Después de haber leído infinidad de citas y
pensamientos del célebre filósofo alemán, quería leer un libro que ahondara en
su vida y en su obra, y creo que éste es una buena elección.
Las conclusiones a las que llega muchas veces
una persona tan…, sabia, son a veces difíciles de tragar, y no porque sean o
parezcan mentira sino porque son amargas. Cosas de las que uno sospecha son
expuestas aquí sin ningún pudor: Dogmas y ceremonias que sirven para: “El fondo
de entero de tradiciones religiosas, que sólo sobrevive en tanto es sustentado
por costumbres y protegido por el poder estatal”.
“Si quieres conseguir
quietud de alma y dicha, cree; si quieres ser un discípulo de la verdad,
investiga”.
“El espíritu que vive en el hombre no es sino
una función del cerebro… Los pensamientos se comportan con el cerebro como la
bilis con el hígado, o la orina con los riñones”. Y Hermann Lotze añadía que
dichos pensamientos estaban poco “filtrados”.
En un día cualquiera de abril, mientras leía
este libro, apareció en la prensa la creación de vida artificial de un equipo
de científicos liderados por un español. Y es que estamos en el camino de
conocer qué es esto: “Si averiguamos cómo está hecho todo, estamos en
condiciones de imitarlo”.
Al contrario que los
animales, el hombre busca placer siempre. Pero el hombre, en busca de estímulos
cada vez más intensos, se aburre. Por eso inventa juegos y formas artísticas de
pasar el tiempo: pintura, música (“el mundo no tendría sentido sin ella”),
literatura…, por eso “La huida del aburrimiento es la madre de las artes”.
“Es un pensamiento
terrible saber que un sinnúmero de cabezas mediocres se ocupan de cosas
realmente influyentes”.
En el
libro se recuerda la pregunta que le hiciera el rey Midas al sabio Sileno
acerca de qué es lo mejor para el hombre. Esta es la respuesta del sabio:
“¡Miserable raza efímera,
hijos de la casualidad y de la fatiga! ¿Por qué me fuerzas a revelar lo que
sería más ventajoso para ti si quedara sin decir? Lo mejor para ti es imposible
de conseguir: no haber nacido, no ser, ser nada. Y en segundo lugar lo mejor
para ti es morir pronto”.
Paul Rée: “Tengo que
filosofar, y cuando ya no tenga materia para hacerlo, lo mejor para mí será morir”.
Y como nada más terminar un libro comienzo
otro “En casa” de Bill Bryson, (nunca decae el apetito) hay un personaje que
coinciden en ambos: Thomas Carlyle. En
el libro de Bryson se dice que el historiador disponía para él y su mujer de
una criada que trabajaba incontables horas por una miseria de salario. Pero,
claro, eran otros tiempos. Y coincide con un hecho clave en la historia de la
humanidad: solo las sociedades basadas en la esclavitud, alcanzaron grandes
metas. Es triste pero así es.
“Has de saber que este universo es lo que
pretende ser: un mundo infinito: nunca intentes tragarlo confiado en tu fuerza
de digestión lógica; más bien has de estar agradecido si tú, hundiendo con
habilidad este o aquel poste firme en el caos, impides que este te trague”.
Thomas Carlyle.
Nietzsche acabó encerrado en un manicomio
abrazando el cuello de un caballo o de un unicornio. Está claro que le falló la
sujeción y se lo tragó el universo.