jueves, 15 de septiembre de 2011

HORACIO QUIROGA


Algo anestésico como de carne acorchada debía habitar en el entorno afectivo y genético de Horacio Quiroga para que sus pasos por este mundo estuviesen sembrados de tragedias y suicidios.
Parece ser que era enamoradizo de mujercitas apenas púberes. Siempre tuvo tendencia por los amores adolescentes y luchó contra todo para conseguirlos. Su biografía podría parecerse a la de Humbert de Lolita –se enamoró y casó con una alumna suya a pesar de la negativa de sus padres-. Se suicidó su padre de un disparo de escopeta –pudo ser un accidente-, su padrastro, a quien estimaba mucho; su mujer, sus amigos Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni, dos de sus hijos. Para colmo de males, mató a su mejor amigo de un disparo accidental. En fin.

Un cuento suyo que me conmovió fue "El hombre muerto", sobre las percepciones agónicas de un hombre accidentado de manera absurda en una plantación de bananas. O "El Hijo", un cuento que describe de manera magistral el sentimiento universal de zozobra que sienten los padres por todos sus hijos.
Sus cuentos están influenciados por Allan Poe; ambientados en la frontera de la selva, con entornos asfixiantes y reflejos de su atormentada existencia.
Su suicidio es la culminación de sus últimas desgracias: le detectan un cáncer de próstata, le abandonan su mujer y sus hijos, los negocios le van fatal…
El 19 de febrero de 1937 se suicida ingiriendo cianuro. Tenía 59 años

3 comentarios:

Ultravioleta dijo...

Hola, Hermi

Seguro que no me esperabas por aqui...

Leyendo este post tuyo, induce a confusión este párrafo:
"Se suicidó su padre de un disparo de escopeta –pudo ser un accidente-, su padrastro, a quien estimaba mucho; su mujer, sus amigos Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni, dos de sus hijos". ¿Quieres decir que se suicidaron todos? Si es asi, parece que lo del suicidio fuera algo habitual en su entorno, lo cual es algo mas que trágico...

Ya me contarás

Un abrazo

Pilarin de Cai

Hermi dijo...

Pilar, qué alegría verte por aquí. La verdad es que he pensado en deshabilitar lo de los comentarios pero me ha dado pereza buscar cómo se hace. Ahora me alegro de no haberlo hecho. Este verano, qué pasa ¿no ha habido conciertos en Madrid o no has querido darme un toque? 
El párrafo al que te refieres no tiene más vueltas: se suicidaron todos esos que digo, si bien es verdad que uno de sus hijos lo hizo después de la muerte del escritor.
En sus últimos días en el hospital conoció a un paciente muy especial, un hombre elefante como el de la película de Lynch. Se hicieron muy amigos hasta que decidió que ya no aguantaba más y se tomó la dosis letal de cianuro. Su mujer no lo hizo tan bien y tardó ocho días en morir.
Bueno, nada más. Que espero que estéis bien. Un abrazo.

Ultravioleta dijo...

Hombre Hermi, no los deshabilites que seguro que te dejo alguno más.
No he subido a Madrid desde la ultima vez que nos vimos. Ni conciertos ni nada, tira mucho vivir cerca de la playa (apenas a 200 metros de casa)....

No está mal recuperar parte del pasado, asi que me gusta visitarte de vez en cuando aunque sea virtualmente. Pero a ver si nos vemos pronto en persona (sin contratiempos por Dios...)

Seguimos en contacto. Un abrazo

Pilar