miércoles, 8 de enero de 2025

LEILA GUERRIERO. LA LLAMADA. UN RETRATO.

   Ayer tarde terminé la primera lectura del año, nombrado mejor libro del año 2024 en algunos periódicos: La Llamada, de Leila Guerriero. Me ha gustado mucho y lo sabía, quería que esta primera lectura fuera con garantías. Me ha recordado a veces esa película japonesa de Kurosawa en la que un crimen es visto desde varios puntos de vista. Una mujer joven y embarazada es secuestrada por la dictadura argentina en los años setenta e internada en la ESMA, la Escuela Mecánica de la Armada. Y hace su retrato. Al igual que en la película del japonés el juicio es visto por un budista, un leñador, un peregrino y un sacerdote, en el caso de Silvia Labayru, es vista desde su propio punto de vista, amantes, hijos, maridos, padres, etc. Y poco a poco, a base de entrevistas, documentación, otras obras, va reconstruyendo una vida que hasta hace poco era prácticamente desconocida para convertida en una obra de arte excelente.

  Y también me ha recordado una obra estupenda de teatro vista hace pocos años: una especie de juicio a la vida y obra del Che Guevara. Para qué todo aquel sacrificio. ¿Mereció la pena? ¿Había cambiado el mundo después de provocar miles de muertos? Esto le contó Silvia a Leila: “Sentíamos que íbamos a cambiar el mundo. Que nuestra vida era superapasaionante. Creíamos que venía el hombre nuevo, todo parecía una coreografía de película. Nos vestíamos con vaqueros y pelo largo. Queríamos formar parte de esa mística revolucionaria, de los hermanos latinoamericanos”. Y añade la autora: Por la forma en que lo dice, queda claro que ya no cree en nada de eso.

  “La gente con hijos tiene una existencia fácil, casi no puedes pensar en el suicidio durante años… Tengo hijos, no tengo preguntas sobre el sentido de la existencia”.

  En un momento del libro hablan de la crisis que suelen tener las mujeres en la menopausia. Y habla de que toma un medicamento milagroso hecho a base de hormonas sintéticas, la “tibolona”. Se lo comento a ella por si aca. “Se utiiza para atemperar síntomas de la menopausia –sequedad vaginal, sofocos- que les recomendó un ginecólogo.

  “Sé que los únicos paraísos no vedados al hombre son los paraísos perdidos”.

  “Yo sé, todos saben, que la derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no merece”.

  Silvia solía poner frases ingeniosas en su Facebook. Esta me ha hecho gracia: “El pero es el mejor amigo del hombre. Pero el gato jamás le dirá a la policía dónde está la marihuana”.

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