lunes, 20 de septiembre de 2010

20/09/2010


El sábado la etapa de la vuelta acabó en la Bola del Mundo. Hubo un duelo épico entre Mosquera y Nibali en las durísimas rampas finales. Yo lo he subido a pie y puedo asegurar que en algunos tramos casi hay que utilizar las manos. En la cumbre, en invierno, puede haber una climatología ártica. Bajísimas temperaturas, fuertes vientos, metros de nieve. Hay también un control de retevisión en el que trabaja diverso personal técnico, de servicio y de seguridad, Guardias Civiles. Uno de ellos, hace muchos años, contó que una noche especialmente de perros, aparecieron dos jóvenes prácticamente congelados. Varias personas del centro intentaron reanimarles pero no reaccionaban. Empezaron a darles bofetadas, refriegas de alcohol. Nada; no conseguían sacarles ni media palabra. Les dieron copas de coñac; muchas, y nada. Sólo más tarde, para sorpresa y vergüenza de todos, vieron que los pobres eran mudos, de nacimiento.

3 comentarios:

Chuchuik dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

como se dice en mi pueblo: me he cagado de risa.

(en este caso es solo una expresión)

^^

Alan Cipiran dijo...

Yo conocía un chiste negro sobre mudos, bastante retorcido, que trataba de un concurso de torturas, el cual lo ganaba, quién pudiera soportar más y sin gritar. Evidentemente ganó el mudo. je!

Saludos.

Hermi dijo...

Me alegro que les haya gustado. No es un chiste; aún debo tener por ahí el recorte de prensa.
Saludos.