viernes, 25 de mayo de 2018

NÁPOLES, 1944. NORMAN LEWIS.



  Había leído ya algunos libros de Norman Lewis: Las crónicas de Viajes I y II: El expreso de Rangún, Genocidio y otros relatos y Misión en la Habana, Sevilla y otros relatos, editorial Altaïr. Escritos sobre viajes más que recomendables. Pero lo que me hizo buscar este libro, nada fácil de encontrar, fue que en el libro de María Belmonte, Peregrinos de la Belleza, se hablaba mucho y bien de él. Si uno lo busca en internet no será fácil encontrarlo y menos, barato. Sin embargo en la Cuesta de Moyano lo vi en el montón de a 3 euros como si no quisiera la cosa.
  Norman Lewis fue reclutado como oficial de inteligencia en la II Guerra Mundial. El método para esa recluta era por lo menos curioso. Si alguien sabía por ejemplo español, podía ser enviado a Italia porque ya se sabe que ambos idiomas se “parecen”.
  Era tan precaria la vida en la ciudad cuando llegó con el Quinto ejército americano que la población se había comido todo; incluso los peces tropicales que había en el zoológico. Los favores sexuales de las bellas mujeres napolitanas se vendían por menos de una lata en conserva de carne. La mafia ocupó el vacío de poder y las fuerzas de ocupación, los aliados, tuvieron que llevarlo como pudieron. Muchas veces colaborando con ella.
   Nápoles 1944, de Norman Lewis. Hacia el final del libro confiesa que se daba cuenta de que si le dieran la oportunidad de volver a nacer y de elegir el país en que hacerlo, elegiría Italia. Yo creo que también por lo poco que conozco.
  En 1944 se cuenta cómo sufrían las mujeres locales los embates de soldados de TODAS las nacionalidades: ingleses, americanos canadienses y estadounidenses, y los peores, los árabes “las tropas coloniales francesas están destrozándolo todo otra vez. Siempre que toman un pueblo o una ciudad, llevan a cabo el expolio de toda la población. Últimamente han violado a todas las mujeres de los pueblos de Patricia, Pofi, Isolotta y Morolo. En Lenola, que tomaron los aliados el 21 de mayo, violaron a cincuenta mujeres, pero no eran suficientes para todos, abusaron de los niños e incluso de los ancianos. Se ha informado de que es habitual que dos marroquíes violen simultáneamente a una mujer, uno practica el coito normalmente mientras el otro la sodomiza. En muchos casos les han causado graves daños en genitales, recto y útero”.
 “Al fin había afrontado la crudísima realidad del género de horror que impulsó a toda la población femenina de los pueblos macedonios a arrojarse por los acantilados para no caer en manos de los turcos que avanzaban, para escapar realmente de un destino peor que la muerte”.
  Es con diferencia el libro que más me ha gustado de él. Es como encerrar a un entomólogo en un hormiguero justo después de que un gigante de un fuerte golpe con una de sus botas.

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