miércoles, 20 de diciembre de 2023

DIARIOS MOLESTIA APARTE 2001-2005 y 2006-2010. IGNACIO CARRIÓN.


 

   No hace mucho leí el tomazo de sus diarios que compré por un euro. Menos mal que no tiene que ver cómo su gran proyecto, ¡con lo que le costó! Se vende de saldo en librerías de saldo. Bien es verdad que en otros canales de libros por internet lo he visto a casi cincuenta euros. El caso es que me gustaron por su sinceridad, por los temas tratados, por su valentía: como él mismo repite: uno debe escribir diarios como si ya estuviera muerto y para lectores que están muertos también. Pero claro, no estaba muerto ni sus lectores tampoco y se peleó con familia, compañeros y mundo. En algunas páginas de estos dos tomos se relata la suerte que corrió la publicación del tomazo. Un kilo y medio de papel (por lo menos se podrá vender al peso). Eso es justo lo que ha pasado al correr de los años. A la gente en general no le interesan estas cosas; a mí, sí.

  En estos dos tomos su ex es más ex y tiene una relación formidable con Chus, su mujer. Relación delicada con sus hijos. Sigue publicando libros con poco éxito y a veces le sale la vena de envidia cuando cuenta el éxito de algunos colegas. De Trapiello dice estar maltratando la pureza de lo que debe ser un diario según él: no elaborarlo demasiado, que sea más a vuela pluma. Yo me encuentro a gusto en ambas concepciones si veo calidad y en ambos la encuentro. Que no me hagan elegir entre papá y mamá. Todavía me quedan dos tomos de Carrión y los que quiera la vida darle a Trapiello que espero que sean muchos años y tomos. Nota: Trapiello esconde a sus criticados con equis o zetas o lo que sea; Carrión los deja al aire con nombres y apellidos.

  Genial las carátulas, complementarias, el malo y el bueno, el ángel y el demonio.

  De Juan Marsé dice que no le gusta la prosa florida, como a él, como a mí.

  Me gusta cuando habla mal de una novela, un ensayo y me gusta aún más cuando le gusta: sospecho que me va a gustar a mí. Así, acabado de leer su admiración por las memorias de Nadezhda Mandelstan, procedo a pedirlo por wallapop a un tipo que lo vende bastante más barato, nuevo.

  Cuenta cosas de cuando lo envían a reportajes. Y recuerdo vagamente haber leído uno sobre los burros en España. Me gustó. Cuando uno habla bien de algo, de lo que sea, es siempre interesante. Habla de un criador: “Cuando de niño le regalaron un Platero que él amamantó con biberones pero que inesperadamente le arrebataron dejándole una especie de hambre insatisfecha de asno que ahora sacia con creces y algún beneficio”.

  Observaciones atinadísimas sobre políticos: “Blair no es más que un sacristán de amén deseoso de una parte del botín y del protagonismo. Le sigue Aznar como un barrendero sigue a los caballos en un desfile militar”.

  Sobre los libros y las erratas: “Una errata puede arruinar un texto, como una mosca arruina la sopa flotando en el plato”.

  Pensamientos de otras lecturas: “Es fácil escribir tus recuerdos cuando se tiene mala memoria”. Schnitzler.

  Se vuelve a meter con mi querido Trapiello de vez en cuando: se lo perdono: “Trapiello en el jurado (Premio Nadal) ¿Dónde no estará este hombre?”.

  “No veo la diferencia entre envejecer bien o mal. Siempre se envejece mal”.

  “Si tuviera que elegir qué cualidad admiro más en un ser humano diría que el valor”… “De ahí que admire a los suicidas”.

  Hasta aquí el primer tomo. Luego podré las observaciones, subrayados del segundo. Están salpicados con fotos y dibujitos. Me parece muy bien. Edición cuidada de Reino de Cordelia.

  Diarios II, Molestia aparte.

  Unos pocos subrayados del anterior dueño. Los doy por buenos. Y una dedicatoria descubierta una vez comienzo a leer: “Para Sergio con afecto. I. Carrión. Mayo 15”. También la doy por buena.

  Una anotación inquietante: Bomba en la terminal 4 de Barajas. ¿Cómo no hacer concesiones políticas a los terroristas para que dejen de matar?”. No lo entiendo.

  “Una pareja de viejos tiene el mismo sexo”. Virgilio Ferreira. Una frase que da para una buena tertulia.

 Habla de algunos suicidados después de haber estado en campos de concentración: “No soportaron vivir después de sobrevivir”.

  Afea la actitud de la familia real cuando vienen los restos de los muertos del accidente de avión cuando venían de la misión en Afganistán. Injusta la crítica. Asquerosa. De haberlo tenido delante le hubiera palmeado la cara, con toda la mano abierta. Aún así, me sigue gustando su diario.

  Vuelve a insistir en faltar a Trapiello, otro rey: “Yo no le tengo ninguno (respeto) a alguien que ensalza a un escritor como Trapiello, redactor de un Diario que lleva años adulterando el género”. Me recuerda mucho a los puros de alma que criticaban a Camarón por no practicar el cante jondo y sagrado.

  Habla de Mis Premios, el libro de Thomas Benhard. Ganas de tenerlo y leerlo.

  Pronto a la Cuesta de Moyano. Allí creí ver el penúltimo de los tomos de los diarios. En la editorial Renacimiento.

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