martes, 14 de junio de 2022

CHAVES NOGALES. EL OFICIO DE CONTAR. MARÍA ISABEL CINTAS GUILLÉN.


   Uno de mayo. El Rastro. Preciosa y fresca mañana que ahora se añora más debido a estos calores insufribles. Madrid nunca ha tenido primavera; si acaso unos pocos días perfectos. La perfección se encuentra a veces pero es muy escasa. En un puesto esta autobiografía que quería leer desde el principio, desde que María Isabel Cintas y Trapiello lo sacaran del olvido de la historia y de la justicia. Ocho euros. Nuevo costaba veinticinco. Ha merecido mucho la pena.

  Aunque ya lo sabía he leído detalles interesantes de un personaje: Luis Gabriel Portillo. Portillo era catedrático de derecho en la Universidad de Salamanca y no se le ocurrió otra cosa que afiliarse al partido socialista el día 17 de julio del año 36. Claro, tuvo que salir por patas. Se escapó a Inglaterra porque estaba en las listas de la muerte. Allí se puso con el inglés de manera urgente y era el que traducía los discursos y escritos de Churchill, los cuales eran enviados a toda la América hispana. Vivió en el mismo edificio que Manuel Chaves para quien trabajó y se casó allí con una escocesa. Pues bien, andando el tiempo tuvieron hijos y uno de ellos fue Michael Portillo, que llegaría a ser ministro conservador y periodista famoso. Sí, es ese que está siempre de viaje, generalmente en tren y que sale siempre acompañado de una guía de viaje con mucha simpatía y poca capacidad para combinar los colores de su ropa. Tiene doble nacionalidad y a mí me cae bien.

  Dice Manuel Chaves Nogales: “Me fui cuando tuve la íntima convicción de que todo estaba perdido y ya no había nada que salvar, cuando el terror no me dejaba vivir y la sangre me ahogaba. ¡Cuidado! En mi deserción pesaba tanto la sangre derramada por las cuadrillas de asesinos que ejercían el terror rojo en Madrid, como la que vertían los aviones de Franco, asesinando a mujeres y niños inocentes. Y tanto más miedo tenía a la barbarie de los moros, los bandidos del Tercio y los asesinos de la Falange, que a la de los analfabetos anarquistas o comunistas”.

  Así no es de extrañar que este pedazo de escritor haya estado olvidado por unos y por otros durante tantas décadas.

  Cuenta María Isabel Cintas en alguna página que la idea del libro se la dio su maestro de ceremonias de trabajo de fin de carrera y que le habló de este periodista y grandísimo escritor olvidado. Y vaya si lo ha resucitado. Qué importante que unos estudios nos lleven a esta especie de milagro.

  “Para Chaves la novela que no reflejaba la realidad no era novela”.

  “Es bien sabido que en estos países totalitarios los medios de comunicación de masas fueron controlados por los respectivos Estados de forma directa, a través del Consejo de Comisarios del Pueblo de Rusia, el Gran Consejo Fascista en Italia y el Ministerio de Información y propaganda alemán”.

  Me pregunto si en estos tiempos Manuel Chaves Nogales también sería tachado de equidistante.

  “Chaves pasó a ser considerado enemigo por ambos bandos, las derechas y las izquierdas, los republicanos y los detractores de la República”.

No hay comentarios: