Hace muchos años mi hermano O., que es el que
menos lee, me recomendó un libro de montaña. Siempre me ha interesado ese mundo
como metáfora de la vida, del esfuerzo, de la superación. Las cumbres, los
paisajes, la nieve y el frío, la narración. Ese libro se tituló en español “Mal
de altura”. En él se contaba la desastrosa expedición al Everest en el año 96.
Krakauer iba como periodista dentro de un montón de gente inexperta que en el
descenso y ante una tormenta se disgregó. Murieron varios y otros quedaron con
secuelas de por vida. En un caos de personas, cordajes, tormentas, situaciones,
lugares, etc, Krakauer fue capaz de situar al lector por encima de todo
aquello, ver y comprender dónde se encontraba cada uno de los elementos de la
tragedia, como si de un dios se tratara.
Este libro narra la vida de Pat Tillman, un
joven triunfador, rico, feliz, que ante los atentados de las torres gemelas
decide alistarse en el ejército para salvar, vengar, proteger a su país. No son
estas palabras para ver si tuvo o no razón, el caso es que perdió la vida en
las montañas de Afganistán. Y no lo hizo a manos de terroristas despiadados y
sanguinarios. Lo hizo bajo los disparos de sus propios compañeros. Ese fuego
amigo que tantas vidas ha costado en todas las guerras.
Pero a mi entender este libro tiene otra
virtud: contarnos los antecedentes de las guerras en las que ha estado metido
su país, EEUU. Los antecedentes de las guerras frías y sucias entre EEUU y la
Unión Soviética. Irak, Afganistán. Guerras interminables, justificaciones
infinitas “Haqani y Bin Laden, los más prominentes lamentaban disentir de
Fukuyama y su afirmación de que la partida se había terminado y la democracia
liberal occidental había resultado vencedora”.
En el mismo prólogo, de Jacobo Rivero, está
el atrevimiento de decir que es “un relato periodístico donde hay paja y trigo”.
Es verdad, a veces puede llegar a ser un poco cargante el nivel de detalle en
el que nos introduce el autor pero al que le guste (levanto la mano) esa
prolijidad nos suena a música celestial.
He leído todo lo que ha publicado Krakauer en
español. Y seguiré comprando y leyendo cada cosa que se siga publicando. Jon
Krakauer, un periodista y narrador seguro de que va a gustarme.
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