jueves, 1 de agosto de 2019

MARK TWAIN. VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO SIGUIENDO EL ECUADOR. 1. LA TRAVESIA DEL PACÍFICO.



  Debería haberlo sabido, o quizá lo había olvidado pero el caso es que Twain se llamaba en verdad Samuel Langhorne Clemens. En fin, yo creo que hizo bien cambiándose el nombre. Como decía aquél, el nombre define el destino de las personas. Porque Salmerón de haberse llamado Salmerín nunca habría llegado a nada etcétera.
  Este libro lo encontré en uno de los montones más atractivos de Campillo del Nuevo Mundo, en el Rastro. Lo agarré al instante por si alguien lo alzaba antes. De entre los cientos de libros archiconocidos y manidos aparecen de vez en cuando libros raros de ver como el presente. Y aunque no tenía muchas esperanzas de que me gustase, me ha alegrado más de dos o tres ratos.
  Se cuentan con cierto cachondeo las costumbres y las manías de las personas de los países que visita. Como gran viajero es también un gran observador. “En las colonias no son las dentaduras lo que más brilla. Un ciudadano me contó que no les emplastan las muelas, sino que las extraen y las ponen postizas, y que de tanto en tanto se ve una muchacha que tiene la boca completamente reconstruida. Puede considerarse afortunada. ¡Ojalá hubiera nacido yo con los dientes, el hígado y los forúnculos falsos! Mejor me iría”. Me río y lo suscribo.
  En Australia habla del drama de los aborígenes y de cómo les trataron los europeos recién llegados para cumplir penas de prisión apenas por nada. Eso sí que podía convertirse en una verdadera leyenda negra. Tremenda la caza a la que sometieron a los pobladores originales.
  También habla de la fauna tan especial. Y mienta al Dingo, el perro australiano ya desaparecido para siempre.
   Me ha gustado y si alguna vez encuentro el 2. O el 3. Lo compraré. Sobre todo sabiendo que el precio no pasará de los 2 o tres euros. Editorial Laertes. 1992.
  El libro lo he leído, cuando podía, mientras que pasábamos un fin de semana en un pueblecito de Soria, cerca de la presa del charco del Cura o llamada también Playa Pita. Un sitio boscoso y cuidado. Mientras, me entero de la muerte de mi primo V. Alguna vez, hace ya tantos años, le tuve un gran afecto. Hace ya tanto tiempo. El tiempo infinito en el que se ha sumergido para siempre. Yo le perdono.

No hay comentarios: