viernes, 1 de agosto de 2025

LA SUBASTA DEL LOTE 49. THOMAS PYNCHON.


  Terminé los dos días de lectura que he gastado en leer La subasta del lote 49, de Thomas Pynchon. Durante décadas he oído cosas interesantes de esta novela del escurridizo escritor norteamericano. Lenguaje laberíntico, publicada allá a mediados de los sesenta. “El lector tiene que poner de su parte”, “Se debe leer con gran concentración”. Se lo compré a una mujer de Móstoles junto a otros cuatro, “un lote” en el que este me ha parecido el peor. ¿Por qué se han empeñado los escritores en un determinado periodo de la historia en querer confundir al lector? No, oiga, cuénteme una historia bonita o fea, cruel, insoportable si quiere, pero que sepa  qué me quiere decir. “Usted no es lo suficiente inteligente para leer mis libros” parecen decir. Pues allá ellos. La mujer (estuvimos unos instantes hablando) me dijo que no había podido pasar de tres o cuatro páginas. Ahora la he entendido. En la novelita la señora Maas recibe una carta donde se dice que ha sido nombrada albacea de un ex el cual tenía una inmensa fortuna. Hasta ahí vale. Pero a partir de ahí hay un lío de personajes, de reflexiones, de historias y sub-historias que parecen no tener nada que ver con la trama.

  Recuerdo hace un montón de años, seguramente a mediados de los noventa, cuando compraba religiosamente todos los domingos El País, cuando era un diario serio y donde leía igualmente el Babelia, seguramente leería una reseña entusiasta cuyas ondas me han llegado hasta ahora. Bueno, pues después de Vineland, fracaso, y ahora esta, se acabó Pynchon.

  Dicen que estudió literatura con el gran Nabokov. Está claro que siguió su propio camino, aunque he de decir que alguna obra del ruso también me costó lo suyo. En cualquier caso él no recordaba al joven americano.

miércoles, 30 de julio de 2025

DOÑA PERFECTA. BENITO PÉREZ GALDÓS.

  En la última feria del libro de Recoletos vi el ejemplar de Vargas Llosa dedicado a nuestro “garbancero mayor”.  Fui a ver su presentación, la de Vargas Llosa, como dije, junto a Trapiello. En uno de los últimos veranos de su vida (aunque él no lo sabía, claro) decidió leer las obras completas del canario. No lo compré entonces porque supuse que lo encontraría al poco en el Rastro o en alguna feria a mitad de precio, como así fue.

  En el capítulo dedicado a esta novela se dice que es una obra maestra. Esta novela pertenecía a mi padre de cuando cada vez que llamaba al timbre un vendedor éste tenía muchas posibilidades de vender su mercancía, aunque bien sabía mi padre que jamás abriría una página de dichos libros. Este pertenecía a un lote con varias de las mejores novelas de Galdós. “Para cuando mis hijos sean mayores” pensaría.

  “La novela es una crítica muy severa a la realidad social, espiritual y política española”. Orbajosa, la ciudad donde se desarrolla la novela no existe en realidad, pero es un resumen de todas ellas. Cuando llega, para explotar unas minas, para casarse con su prima, la bronca estalla. Es el choque de siempre durante siglos. “A los pocos días Pepe Rey, -que así se llama- está reñido con toda la ciudad, por desconfianza y la hostilidad con que los lugareños miran a este modernizador que, creen, los desprecia, y es víctima de una enemistad –de la que participa su propia tía, doña Perfecta- que tiene que ver, sobre todo, con sus desairados comentarios” de casi todo en la ciudad: la arquitectura de la catedral, las pinturas que alberga, los ropajes de la virgen y el niño…

  “Orbajosa es una alegoría de lo que Galdós más odiaba: la España viejísima, que se creía eterna, reñida con la modernidad, presa de los curas y de los ritos y prejuicios católicos más tradicionales”.

  Para muchos lectores jóvenes de Galdós (los habrá aunque sean obligatorios en el colegio) será un anticuario. Un escritor “clásico” que no tiene nada que ver con ellos. Pero Vargas Llosa tiene otra opinión que comparto: “¿Significa esta obra lo mismo que cuando apareció? Sí, porque aquí lo literario –su lenguaje, su estructura, sus personajes- prevalece sobre las consideraciones sociales y críticas, como una historia acabada, en la que el lector puede deleitarse como en un clásico…”. ¿Qué es si no Galdós que un clásico? ¿Uno de los mejores que hemos tenido?”.

viernes, 25 de julio de 2025

HACIA ISFAHÁN. PIERRE LOTI.


  Como hago muchas veces he consultado quién era el traductor. Vicente Díez de Tejada. Miro en el buscador y creo que me he equivocado. Nacido en el año  1872 y muerto en 1940. Telegrafista y autor teatral aparte de novelista y poeta. Pero si uno bucea un poco más también se ve que estuvo viviendo en Tánger y que de alguna manera se convirtió en un orientalista, traductor de obras de Pierre Loti. Loti fue uno de los últimos románticos de los viajes como se hacían antiguamente: con todas las consecuencias. Emprendió un viaje por la Persia de entonces que ya se parecía al Irán de ahora.

  A veces no me han parecido bien las frases traducidas. Pero claro, eran otros tiempos. La edición es del 2001 pero la traducción debe ser de principios del siglo XX.

  Ya en las páginas del viaje, hecho en el 1900, se ve la forma estricta que tenían de vivir los árabes. La religión, la estampa de la vida de la mujer en esas sociedades cerradas.

  El libro peca de ser demasiado descriptivo. Y repetitivo. En su época debía ser algo novedoso y atractivo. Ahora se queda un poco medianero. Pero no ha estado del todo mal.  

domingo, 20 de julio de 2025

AHORA Y EN LA HORA. HÉCTOR ABAD FACIOLINCE.


 

  Sólo he leído dos libros de este autor colombiano, el inevitable y maravilloso El olvido que seremos y sus diarios. Éste, su compra, se la deben a los miembros de la Cultureta que tan bien hablaron de este libro (no siempre aciertan conmigo). Poco hizo falta para convencerme: me gustan los reportajes, de guerra, de viajes, de mafia, de historia.

  Dos jóvenes ucranianas contactan con él para poder publicar su libro allí una vez traducido. Ese gesto de decir que sí puede provocar un terremoto, la muerte en zona de guerra. Su falta de personalidad le impidió, como dice él, negarse a viajar a pocos kilómetros del frente de guerra.

  El libro se puede dividir en varias partes. En cada una de ellas se habla de sus acompañantes: Sergio Jaramillo, famoso por haber sido el urdidor de la paz en la guerrilla colombiana con el gobierno.

  Y aquí aparece un famoso político y comunista español: “Al parecer Álvaro Leyva, que años después llegaría a ser canciller de Gustavo Petro y que representaba en La Habana como un experto independiente e imparcial –pero en realidad era muy cercano a Iván Márquez, el jefe de las Farc, y consejero privado de Enrique Santiago, el abogado español que asesoraba legalmente a la guerrilla-, no soportaba la inteligencia de Sergio Jaramillo, que cuidaba cada frase, cada palabra, y no caía en sus trampas, malicias, astucias y leguleyadas”.

  Gran personaje a seguir este Sergio Jaramillo: “En los momentos de crisis o de ataques, Sergio entra en modo de calma, se vuelve impasible, pone cara de nada, parece un lago de aguas quietas. Ante algo grave, àrece más sereno que nunca, absolutamente concentrado y conciso. Yo he conocido gente que se desespera por una cucaracha; a él no le he visto en la vida desesperado por nada, ni siquiera por una tragedia”. Cómo me gustaría acercarme a esa forma de moverte por el mundo.

Me declaro seguidor de Abad Faciolince: sus últimos versos de un autorretrato suyo: “Mi única religión, de día, es la lectura (escribo en los crepúsculos) y de noche la música de Bach”.

  “Vamos a ciegas, los escritores, si no nos hemos leído. Al fin y al cabo, los escritores no somos casi nada, o, mejor dicho, somos casi tan solo lo que hemos escrito”.

  Mi padre acaba de cumplir 91 años y lleva más de dos años enfermo, cada vez más dependiente. Su vida se limita ya a defecar, comer y dormir cuando tiene una buena noche. Y dudo que sienta lo que la madre del autor, fallecida hace poco: “como murió mi madre en septiembre de 2021, de vieja, con el cuerpo acabado ya, pero todavía lúcida de mente y llena de alegría y ganas de vivir a los noventa y seis años. Es una gran virtud morirse sin ganas de dejar la vida, amándola todavía a pesar de todo, a pesar del dolor y los achaques, a pesar de la vejez y el deterioro inevitable del cuerpo”.

  Me ha gustado mucho esta lectura. De lo mejorcito que llevo de año.

viernes, 18 de julio de 2025

DIARIOS ESPAÑOLES II. CARLOS MORLA LYNCH


  Los diarios de Morla Lynch abarcan desde el año 1937 al final y principio de la guerra y la postguerra. La guerra se recrudece con el frío. Bombardeos en varias grandes ciudades. Dificultad para evacuar las delegaciones diplomáticas. Varios países comienzan a reconocer el gobierno del general Franco. Carlos Morla aún no puede creer lo que se rumorea: el fusilamiento de su amigo García Lorca. Cuenta también que ha comenzado a leer el libro de Gide, Regreso de la URSS. El autor francés ha sido invitado por los comunistas de Francia para comprobar cómo se vive en el paraíso soviético. “Pero el hombre no se dejó engañar por el espejismo de las apariencias y ha dicho la verdad”. Aquí pasa algo parecido. Los de extrema izquierda visitan EEUU, Nueva York, para comprobar el infierno capitalista.

  La historia se repite. El gobierno de la República hace planes para trasladarse a Barcelona. Después de haber indultado a los responsables de la ilegal proclamación de la independencia de Cataluña intentan nombrar a Companys vicepresidente de la República.

  Dije al principio de la primavera que iba a ser mi verano Morla pero ya he terminado sus diarios. Quizá me haga con los de Berlín, donde fue enviado luego.

  Morla no se suele casar con nadie aparte su mujer: “La caída de Málaga ha levantado los ánimos -de los asilados, se entiende-; yo considero el triunfo de cualquiera de los bandos como un desastre”.

  “En Barcelona hay hastío. A la quinta columna llaman la noventa por ciento”.

   “Vinieron los sarracenos y nos molieron a palos. Que Dios está con los malos cuando son más que los buenos”.

  “Dicen que el gobierno ha salido en submarino para Alicante. De manera que la huida ha sido de Madrid en coche, de Valencia en avión, de Barcelona en tren y de Port-Bou en submarino. No falta más que la bicicleta”.

  Una historia con la que Javier Cercas armó su novela más famosa. “La odisea de Sánchez Mazas que cuenta Foxá por la radio, es aún más emotiva. La noche era tenebrosa y llovía. Iba a ser fusilado con otros, pero, aprovechando la oscuridad, se arrojó al suelo antes de la descarga y se hizo el muerto. Luego escapó en las tinieblas.

  Al amanecer se habría encontrado con tres milicianos a los que les habría dicho quién era. Estos se habrían pasado a la zona blanca. No creo demasiado en estos actos de heroísmo de Sánchez Mazas, uno de los jefes de la Falange, por la sencilla razón de que lo conozco y no pecaba precisamente de valentía”.

  He aquí las verdaderas intenciones de los socialistas. Castilla libre es un periódico afín. Leído en un artículo: “Solamente cuando los revolucionarios franceses comenzaron a guillotinar aristócratas y monárquicos, cuando los rusos fusilaron sin piedad a los oficiales enemigos que cogían, las fuerzas de la reacción frenaron sus impulsos entonces, y solamente entonces, los Estados burgueses se percataron de que los revolucionarios franceses y rusos habían abierto los ojos a la realidad. Francia y Rusia salvaron su independencia y su revolución”. Y agrega: “los españoles estamos a tiempo todavía de hacernos respetar”.

  933 páginas que se leen como agua fresca en este verano ardiente. No perder nunca la pista a Morla Lynch.


 

jueves, 3 de julio de 2025

ANATOMÍA DE LA LEY. TSEVAN RABTAN.

  Tsevan Rabtan, el seudónimo de un abogado y escritor al que sigo en RRSS desde hace mucho tiempo siempre lo he admirado por su forma de escribir, y me interesa cada vez más el derecho. No como la ensoñación de ir un día luciendo puñetas sino como fuente de conocimiento y entendimiento. Filosofía del derecho o el derecho a través de su historia. “No hay sociedad humana sin derecho”. “En todas las sociedades humanas se relaciona el derecho con lo justo porque su existencia, uso y justificación nacen de la búsqueda de un remedio que sane, que intente restablecer un equilibrio previo, aunque sea a menudo ideal y el resultado no llegue a obtenerse”. Me interesa mucho porque la justicia, el derecho, están saliendo diariamente a la palestra. Por ejemplo: cuál es la razón de que precisamente Cerdán elija a un abogado indepe, de la Cup, para defenderle en un proceso contra él sobre corrupción. Sí, un buen abogado puede defender a quien sea si tiene medios para pagarlos, pero para la CUP es una cosa muy fea, y así se lo han hecho saber sus bases. Un abogado es el representante de su cliente.

  Entre medias he visto la película El Cónclave. En un momento dado el Decano hace una reflexión: “La certeza es el gran enemigo de la unidad; la certeza es el gran enemigo de la tolerancia”. Me lo apunto.

  “La ley, en particular la ley escrita, es la crea una estructura disipativa capaz de permanecer, mutar e innovar. En resumen: no hay voluntad democrática expresada si no hay unas reglas previas y estables de expresión de esa voluntad. Lo que se llama democracia directa es simple fuerza bruta, vía de hecho”.

  “Sólo hay una voz de Dios en las instituciones humanas. Es la ley. Sin ella, el pueblo está mudo y sólo habla la turba”.

  “El poder usa la ley y usa a sus especialistas jurídicos para intentar controlar a sus súbditos, sobre todo a sus súbditos más poderosos, pero la naturaleza proteica del fenómeno constantemente maniata sus intentos”.

  “El comunismo no fracasó porque los individuos quisiera ser libres, sino porque, en vez de avanzar hacia una sociedad más compleja y rica, tras una primera fase de fascinación, terminó retrocediendo hacia una similar a la del Antiguo Régimen, con súbditos y aristócratas, que sólo podían mantenerse convenciendo a los súbditos, mediante una mezcla de fuerza y adoctrinamiento, de que sus amos trabajaban por su bienestar”.

  “Para convencer a la opinión pública de que los jueces españoles forman una casta de privilegiados, casi un círculo familiar, y que hay que cambiar el que se dice obsoleto sistema de oposición por otro mucho más moderno. La realidad es que los datos desmienten esta patraña. Apenas un 5 por ciento de los nuevos jueces incorporados en 2024 tenían un familiar cercano que fuese juez. Un 20 por ciento contaba con algún familiar relacionado con la justicia. El 75 por ciento no tenía relación de ningún tipo”.

  “Un juez bien formado, capaz de superar un proceso muy duro de acceso a la profesión, presentará un perfil poco receptivo con el compromiso espurio y la dependencia. Se buscan jueces militantes, no jueces independientes. Los jueces independientes son un peligro para el poder”.

  “La mejor manera de eliminar el riesgo de lawfare es expulsar de los tribunales a correazo limpio a todos los políticos, porque todos intentan secuestrar y utilizar el poder judicial”.

lunes, 30 de junio de 2025

JÓZSEF EL HÚNGARO. LUIS ENRÍQUEZ.

  La verdad es que no suelo leer novelas últimamente. Como digo a menudo: me estoy quitando. Es muy difícil que me enganche una historia inventada por otro. Otra cosa es que la novela esté basada en hechos reales y que el autor utilice las herramientas de la novela para narrar una cosa de No ficción.

  Escuché la entrevista que se le hizo al autor en La Cultureta. Este programa es ya como El Hormiguero en versión radio. Quien va a promocionar algo debe notar el incremento de las ventas. A mí me convenció y fui a comprarlo al centro comercial nada más escucharlo. Me ganó su trayectoria: gestión de medios de comunicación, y, sobre todo, admirador del “Nuevo Periodismo”. Tom Wolfe, Talese, etc.

 

  En la radio contó que conocía a un tipo que conoció al húngaro, y que la historia era tan rocambolesca, tan… novelable, que inició el proyecto de llevarlo a cabo en forma de libro.

 

  Frecuentaba el Irish Rover, un bar mítico de la noche madrileña de los años noventa. Boxeador, rudo, con la cara partida y con más aventuras que Tintín. Me convenció pero creo que la novela peca de eso, de novelería, y que en un momento dado al espectador, al lector, al menos en mi caso, le deja de interesar por ser poco creíble. No sé, tiene una forma de narrar que no llega a atraparme, y mira que me gusta poco ese término. Enganchar. Pero ya que hes mencionado a Talese decir que debería imitarlo mejor.

  No pasa nada. Me ha reafirmado en mi deseo de leer cada vez menos novela y más ensayo o historia. Memorias, diarios, etc. Y si hay que leer novelas que sean de los clásicos.