martes, 2 de junio de 2015

DOLORES PAYÁS. DRINK TIME!. En compañía de Patrick Leigh Fermor.




 
  A vueltas con Paddy.
  Dolores Payás, la autora de este librito (¿Cuánto dura su lectura? lo que una visita algo más larga que una de cortesía) es una guionista nacida en Barcelona y traductora de varios libros, entre ellos la estupenda biografía de quien nos ocupa, de la que hablé por aquí hace poco. En el año 2009 Dolores fue a visitar a Paddy en su casa de Kardamili, en la costa de Grecia. De esa visita nació una amistad que habría de durar solo un par de años más, hasta la muerte de él en el mes de junio de 2011. Nació una amistad y este reportaje encantador.
  En el libro se habla un poco del entorno geográfico de donde está plantada su casa. De lo que en un principio costaba llegar a un lugar sin electricidad ni agua. Se habla de las características de la casa, con sus ventanales, su gran mesa de mármol y sofás y sillones alrededor de una chimenea, las estanterías llenas de libros y la costumbre de infinidad de personajes empeñados en visitarle y pasarlo bien cantando, charlando y bebiendo, porque Paddy bebió hasta el final de sus días. “Aquí estamos, aquí estamos, ¿qué vamos a beber hoy, querida?”. Aunque era un bebedor, aparte de vinos y gin tónics, de palabras: “Paddy se emborrachaba más de palabras que de vino. Las palabras le intoxicaban…”.
   Creo que uno de sus éxitos en la vida, igual que Mandela, era tratar a todos por igual: tanto a un Rey como a la chica que trabajaba en su casa. Elpida. Cuando terminaba de poner la mesa se sentaba en la misma mesa y participaba como una más.
  Paddy era el perfecto anfitrión. Según Dolores, todo el mundo se sentía en su casa como el de uno mismo. Todo estaba dispuesto para disfrutar en todas las horas del día. Hasta los ochenta y tantos iba a nadar todos los días; por no hablar de las caminatas.
  Paddy, -cuánto me hubiera gustado conocerle- murió el 10 de junio de 2011 en su casa de Inglaterra. Sólo después de un cáncer en la garganta que le impedía ya hablar y ya casi ciego, se dejó morir.

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