A Jorge Cuesta, escritor Mejicano nacido en 1903, le llamaban el alquimista por ser amante de las letras a la vez que de la química.
Cuesta fue un niño solitario y triste. De pocos juegos.
Estuvo investigando, muy en serio, las encimas que pudieran manipularse para conseguir la eterna juventud. Tan en serio se lo tomó que comenzó a perder la razón. Aunque dicen que fabricó unos polvos que mezclados con el vino producían algo parecido al vino. Y encima bastaba tomar esa bebida para poder ingerir alcohol sin embriagarse. De ser verdad y vivir ahora, se podría hacer millonario.
También existe la leyenda de que se inyectaba líquidos obtenido con fermentación de frutas y extractos de marihuana. Utilizaba su cuerpo como un conejillo de indias.
Escribió ensayos sobre política, educación y economía.
Aunque en vida sólo publicara una antología de poesía y algún panfleto político, fue considerado con el tiempo como “el más armado del grupo de los Contemporáneos”.
Un día escribió una frase en un papel. Estaba en un café. “Porque me pareció poco suicidarme una sola vez. Una sola vez no era, no ha sido suficiente.”
Se suicidó en 1942. En un descuido de los enfermeros del sanatorio mental en el que estaba internado, se anudó al cuello sus propias sábanas y se colgó de los barrotes de su cama. Tenía 38 años.
2 comentarios:
Uno de los mejores del grupo Contemporáneos. Gracias por recordar a este enorme poeta mexicano.
Un gusto recalar en tu casa.
Saludos...
Muchas gracias Ángel. Esto pareciera más el tirar botellas al mar y que alguien encuentre el mesaje dentro. Y nada menos que a Méjico. ¡Qué milagro me sigue pareciendo!
Saludos...
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