Ayer la comunidad
cristiana estrenó un nuevo Papa. Y van doscientos y pico. Este delirio de esta
religión, de cualquier religión ¿es muestra de la debilidad del hombre ante el
sinsentido del mundo o es su fortaleza?
El anterior Papa se
fue seguramente asqueado de aguantar a los que debían guiarle, asesorarle y
quererle. Estos días se ha difundido un
video en el que se puede ver una recepción en Alemania en la que varios cardenales
le niegan el saludo. Digamos que más de la mitad. http://www.youtube.com/watch?v=e9bUUAAErKQ
El periódico ABC dice que eso no fue así, que fueron los que le dieron la mano
los que equivocaron el protocolo. En cualquier caso, vaya fallo estrepitoso
para una institución experta en protocolo durante más de dos mil años.
El nuevo Papa es
jesuita, argentino y sensible con la pobreza. En esencia y literariamente hablando este Papa se parece a Marco, el de Mi mono Amedio y yo. Sus padres eran emigrantes italianos. Dicen que fue muy condescendiente, por decir
algo, con la dictadura de Videla. ¿Por qué será que a la iglesia siempre le han
parecido cierto tipo de dictaduras, benéficas?
En fin, de momento
dicen que va en autobús, recoge sus propias maletas y paga sus facturas. Nada
más que por eso ya hay que darle un voto de confianza. A ver si a todos sus
seguidores aquí en España, a los que tienen el poder, se les cae un poco la
cara de vergüenza.
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