jueves, 23 de noviembre de 2023

EL CONDE DUQUE DE OLIVARES. JOHN ELLIOTT.

  

  Creo que fue a raíz de alguna lectura respecto a los hechos acaecidos en Cataluña en 1640, esto es, el acantonamiento de miles de soldados para proteger del ejército francés esa parte del territorio español, y posterior acoso y derribo de estos por parte de las gentes de allí, lo que me atrajo para leer esta magnífica obra. Pero eso solo se cuenta al final de li libro. Este libro trata sobre la biografía de Gaspar de Guzmán y las suertes ligadas a España. Terribles suertes pues se detalla la decadencia de todo un imperio.

  Elliott tardó veinticinco años en escribirla. Consultó miles de documentos y visitó decenas de archivos por varios países europeos. El tipo que me lo vendió parecía muy tímido y lo primero que me dijo, para “vendérmelo” es que había sido todo un Best Seller. Enseguida le expliqué que no hacía falta. Las páginas de wallapop están saturadas en ediciones más o menos baratas de esta obra insigne del gran hispanista británico. Esta edición es la más lujosa si se quiere, editorial Crítica. Setecientas páginas. Gran formato y magnífico papel. Siete euros.

  Se podría como referencia que la historia empieza o se solapa con el final de Miguel de Cervantes. Olivares nace en 1587 y el autor del Quijote muere en 1616. Felipe III muere en 1621 y deja en el trono a su hijo Felipe IV de apenas dieciséis años.

  Cosas que me han llamado la atención: Olivares, “cuando contaba catorce años de edad, fue enviado de Sevilla a Salamanca acompañado de diecinueve criados, entre los que se incluían ocho pajes y cuatro lacayos, y un ayo -su pariente el doctor Laureano de Guzmán-que guardaba un pliego de instrucciones minuciosamente redactadas por un padre ansioso”.

  “El 26 de enero (1641) las fuerzas defensivas franco-catalanas se enfrentaron al ejército del marqués de los Vélez en la colina de Monjuic, fuera de los muros de la ciudad”.  “…pasarían más de diez años antes de que el ejército español llegara tan cerca de las murallas de Barcelona como el ejército de los Vélez en la jornada de Monjuic”.

  He tardado doce en días en leerlo. Me ha parecido una lectura placentera, sabiendo además que lo jugoso, lo que más me interesaba, se encontraba al final a modo de cebo.

  Elliott siempre será un referente en la historia de España contemporánea y así, cada vez que vea uno que no tenga, lo echaré al morral.  

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