARA W. LA MARCHA DE LA LOCURA. Un entretenidísimo ensayo de historia para refutar una verdad irrefutable: la idiotez de los gobernantes.
REVERTE JAVIER. EL HOMBRE DE LAS DOS PATRIAS. Un paseíto breve en torno a la figura de Camus y su espacio geográfico: Argelia.
DIAZ DEL CASTILLO. BERNAL. HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA. Decir historia y verdadera es ya decir mucho. En cualquier caso, prolija y de fantástica memoria.
CAMUS     ALBERT. EL HOMBRE REBELDE.    El hombre rebelde es el que sabe decir no. Un ensayo fundamental en el convulso siglo XX.
AZAÑA     MANUEL. DIARIOS DE GUERRA. Los Diarios de Guerra de un gran político. De un gran escritor.
ARAMBURU FERNANDO. PATRIA. Un puzle certero y didáctico en torno a la locura del terrorismo etarra.
ARAMBURU FERNANDO. AÑOS LENTOS. Novela en torno a los comienzos de ETA, con un toque a meta literatura.
JAVIER REVERTE. UN OTOÑO ROMANO. Otro delicioso libro de viajes con la forma de un diario.
LUIS GOYTISOLO. DIARIO DE 360 º. Diario en forma de novela o al revés. En cualquier caso, magistral.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

UN OTOÑO ROMANO. JAVIER REVERTE.




  Siempre he dicho que, prácticamente, no he encontrado una profesión en el mundo adecuada a mi forma de ser. Ni médico ni bombero ni periodista ni juez ni policía ni astronauta ni nada. A todas les encuentro una pega insalvable. Sin embargo la de este tipo de escritor en el que se ha convertido Javier Reverte sí me apetecería. Pero claro, hay que ser Javier Reverte y de esos no hay muchos. Ganar dinero, irte tres meses a una ciudad como es el caso, vivir, contarlo y volver a ganar dinero. Es perfecto.
  El libro se hace a base de tomar notas, leer en libros historias y contarlas de manera divertida, comer en restaurantes y pasarnos el plato a sus lectores por el morro y darle a todo el conjunto una forma de diario. Es perfecto.
  Y creo que el secreto de Javier Reverte es el de cualquiera que sepa mostrarnos algo: su pasión por lo que cuenta. Es creíble y hace disfrutar a quien lo lee porque él también disfruta. Ya le tengo echado el ojo a su Diario de Nueva York. Misma fórmula, mismo éxito, mismo disfrute.
  Otro factor para que se lo pueda pasar bien leyéndolo es haber estado en Roma. Uno vuelve a recorrer con la imaginación las calles que paseó, las iglesias a las que entró, los museos que visitó, la comida que comió y la atmósfera que respiró. Yo he tenido la suerte de haber estado dos veces en los últimos cinco años. Y tiene razón que es preferible perderse por sus calles a ir con una guía determinada. La vez que más disfruté fue cuando estuve toda una tarde sin parar de caminar. O a lo sumo entrar a tomar un café para reponer fuerzas. El mejor café que he tomado nunca en parte alguna.
  Como siempre en estos libros nos habla de la historia, de los libros de referencia. Uno al que también me apunto por considerarlo el mejor sobre la ciudad eterna es Paseos por Roma de Stendhal. También hace un análisis de la figura de Giordano Bruno. “Extraditado a Roma en 1593 fue encarcelado largas temporadas durante los siete años que duró su proceso en las terribles mazmorras vaticanas de la prisión de Tor di Nona, en las orillas del Tíber. Sentenciado como culpable de herejía, el tribunal le condenó a la hoguera, bajo el papado de Clemente VIII, un siniestro pontífice enterrado en San Pietro in Vincoli sobre cuya tumba aparece un macabro esqueleto con una guadaña”.
  Y la comida… qué cosa buena hacernos recordar un momento irrepetible: sentarse a una mesa de mantel de cuadros, con un sol esplendoroso de mayo, viendo pasar a los turistas y con un profundo olor al orégano de la pasta saboreando un vino de la tierra. Pocas cosas hay más agradables. Y no puedo menos que agradecerle habérmelo hecho vivir de nuevo. Es un hombre al que no me importaría invitar a comer con una buena cerveza fría que sé que le gusta. O un buen vino.

viernes, 23 de diciembre de 2016

EL BIGOTE. EMMANUEL CARRÈRRE.




  En la contraportada de esta novela de mi querido Carrère se despliegan un montón de citas de críticos deshaciéndose en halagos. Hasta ahí bien. Me he leído casi todo de él y hasta ahora era así: de Carrère hasta los andares. Pero, como he dicho ya en más de una ocasión, la cosa se tuerce cuando un editor quiere sacar todo el provecho posible. Esta es una novela de juventud, primeriza, pequeña, insustancial, una novela que no llega a tal y que, como mucho, se le podría poner el apellido de relato. Ya tuve mis reticencias –me lo olí- cuando la editaron: año de creación, 1986, año de edición: 2014. Me resistí pero al verla en la Cuesta de Moyano a 8 euros hizo que me decidiera. Mi primera impresión era acertada. La novela no vale siquiera esos 8 euros.
  Un marido se corta el bigote y su mujer no se entera; normal. Mi hermano se arregló hace años una mella en sus paletas y cuando se lo arregló nos buscaba a toda su familia con la mirada para que le dijéramos algo: nadie se enteró. Cuántas mujeres vienen de la peluquería de gastarse un buen pellizco y sus maridos notan como mucho que se han peinado, o cepillado. La novela estira ese asunto anodino hasta la exasperación. Y uno sospecha enseguida que el tipo parece haberse vuelto loco. Y sufre sin que sus lectores, al menos yo, suframos lo más mínimo. Me da igual. El tipo se larga a China y se monta en un transbordador cruzando de un lado a otro. Y resulta que no habían estado en Java y resulta que su mujer, en fin, no quiero destripar nada, pero es que para mí no hay nada que destripar: me da igual.
  Si supiera el editor que sacar una novela de un autor de éxito supone hacerle bajar del pedestal de la excelencia, se lo pensaría más de una vez. Sí, seguiré leyendo a Carrère, pero ya no está en la cúspide, quizá en el parnaso, o como mucho en el parnasillo.

lunes, 19 de diciembre de 2016

FARÁNDULA. MARTA SANZ.





  Esta novela ganó el año pasado el premio Herralde. Me la habían recomendado desde diferentes foros y tenía ganas de leerla hacía unos meses. Y me ha ocurrido lo que pasa cuando las expectativas son muchas: defrauda. Es sobre el mundo del teatro, el mundo de la cultura, de la farándula. Valeria Falcón es una actriz que visita cada semana a Ana Urrutia, actriz en decadencia y con el síndrome de Diógenes. En torno a estos dos personajes van desfilando otros de este mundo. También, como dice la solapa, sobre el desprestigio de la cultura. Como dice la película El Ciudadano Ilustre que acabo de ver, a la cultura no se la debe ver como un utensilio raquítico que hay que proteger, no, la cultura es indestructible e inevitable.
  La verdad es que el tema me interesa: es muy actual. Habla de cómo se mueven los protagonistas de este mundo en torno a la política y a la reivindicación.
  Vamos a ver, he dicho que defrauda. Casi que lo voy a retirar. La novela está muy bien. La estoy repasando ahora mismo y tiene párrafos acertadísimos:
 “Valeria hizo un esfuerzo para verse a sí misma dentro de veinte o treinta años, y decidió que lo mejor sería volver a fumar, excederse con la ginebra y con las malas compañías, follar sin condón y no lavarse, comer pasteles y torreznos en las barras de los mesones, apoyar las nalgas en los retretes públicos, salir a la calle para aspirar bocanadas de dióxido de carbono. Pensó: Será mejor morirse pronto”.

  A veces me da por pensar estas mismas cosas si quitamos lo de sentarse en el retrete.

  Hace igualmente una radiografía exacta de los trolls que abundan por las redes, de los aspirantes a programas de realities, de la precariedad que va impregnando todas las capas excepto la capa del brillo de los que están más arriba, sostenidos por el compadreo y la corrupción.

  Da eco a las palabras que se pronuncian en estos tiempos hasta la arcada:

“Vete a vivir a Cuba, farsante, qué cómodo decir esas cositas con el riñón cubierto, Y encima el pueblo subvencionando vagos, Zapatero, a tus zapatos, Los artistas verdaderos no se meten en política, ¿Y tú dónde tributas, tuercebotas?, ¿cuál es tu paraíso fiscal?, es un actor malo, un mentiroso, una mala persona, Éstos son los cánceres y los chupasangres que deberíamos extirpar de la sociedad, Gorrón, comemierda, asesino, ¿Eres actor? Actúa y cállate la boca, ¡payaso!, Es un chulo fracasado y no le queda más recurso que decir gilipolleces, para intentar notoriedad, Un perfecto hijo de puta, Dando pábulo a lo que dice este fracasado mamón le damos de comer, Pero quién le pone atención a este tipo. Miren la cara de loquito que tiene. Ya en serio, no entrevisten a esta clase de personas, Hay que colgarle de los cojones televisivos, digo; cómo, pues sencillamente haciendo zapping cada vez que salga: Cago zurullos más inteligentes y atractivos que esta mierda de persona, De un mal actor, amargao de la vida e iletrado, ¿qué podemos esperar? Ni caso a este simplón, Este retrasadito tuvo una infancia difícil, sus padres no le compraban juguetes y así se ha quedado, una lástima con lo buen actor que es, Qué país, no puedes insultar al árbitro o al equipo rival en el Fútbol y sin embargo algunos comediantes de pacotilla nos insultan a todos, Debería ser fusilado sin juicio previo, vividor del cuento hasta el límite, Comunista capitalista que nos toma el pelo. Asco”.

  Ya, lo confieso, me ha gustado mucho, ya está. Y este párrafo pretérito me va a venir al pelo cada vez que tenga que lidiar (cada vez menos) con el ejército de pequeños trolls que hay por ahí. Es un espejo en el que, espero, se mueran de vergüenza al verse reflejados.
  Me pido para Reyes su Lección de Anatomía, basado en hechos… autobiográficos.