lunes, 10 de abril de 2023

PETER GAY. SCHNITZLER Y SU TIEMPO.

  Cuando descubrí que la película de Stanley Kubrick Eyes Wide Shut estaba inspirada en una novela de este autor austriaco y que se carteaba con Freud y con Zweig, quise saber más de él. Una mujer cerca de casa lo vendía y fui a por él. Me ha decepcionado un poco. En realidad el libro es sobre su tiempo. Al principio de cada capítulo pone una nota biográfica pobre y generalmente repetida: que el padre le encontró un diario siendo jovencito donde contaba sus cuitas amorosas y que le martirizó por eso un poco. No obstante el propio autor advierte de este hecho en el prólogo.

  Editorial Paidós. 320 páginas.

  Su época. Qué malas se muestran todas con respecto a la actual.

“cuanto más estudiamos los anales del pasado, más nos regocijamos de vivir en una época clemente, en una época en la que se aborrece la crueldad y en la que el dolor, aun siendo merecido, se inflige a regañadientes y por un simple sentido del deber”.

“Cuando a finales de siglo, el novelista alemán y eminente egiptólogo Georg Ebers empezó a padecer una serie de enfermedades (no todas de tipo histérico), su mujer lo cuidó durante veinte años y registró concienzudamente sus cuidados diarios. Pacientemente, le administró inyecciones de morfina y soportó sus gritos, vómitos y despedidas histriónicas”.

  He señalado algunos párrafos en los cuales el traductor, más bien los traductores, tres, no están muy finos. Cada vez le doy más importancia a una buena traducción.

  Una frase: “El amor –escribió en una carta a un amigo- no pertenece ahora a mi vida emocional, sino a mi higiene”. Creo que eso lo ha pensado cada hombre a una determinada edad. No olvidar que era médico aunque casi por imperativo del padre.

  “Es siempre la política, no la ciencia ni la cultura, lo que determina la atmósfera de un país”.

  ¡Aquella asombrosa novedad, la de viajar en tren, generó en gran medida la sensación de tener que asimilar más estímulos de los que uno era capaz, es decir, aumentó el nerviosismo”.

  Se dicen verdades como puños: un médico americano: “La masturbación es el camino más corto hacia la tumba”.

  Notas y bibliografía, poco más.

 

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