domingo, 22 de marzo de 2015

FRANCISCO GONZÁLEZ LEDESMA. CRÓNICA SENTIMENTAL EN ROJO.





  He sentido de alguna manera la muerte de este escritor de novela negra; quizá porque me gusta mucho todo lo que escribe su hijo Enric González. “Un maravilloso padre que nos enseñó a reír en las dificultades”. Y a pesar de tener su novela, Premio Planeta del 84, -año mítico-, no había leído nada suyo. Ahora, como homenaje, he querido remediarlo.

  Tiene una manera peculiar de escribir este hombre. Una forma clara y ordenada de exponer los hechos y los personajes. Cosa que es de agradecer en la novela negra. Muchas veces uno pierde el sentido de los hechos y se va despegando poco a poco. El inspector Méndez es un tipo pasado de rosca, algo machista y muy leído. Su apartamento está forrado de libros y en su bolsillo siempre porta alguno. Piensa y expone reflexiones para explicar el mundo y la vida, y el lector comprende que asiste a la representación de un tipo con sabiduría y experiencia. 

  No hago más que leer novelas y  sin embargo es de las cosas que menos me gusta leer. Me es difícil dejarme engañar por la trama. Casi siempre me digo: no me importa quién haya matado a la mujer del pecho cortado. Me da igual que el principal sospechoso sea el que quiera mostrarnos, como tal, el autor. Pero éste, González Ledesma, es muy hábil a la hora de tejer las escenas para que el lector se vaya interesando. Al final, en esta mañana de domingo gris y desagradable de una primavera recién estrenada, me ha dejado atrapado y no he podido moverme de la cama hasta haberla terminado. 

  Frases que he remarcado:

 “La policía no cree en casualidades angélicas, aunque uno recuerde que el banquero Juan March se mató chocando en una carretera solitaria con el automóvil del presidente de Iberduero, o sea que se envistieron dos de los hombres más ricos de España”. 

“-Demasiados problemas. A veces no vale la pena ser rico. –Dijo Marta con voz opaca.
-Sí que vale la pena. Lo que ocurre es que el oficio del dinero es eso: Tiene complejidades y da preocupaciones. La gente cree que es sencillo, y se equivoca: no lo puede creer cualquiera. Ahora ya se empiezan a crear escuelas del dinero: cursos Master y toda esa coña- Pero oye lo que te digo: el dinero es instinto, lo tienes o no lo tienes. Y luego es técnica: lo dominas o no lo dominas. El que piense que por tener dinero lo tiene todo, va dado nena. Debe aprender a sufrir por él”.  

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