Este
libro está escrito por un periodista que además es coleccionista. Hay libros
parecidos: Nooteboom y su libro de Tumbas de poetas y pensadores. O los autores
recopiladores de insectos o de biografías o de listas de cosas e ideas,
aposentos, como La Vida, Instrucciones de uso, de George Perec. Aquí se
coleccionan librerías a través de casi todos los países del mundo. Y, qué
suerte para Carrión que lo ha hecho viajando. Cuando yo lo hago, las veces que
lo he hecho, pocas para lo que me gustaría, una de las cosas más importantes
cuando visito una ciudad es ir a las librerías. Entro y, dependiendo de la
comodidad, puedo pasarme tres o cuatro horas sin ningún signo de hartazgo. Me
apasiona ver los libros. Tocarlos, olerlos. Entro en trance. Compraría cada vez
veinte, treinta libros, pero el bolsillo no da para más que para un par de
ellos, o cuatro o cinco, que es cuando salgo ya con verdadera carga en la
conciencia.
Este ensayo quedó finalista del premio de
ensayo Anagrama de 2013. En muchas de las librerías que describe he estado yo.
Y una de las más espectaculares, en la de Lello, en Oporto. Sí, la que sale en
Harry Potter. Da alegría cuando uno descubre, a partir de años acumulados de
lectura, que reconoce sitios, autores, libros, citas, historias. Es como cuando
uno escucha música clásica o cualquier tipo de música: se disfruta más cuando
ya la reconoce. (Ahora mismo escucho en Spotify el cuarteto nº 62 de Haydn y da
alegría descubrir que es el himno de Alemania, el maravilloso himno alemán).
Habla de Zweig y su Mendel el de los Libros, de 84 Charing Cross Road, de
Helene Haef, del último confín de la tierra, de E. Lucas Bridges, libros todos
apuntados ya para comprar y leer. Lo “malo” de leer libros como este es que
acaban pariendo otros muchos. Cómo dejarlos pasar.
Citas: “Mein Kampf no sólo convirtió a Adolf
Hitler en el autor de bestsellers por excelencia de la Alemania de los años
treinta, millonario gracias a los derechos de autor, sino que también lo hizo
sentirse escritor, pues esa era la profesión con que rellena la casilla
correspondiente de sus declaraciones de la renta desde 1925”.
“Difícilmente suscitaría atención el David de
Miguel ängel si se encontrara en el museo municipal de Adis Abeba y fuera una
obra homónima. En 1981 Doris Lessing, después de haber publicado con mucho
éxito El cuaderno dorado, envió a varias editoriales su nueva novela, con un
seudónimo de escritora inédita, y todas la rechazaron”. “El suicidio, la pobreza
o el contexto de escritura son la clase de elementos que a menudo se incorporan
al marcador”.
“En el ejemplar de Bartley el escribiente
Markson subrayó cada una de las apariciones de la frase “I would prefer not to”.
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