viernes, 21 de marzo de 2014

EN LA ORILLA. RAFAEL CHIRBES.





 
  ¿Qué diferencia podemos encontrar entre Crematorio, publicada hace unos pocos años, en la cúspide del pelotazo, y esta novela? Y no me refiero al tema: el brillo del despilfarro y la ostentación de la primera y la podredumbre y la desolación de ésta. No me refiero tampoco al estilo que es el propio de Chirbes, un escritor que ha ido ascendiendo en el escalafón de manera callada. Me refiero a que, hombre, de primeras es más agradable leer sobre la riqueza y el lujo que sobre las miserias de la precariedad o de la más pura miseria. Demasiada realidad, el hedor de lo que se pudre. Descartando la ética y dando más importancia a la estética prefiero Crematorio: es más agradable saber, por ejemplo, de un corrupto que se lía con un pedazo de mujer con todos los lujos y detalles, a leer sobre un hombre sin recursos haciéndose cargo de un viejo decrépito y demente, con todos, ay, los detalles.

  Párrafos que he rescatado:

“-Resulta difícil estar enamorado de una mujer y hacer algo de provecho. La ansiedad te come. No conviene emparejarte con una mujer que te cueste esfuerzo en conseguir, eso es condenarte a pasar escalando el Everest el tiempo que te queda de vida. Tienes que aferrarte a la que puedes conservar sin pelar demasiado. Las tías buenas se las paga uno. Por unos cuantos euros tienes una rusa de dieciocho años de esas que no ves ni en el cine”.

“-Te suicidas porque eres quien eres y no quien quieres ser, te pegas un tiro porque no te soportas. Por puro odio. Para resistir, para seguir vivo hace falta una buena dosis de idealismo. Capacidad para mentirse. Solo sobreviven quienes consiguen creerse quienes no son”.

“-La crisis que vivimos no es más que el ajuste definitivo de esa nueva legión de hombres herramienta en busca de propietario que los ponga a producir”.

“-La mayoría de la gente vive junta sin necesidad de algo que no sabemos lo que es hasta que no lo leemos en las novelas o lo vemos en el cine. Yo creo que el hecho de que, de partida, no sepamos lo que es ya nos indica que quizá, se trata de algo que no existe en nosotros, que, más bien, se nos inculca, o importamos”.

  Seguiré leyendo a Chirbes porque es un escritor que escribe, como los grandes, del tiempo que le ha tocado vivir; y muy bien.

3 comentarios:

Anónimo dijo...



COcoUAAA
cocouuuuaaaaa!!!


NAcidaInocente

SARALABORRACHA


ALguiENMAS??



SANttttAna

PaLOMA-MENsaJEJERRAM!!

Patucos dijo...

Gracias por esas citas, me anoto el libro!.

"...Solo sobreviven quienes consiguen creerse quienes no son”

- Al leer esa frase pienso en el impostor, el estafador,¿quien no ha conocido a unos cuantos de estos especímenes?,siempre me ha pasmado como viven su papel,(son el papel que representan, y no importa lo histriónicos que resulten, carecen completamente de sentido del ridículo , un buen ejemplo desde luego son los políticos en general.

Patucos dijo...

“-La crisis que vivimos no es más que el ajuste definitivo de esa nueva legión de hombres herramienta en busca de propietario que los ponga a producir”.

TREMENDO pensamiento, y es que yo he sido hombre-herramienta literalmente en la industria del automóvil, industria que comienza cada nuevo año con "reducción de costes" ... cada año las auxiliares deben reducir el precio por unidad, y así hasta que sea gratis la pieza imagino.