lunes, 18 de agosto de 2025

FUERA DE JUEGO. EMMANUEL CARRÈRE.

  

  Después de la “historia” pura, que es así como considero los libros de Scurati sobre Mussolini, he querido leer algo ligero, una novela. Se la compré a un argentino en una papelería de barrio. Vende todos los usados a 3 euros. Lo compré sólo por ser quien es el autor.

  Apenas tenía poco más de treinta años y con esa edad normalmente aún haces pruebas, experimentos. La novela es algo confusa. Y lo hace aposta como declara al final. Trata de una mujer que se ha separado y se da al juego. Tiene un niño pequeño al que descuida. Es profesora y esta quemada, algo perfectamente normal. Un día va al casino y prueba con la ruleta. Su perdición. Tiene una herencia a la que quiere poner finiquito lo antes posible. Ganando o perdiendo, le da igual.

  A mí me ha aburrido. Aún le faltaban muchos años para que llegara a ser el gran Carrère en el que se convertiría con El adversario.

  Ni para lectura de verano. Comienzo el libro que citó el juez Marchena en su libro. Vigilar y castigar de Michel Foucault. Una de cal, blandita, y otra de arena, dura.

No hay comentarios: