Acabada la lectura de lo último de Vargas
Llosa, El héroe discreto. A veces me asalta la duda de si un escritor se va
haciendo más talentoso con el tiempo y la experiencia, o se va volviendo más
previsible e infantil con la vejez. Las últimas tres novelas parecen escritas
por un Vargas Llosa juvenil, más plano y novelero que el Vargas Llosa de su
juventud, en el que podíamos leer obras de gran madurez y un calado profundo e
impecable. ¿Volveremos a leer a ese MVLL de la Guerra del Fin del Mundo? ¿Al de
los cuadernos de Don Rigoberto o al de la Fiesta del Chivo? En fin, yo lo dudo.
En ésta unos personajes ya conocidos; el
sargento Lituma, don Rigoberto, doña Lucrecia, Fonchito, y otros deambulan por
un Perú moderno y pujante en el que deben sobreponerse a situaciones mezquinas
y amenazadoras. Un hombre de provecho recibe un día una nota en la cual hay
dibujada una arañita y una extorsión. Y el hombre no se deja porque su padre le
había dicho en su lecho de muerte que “Nunca te dejes pisotear por nadie, hijo.
Esta es la única herencia que vas a tener”.
Cada vez me gusta menos leer lo nuevo de
MVLL, y cada vez estoy menos de acuerdo en su forma de ver el mundo. Esa forma
en que lo ven los señores respetables, los señores que tienen su patrimonio y
quieren a toda costa conservarlo, a toda costa. Los señores que ven en el liberalismo,
el sálvese quien pueda, la piedra filosofal de la sociedad moderna.
Cada vez me gusta menos leer lo último de
Mario Vargas Llosa pero cada vez que publique algo nuevo iré a la librería a
buscar su último libro como el drogadicto va a buscar su mísera dosis de
felicidad.
2 comentarios:
Fui un lector voraz de Vargas Llosa hasta “La fiesta del Chivo”, después he tenido esa sensación que tú describes: la de que sus últimas obras están muy lejos de la complejidad y hondura de “Conversación en la catedral” o “La casa verde”, tanto que MVLL hubiera hecho mejor no añadirle páginas a una carrera tan brillante y ya, me temo, cerrada en sus capítulos más sobresalientes. Además, me dicen quienes están al tanto de las distribuciones, que Alfaguara ha aprovechado la salida del “Héroe” para volver a poner en circulación “El sueño del celta”, y que se está vendiendo más. Misterios. Un saludo.
El Sueño del Celta tenía su interés. Era como un personaje real sacado del Corazón de las Tinieblas. Pero a diferencia de La Guerra del Fin del Mundo, al fin y al cabo una versión de Los Sertones de Euclides da Cunha, éste del irlandés se quedó en la superficie más efectista. Pero vamos, a mí no me disgustó del todo.
Un saludo.
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