sábado, 2 de mayo de 2009

EL FACTOR HUMANO. JOHN CARLIN.



Acabo de leer un libro maravilloso, emocionante, optimista, en el que, al menos a ratos, he vuelto a confiar en el corazón bondadoso del ser humano. Lo he leído en dos tardes. Bueno, en dos tardes y una noche porque de madrugada, obsesionado y acelerado con las imágenes del estadio de rugby abarrotado, he seguido leyendo hasta el final, exultante como hacía tiempo que no me sentía leyendo un libro.
No soy amante especial del rugby y éste no es un libro sobre el rugby. Es un libro sobre la milagrosa transición política y social de un país, Sudáfrica, a manos de un hombre cuya voluntad y fuerza no pudieron doblegar ni siquiera veintisiete años de reclusión: El preso 46664, Nelson Mandela.
Ya elegido presidente supo que no sólo debía cambiar el resentimiento de los que habían sido segregados durante generaciones sino también la de los blancos, víctimas también de su deformada manera de estar en el mundo. Mendela supo ver que debía inyectar en su sociedad toda la pasión y todo el Factor humano necesario para salvar tantos obstáculos y supo ver que si era capaz de que todo el país sintiera como propio los colores de la selección nacional sudafricana de rugby, tendría mucho ganado. Y lo consiguió.
Es emocionante el pasaje, entre otros, en el que se describe la primera vez que los miembros de la selección –todos blancos menos uno-, grandes como montañas, con lágrimas, entonan el recién estrenado himno, con letra de reivindicación negra, el Nkosi Sikeleli Africa.

http://www.youtube.com/watch?v=H8iZ8jIqrQo&feature=related.

O cómo, la población negra, que hasta entonces había apoyado a las selecciones extranjeras, fue capaz de sentirla como propia.
La final del campeonato del mundo se jugó entre Sudáfrica y Nueva Zelanda, considerada como la más potente que había existido. Y sólo hasta el final no se supo quién podía ganar. Un guión propio de película en el que todos lloraron y se abrazaron, blancos y negros, amigos y enemigos.
La película ya se está rodando. Por cierto ¿Quién podría interpretar mejor el papel en la gran pantalla? Exacto, Morgan Freeman. ¿Y el director? Clint Eastwood. Hasta su estreno, esperaremos.

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