En alguna conversación alguien me confesó que
este libro había sido uno de los que menos le había gustado. Quizá el aire de
ensayo erudito espantó a la fémina que me lo dijo. El caso es que a mí me ha
gustado mucho. He aprendido bastante sobre un periodo tan interesante y oscuro
de la historia de España.
Este libro relata varias historias: la
llegada de los musulmanes a España y a Córdoba en particular. La historia de la
mezquita y la historia de varios personajes en su devenir. Es la primera vez,
yo creo, que leo un libro de Antonio Muñoz Molina centrado en la historia.
Siempre han sido novelas o libros de artículos. Es bueno también en esto. “Las
crónicas y las leyendas sobre la conquista musulmana de España sugieren siempre
una médula de traición para explicar el desastre: traición de los judíos, del
conde Julián, de los nobles y obispos hostiles al rey Rodrigo…”. El Conde
Julián: se dice que el rey Rodrigo forzó a su hija y que su padre lo traicionó
facilitando la entrada de los moros.
La historia de la mezquita es una de las historias
más tristes de los sucedidos en torno al arte. “Ya no es posible deleitarse con
plenitud y perderse sin remedio en la mezquita de Córdoba: la delictiva catedral
incrustada en ella desfigura y oscurece irreparablemente su espacio y abunda en
la peor escoria de las imaginerías barroca, como si el único propósito de
quienes la construyeron hubiera sido escarnecer la convicción islámica de que
la divinidad no puede ser representada sin sacrilegio”. Es decir; la iglesia,
engañando al Rey Carlos I dejó su huella imborrable por los siglos de los
siglos; nefasta huella. “Yo no sabía qué era esto, pues de haberlo sabido no
habría permitido que se tocase lo antiguo, porque hacéis lo que se puede hacer
y lo que hay en cualquier parte, y habéis deshecho lo que era singular en el
mundo”.
Se habla mucho de escritura y de lectura; de
memoria: “Los hombres libro de Ray Bradbury no son una invención futurista,
sino una cofradía dispersa por el Islam medieval”.