sábado, 28 de febrero de 2009
JEAN AMERY
"Quien ha sufrido la tortura, ya no puede sentir el mundo como su hogar. La ignominia de la destrucción no se puede cancelar". Esto dice Améry en Más allá de la culpa y la expiación.Una vez liberado de Auschwitz consagró lo que le quedaba de vida a intentar explicar lo inexplicable. Varios son los autores que señalan la precariedad de comunicación de los que regresan del horror; ya sea de las guerras o de los campos de exterminio. Jean Amery se siente culpable de ser un superviviente. Tanto que se metamorfosea en otro ser con otro nombre: de Hans Mayer a Jean Améry.Jean Amery no adorna en absoluto sus ensayos y sus textos autobiográficos. Son libros ásperos y que muestran al desnudo la condición humana en unos tiempos tan negros para la humanidad. Habla de la vejez sin concesiones a cualquier ventaja o prestigio. Habla del olvido de la sociedad hacia el dolor.
Al final de su vida escribe un ensayo sobre el suicidio: Levantar la mano sobre uno mismo. En la primavera de 1978 se toma un frasco de barbitúricos y muere en Salzburgo. Cómo se puede uno matar en primavera en la ciudad de Mozart.
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