martes, 2 de marzo de 2021

Emmanuel Carrère. Yoga

 

  En este libro de Carrère el autor, Carrère, tiene una depresión y una crisis de creatividad. Se nota que lleva tiempo buscando con angustia el tema sobre lo que escribir. Va a ver a un maestro zen. Le cuenta que está fatal y que tiene pensamientos suicidas. Y, sorprendentemente el maestro zen le dice: “Tiene usted razón. El suicidio no tiene buena prensa pero hay veces en que es la solución correcta”.  Lo miró estupefacto.

  Al principio no me gustaba mucho porque se habla del yoga y creo que el yoga es interesante para hacerlo pero no para escribir sobre él. Pero luego cuenta cosas sacadas de la realidad: Un campo de refugiados en una isla griega, escenas sexuales; menos que lo que dan a entender entrevistas promocionales, noticias que le han impactado durante años, la locura y la depresión y las formas de atajarlo, de sus inseguridades a la hora de afrontar su labor de escritor. Me gusta porque es una especie de confidencia con el lector. A veces me siento reflejado: tiene la misma forma neurótica de plantear chorradas mentales. También del yoga: “...ninguna civilización como la india ha meditado al respecto tan profunda y acertadamente: la única tarea a la que debe dedicarse un hombre sensato es intentar salir del samsara, esa rueda de cambios y de sufrimientos que es la condición humana”.

    Es un libro ligerito. Como una figura de tai-chi. Tiene cosas para mí interesantes. Dice en alguna parte de la contraportada que es “un descenso a los infiernos”. No es para tanto. Tiene algunas pepitas no obstante: “Thomas Bernhard decía que escribir no es muy difícil, basta con inclinar la cabeza y verter todo lo que hay dentro sobre una hoja de papel”. Se nota que este libro lo ha sacado del desierto creativo en el que ha estado durante años. De hecho se habla también de eso. Debe ser un tormento pedirle a un escritor que haga una gran obra cada poco tiempo.

  Hay autores para mí que no importa lo que hagan: siempre acudiré a ellos. Y éste es uno de los que no importa de lo que escriban: sé que tarde o temprano iré a la librería como el drogadicto que va a un mercado de droga.

 


 

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