sábado, 28 de diciembre de 2013

HENRY DAVID THOREAU, WALDEN.



  Este escritor y ensayista estadounidense se fue a vivir durante dos años a una laguna, la laguna Walden, cerca de Concord, Massachusetts.  Se hizo su cabaña, se apañó con la alimentación, caminaba por los alrededores, recibía vistas, leía y escribía. Entre otras cosas este libro, considerado como el inicio del ensayo en América. Antes había escrito su famosa diatriba contra el Estado “La Desobediencia Civil”, debido a su encarcelamiento por no haber querido pagar impuestos porque consideraba que el gobierno no actuaba correctamente en la guerra contra Méjico y en las prácticas de la esclavitud.
  Las partes que más me han gustado del libro son su capítulo dedicado a “Leer” y unas observaciones que hace sobre una guerra de hormigas. Thoreau era un gran observador de la naturaleza, por ello, Edward o. Wilson del que leí hace muchos años su maravilloso libro “Viaje a las hormigas”, le dedicó una carta al comienzo de su libro “El futuro de la vida”.
  Leer: “Al fin y al cabo, ¿qué son los clásicos sino el registro de los mejores pensamientos de los hombres? Son los únicos oráculos que no han envejecido, y en ellos se encuentran respuestas a las preguntas más modernas, que ni Delfos ni Dodona podrían proporcionarnos”. Esto lo hubiera escrito un siglo después Italo Calvino en su “Por qué leer a los clásicos”.
  “El símbolo del pensamiento de un hombre antiguo se convierte en el discurso de un hombre moderno”.
  Y una frase con la que me he identificado en cierta manera y que corrobora las anteriores: “Alguien que acabe de leer uno de los mejores libros ingleses, ¿a cuántas personas encontrará con las que hablar de ello?”.
  Hay personas que saben estar solas y personas que no. Yo creo ser de las primeras porque cuando lo consigo, el estar solo, cosa nada fácil, experimento un estado de excitación y actividad que me acercan a la felicidad. Por supuesto uno para vivir así ha de tener un colchón familiar donde caer. Thoreau también lo tenía y después de su experiencia volvió con su familia. “Creo que es saludable estar solo la mayor parte del tiempo. La compañía, incluso la mejor, se hace pronto cansina y nociva. Me encanta estar solo. No he encontrado un compañero que me acompañe mejor que la soledad. Normalmente estamos más solos cuando nos reunimos con los demás que cuando  permanecemos en casa”.
  En fin , un descubrimiento de este clásico americano de mente clara e inteligente: “La superficie de la tierra es frágil e impresionable a las pisadas de los hombres, y lo mismo sucede con los senderos de la mente. ¡Qué deteriorados y polvorientos deben estar los caminos del mundo y qué profundos los surcos de la tradición y el conformismo!”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...


Diciembre de AniOViejgooo!!



~ ChiiiPx!!


Tu mirada "cruje
cuando Alzo "mi Vista,
te RebeLas, te SoNroJas...
EreS ImParAble!!

FrutaqueTokas
fruta que se DESpo.Ja!!

CabEallos con DesTreZa
girAn sobre TuBelleZa:
Um PUnTttOde"PArTiDa/ooo!!


Feliz NocHeVueNnna!!!

Hermi dijo...

Feliz año, querida anónima. Me daré un buche de gin perfumado a tu salud.