lunes, 7 de septiembre de 2009

Gerard de Nerval




Su madre murió cuando él era un niño. Dicen que su espíritu viajero y literario pudo desarrollarse por el hecho de que sólo conocía las palabras de su madre a través de la lectura de sus cartas. Además de que recibió una importante herencia de su abuelo, que le facilitó recorrer gran parte de Europa, sobre todo Italia. Luego, conoció la bohemia parisina.
Fue un espíritu atormentado que escribió Aurelia (1955) –una mirada a la locura-, pero se dio a conocer por la traducción de Fausto.
Debía ser un tipo extraño y divertido. Paseaba langostas por los jardines de París. Si le preguntaban respondía que todo eran ventajas: “no ladra y además conoce los secretos del mar”
El cordón con el que se ahorcó de una farola en una sórdida calle de París, había sido exhibido días anteriores a sus amigos: “ha sido de la reina de Saba”.
Conoce a una actriz, Jenny Colon. Para ayudarla en su promoción, funda una revista de lujo. Se arruina. Pasea una noche por las calles de París. Se detiene, mira una estrella y se desnuda. “La imaginación humana no ha escrito nunca nada que no sea verdad. Derramamiento del sueño en la realidad”

El veinticinco de enero de 1855, escribió una carta de agradecimiento a su tía: “No me esperen. Esta noche será blanca y negra”. Tenía cuarenta y siete años.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oh! Gerard de Nerval fue atormentado en el manicomio, porque habría que ver cómo funcionaban los manicomios de ese años, no volvió a ser el mismo al salir poco antes de usar el cordón.


"Yo soy el tenebroso, -el viudo, -el desdichado,
el príncipe de Aquitania de la torre abolida:
mi sola estrella ha muerto, -y mi laúd constelado
ostenta el negro Sol de la Melancolía.

En la noche de la tumba, tú que me has consolado,
devuélveme el Posílipo y el mar de Italia,
la flor que tanto gustaba a mi corazón desolado,
y el ramaje donde la vid se une a la rosa.

¿Soy Amor o Febo?… ¿Lusignan o Biron?
Mi frente aún está roja del beso de la reina;
he soñado con la gruta donde nada la sirena…

Y dos veces vencedor crucé el Aqueronte:
modulando por turno en la lira de Orfeo
los suspiros de la santa y los gritos del hada."

saluditos!