Un
tipo de walapop que tenía un amigo del Rastro que decía que ya apenas se venden
libros. Y que le hacía el favor de venderle cosas por la plataforma. Así le
compré tres Siruelas, éste uno de ellos. Plaza Castilla, julio y mucho calor.
Caminata hasta Ópera por gusto, por el gusto de pasear por Madrid.
He tardado en leerlo porque antes quería leer
Errata. Misión cumplida. Steiner es sabio y sabe comunicar como el gran
profesor que ha sido toda la vida. El intelectual europeo que sabe enlazar cada
episodio de la historia y la cultura. Con todas las complejidades que se
quieran. Qué si no es el estallido de la gran guerra: “¿Qué es lo que
posibilita que un hombre pueda explicar a Goethe o a Balzac por la mañana y sea
un abanderado del estalinismo por la tarde?”.
He subrayado mucho y aun así me he cortado
bastante. Tiene referencias constantes de los grandes nombres de la cultura. “Deberíamos
aceptar la famosa máxima de Adorno: Es imposible la poesía después de
Auschwitz?”.
“Pushkin describe a los traductores como los
caballos de postas de la cultura”.
“No hay demostración alguna de que los
estudios literarios hagan, efectivamente, más humano a un hombre. Y algo peor:
ciertos indicios señalan lo contrario”.
Frases que hacen pensar: “El noventa por
ciento de los científicos están vivos”.
“Flaubert no hablaba desde la retórica y la metáfora
infundada cuando gritó, en los dolores de su enfermedad mortal: ¿Por qué yo he
de morir cuando esa puta de Emma Bovary vive, y seguirá viviendo?”. Aquí
podemos recordar a Trapiello cuando cuenta que fue a visitar la casa donde
vivió, entre comillas, Fortunata.
Reflexiones sobre la cuestión judía: “Teníamos
que encontrar, quemar el virus de la utopía antes de que toda nuestra
civilización occidental enfermase. Recuperar al hombre tal como es: egoísta,
avaricioso, de miras cortas, pero caliente y protegido, maravillosamente
protegido, en su propio hedor”.
Palabras de Pund: “Estamos gobernados por las
palabras, las leyes están escritas con palabras y la literatura es el único
medio de mantener a estas palabras vivas y precisas”.
Muchos de estos artículos, lecciones,
ensayos, están escritos en los años setenta, ochenta, noventa… y parecen
algunas veces recién escritos para nuestros días: Los historiadores futuros
caracterizarán acaso la época actual de Occidente como una época en que se
atropelló por completo la intimidad humana”.
Cada vez más nuestros comportamientos son una
imitación de lo que a paladas recibimos a todas horas. “Las imágenes de nuestro
acto de amor, los tartamudeos a que recurrimos en la intimidad, vienen ya
prefabricados”.
Hace unos días en los periódicos se hace eco
de que a Vargas Llosa le van a conceder ser miembro de la academia francesa y
casi todos titulan recordando una frase suya: La literatura nos defiende de la
muerte”. A este respecto un párrafo. Pag. 456: “¿Es posible ilustrar la
observación hecha por T.S. Eliot de que le hombre solo puede soportar la
realidad en pequeñas dosis? La antropología, el mito y el psicoanálisis apenas
conservan vagos vestigios del impacto inmemorial que ha producido en los
hombres el descubrimiento de la universalidad y la trivialidad de la muerte”.
Tremendo.
Creo que ya puedo decir que conozco a Steiner
aunque sea a groso modo. Errata y Un Lector bien valen las semanas dedicadas a
su lectura. A partir de ahora el nombre de George Steiner lo tendré metido en
la cabeza como un europeo sabio, erudito, comunicador y magnífico escritor.