jueves, 25 de septiembre de 2025

UN HIPSTER EN LA ESPAÑA VACIA. DANIEL GASCÓN.

  Fui al Rastro a comprar un libro en la plaza del Campillo del Mundo Nuevo pero no lo tenía: el último de Scurati que aún no tenía. Precisamente no lo tenían y como no pensaba volver no lo encargué. El caso es que eché un vistazo al montón de Penguim y vi este del periodista Daniel Gascón y cuando me dijo el precio, cinco euros, decidí llevármelo. Por si me quedaba sin lectura en los días de vacaciones. Efectivamente acabé pronto el de Levi-Strauss y lo comencé acabando dos días después. El libro se podría resumir como un artículo simpático o un chiste largo y algo cándido. Como el del argentino que se va a Laponia para ser feliz en el frío y la nieve y acaba desquiciado.

  Un tipo llega a un pueblo de Teruel y lo que al principio parece amable y divertido se convierte en brusco y aburrido. Para ello también ridiculiza (y me parece muy bien) el mundo woke que nos toca sufrir. Salen Vox, Thumberg o el cambio climático.

  “No fue el hombre quien domesticó el trigo, sino el trigo el que domesticó al hombre. Somos prisioneros de la agricultura”. Lo dice en boca de Harari pero, vaya, que de momento el trigo no nos come aunque nos esclaviza un poco si queremos comer.

  Sobre la cultura y la cancelación del pasado: “Pidieron que se retirase Lolita de las bibliotecas municipales de la zona. No estaba en varias, así que consiguieron que se comprara (en bolsillo) y se retirase después; toda una declaración de principios. Es un ejemplo de la vibrante sociedad civil que podemos ver en la España vacía”.

  He leído con gustos muchos artículos de Daniel y he asistido a algunas presentaciones en las que participaba él pero con este libro se ha lucido conmigo. No me ha gustado. Sí, sé que ha querido ser frívolo y desenfadado pero de la sonrisa caída no he pasado. Y lo siento. Pero bueno, no se le pueden pedir más a cinco euros.


 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

TRISTES TRÓPICOS. CLAUDE LÉVI-STRAUSS.


 

Este libro lo tengo desde el año 1994 y he querido volver a leerlo. Cuando lo leí (no era mi tiempo de leer este libro) no tenía las suficientes referencias para sacarle partido. Ahora tengo unas pocas más. Por ejemplo: nada más comenzar, el autor del prólogo, el profesor Manuel Delgado Ruiz, es el tertuliano durante años en el programa de Julia Otero. Por cierto magnífico prólogo: erudito pero sin pedantería y con grandes referencias a otros etnólogos y viajeros.

  Nada más empezar una afirmación contundente que me recordó el comienzo de la autobiografía de Agassi: “Odio el tenis”. Aquí: “Odio los viajes y los exploradores”. Toda una declaración de intenciones.

  El libro es el resumen de toda una vida viajando y explorando, estudiando a otros seres humanos. “Cada hombre lleva en sí un mundo compuesto por todo aquello que ha visto y amado, adonde continuamente regresa, aun cuando recorra y parezca habitar un mundo extraño”: Chateaubriand.

  La descripción de uno de los últimos indios habitando las tierras de California: “Descubrieron un día al indio desnudo y casi muerto de hambre a la entrada de un arrabal. Terminó apaciblemente su existencia como portero de la Unoversidad de California”. Fue un cazador, quizá el último gran cazador.

  “Generalmente se conciben los viajes como un desplazamiento enel espacio. No basta. Un viaje se inscribe simultáneamente en el espacio, en el tiempo y en la jerarquía social”.

  “Desnudas e incapaces de volar, las aves semejan pollos listos para el asador y disfrazados con un pico tanto más grande cuanto que el volumen de su cuerpo se ha reducido a la mitad”. Los indios utilizaban las plumas para su adorno: ángeles naturales decían.

  “Ninguna sociedad es perfecta. Todas implican por naturaleza una impureza incompatible con las normas que proclaman y que se traduce concretamente por una cierta dosis de injusticia, de insensibilidad, de crueldad”. “Ninguna sociedad es profundamente buena; pero ninguna sociedad es absolutamente mala”.

  “Existía un hombre natural; dentro de ese hombre han introducido un hombre artificial; y en la caverna se lanzó a una guerra continua que durará toda la vida".

  “Con el neolítico, el hombre se puso a resguardo del frío y del hambre; conquistó el tiempo disponible para pensar; sin duda, luchó mal contra la enfermedad, pero no es seguro que los progresos de la higiene hayan hecho algo más que proyectar cobre otros mecanismos (grandes hambres y guerras de exterminación) la carga de mantener una medida demográfica a la que las epidemias contribuían de una manera no más espantosa que las otras”. La epidemia y las guerras purificadoras como el fuego.

  Este libro fue dado a la publicación en el año 1955. Es verdad que como su nombre indica el autor es judío pero parémonos a pensar qué pensaba un hombre culto del mundo musulmán: “Conozco demasiado bien las razones de ese malestar que sentí frente al islam: en él he vuelto a encontrar el universo del que vengo; el islam es el Occidente de Oriente. Más precisamente aún, tuve que encontrar al islam para medir el peligro que amenaza hoy al pensamiento francés. No perdono a aquél el hecho de presentarme nuestra imagen, de obligarnos a comprobar hasta qué punto Francia se está convirtiendo en musulmana”. Recordemos; 1955.

  “Los hombres han hecho tres grandes tentativas religiosas para liberarse de la persecución de los muertos, de la malevolencia del más allá y de las angustias de la magia. Separados por el intervalo aproximado de medio milenio, han concebido sucesivamente el budismo, el cristianismo y el islam; asombra que cada etapa, lejos de marcar un progreso sobre la precedente, muestre más bien un retroceso”.

  “La revolución racional es inversa a la de la historia: el islam ha cortado en dos un mundo más civilizado. Lo que le parece actual pertenece a una época ya pretérita, vive en un desplazamiento milenario”.

  El libro es una preciosa edición de Círculo de Lectores con papel de gran gramaje y bien cosido. Pocos libros se hacen ya así de bien.

lunes, 8 de septiembre de 2025

LOS ÚLTIMOS DÍAS DE EUROPA. ANTONIO SCURATI.

 Tercer tomo de la apasionante historia de Mussolini y Europa. Para contarla, creo que ya lo he dicho para los otros dos tomos, el autor emplea diarios, periódicos, notas, partes de guerra, manifiestos.

  Comienza en 1938. España se desangra en una guerra entre hermanos que para el dictador italiano es una guerra anti bolchevique. Su ayuda a Franco para ganar la guerra, entiende él, es una de sus más brillantes victorias. Hitler asume que Europa debe quedar bajo su entera influencia. Hace táctica con Rusia para la no intervención sabiendo que tarde o temprano la atacará. Mussolini duda de implicarse poco o mucho. Amantes, ministros, hijos e hijas, amigos y enemigos, dignatarios extranjeros. Todos desfilan por turno en esta saga más que impresionante. Para cada uno una pequeña reseña llena de información. Goebbels: “Hijo de un empleado de fábrica, cojo por deformidad congénita conocida por pie equino, fue rechazado para el servicio militar obligatorio y, por tanto, se doctoró en Literatura con una tesis sobre el romanticismo alemán”.

  Ciano, ministro de exteriores de Mussolini y yerno de su hija mayor dice: “no debe temer Francia porque se trata de un pueblo arruinado por el alcohol, la sífilis y el periodismo”. Luego decimos que éste tiene mala fama sólo ahora.

  Un párrafo que me ha hecho gracia, por ese humor tan de Óscar Wilde en Marruecos. “Abajo en la plaza había empezado la carrera de asnos. Es el interludio cómico y el público lo disfruta entre risotadas obscenas escandalosas, Las bestias de carga no quieren saber nada de transformarse en corredores: se quedan clavados, dan coces, se alimentan de la hierba de la pista de carreras, y uno incluso se vuelve sobre sus pasos hacia el punto de salida”. Y un subrayado: El fascismo y los problemas de la raza, por supuesto inspirado en la de los alemanes: Manifiesto de los científicos racistas. Si se quiere se puede. Los expertos están dispuestos a lo que haga falta.

  Cuántas similitudes entre Hitler y Putin. “Hitler no solo no se detendrá, sino que querrá tomarse la revancha de Versalles (Hundimiento de la URSS) persona a persona, nación a nación”. Sudetes, Crimea. Cesiones, aplazamientos, a ver hasta cuándo.

  Un recuerdo para la frase más icónica o de las más icónicas de Churchill: “Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra. Elegísteis el deshonor y ahora tendréis la guerra”. Conferencia de Múnich. 1938.

  En política se miente. Se miente todo el rato. En los preliminares de una guerra se miente más. Entre Inglaterra e Italia hay contactos para saber a qué atenerse. No se fían. Parece que Italia no se va a involucrar pero cuando Chamberlain llega a Londres “ordena hacer planes para atacar los primeros para aniquilar la flota italiana, provocar una colosal derrota militar, barrer toda base de consenso con el régimen fascista. En eso consiste el plan inglés ratificado ahora por Neville Chamberlain”: first strake.

  Sacado por qué no de Tolstoi: “Cada familia, es bien sabido, tiene su propio, peculiar e infalible para la infelicidad”.

  Este domingo me fui al Rastro a, sobre todo, comprar el cuarto tomo. No lo voy a leer aún pero necesito tenerlo ya. Editado el año pasado narra los años fatídicos a partir del año 40. “La hora del destino”.

  Comienzo ahora un libro que es un clásico de la antropología y el viaje, los Tristes Trópicos de Levi Strauss. Lo tengo desde hace treinta años y me he dado cuenta que era demasiado joven para leerlo entonces. Ahora es diferente. Resulta que el autor del precioso prólogo, desconocido entonces, es nada menos que el tertuliano de Julia Otero durante años: como uno de la familia: Manuel Delgado, de la universidad de Barcelona. Cuando lo termine caerán dos o tres más. Luego, sin interrupción las más de setecientas páginas del último de Scurati.