Me ocurre que siempre me digo que no voy a
comprar nada más de Pla. He leído mucho y creo que las editoriales quieren
explotarlo al máximo. Si hay algo firmado por Pla, a la imprenta. Eso fue lo
que me pasó cuando leí La vida lenta, que tanta publicidad le dieron. Lo mejor
es El Cuaderno Gris. Lo demás son satélites en torno a esa enorme obra de arte.
Pero he de decir que esta recopilación de artículos de viajes ha estado bien
sin llegar a entusiasmar. Como siempre, observaciones acertadas y divertidas, comparaciones
sorpresivas, puntos de vista únicos. Él es un tipo raro y especiales son las
cosas que encuentra allá por donde va: las cosas de los ingleses, cómo se lo
montan los noruegos, los suecos, todo, claro, de manera muy suya, muy
subjetiva.
“Lo más decisivo de un colegio es su base
económica, porque si existe se puede intentar hacer algo; de lo contrario habrá
que solicitar la aportación del Estado. La cultura, sin una base de dinero, es
impracticable. La cultura de los países pobres no ha creado más que parásitos,
aduladores y flagoneurs indescriptiblemente repugnantes. Ha creado un pequeño
mundo siempre utilizable y sin moral. La cultura no ha sido nunca la libertad. El
dinero puede ser –sin que fatalmente lo sea- el fundamento de la cultura y de
la libertad”.
Esto se lo comprarían sin duda en la
actualidad en los USA de Trump.
Digo que no volveré a comprar nada de Pla y
siempre sale algo nuevo y siempre pico. Porque Pla es eso, un divertido y
maravilloso punto de vista.
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