martes, 20 de julio de 2010

20/jul/2010


Tengo unos días de vacaciones. Quiero hacer muchas cosas así que normalmente no hago nada, vagueo. Vaguear es de las cosas que mejor se me dan. Puedo estar horas tumbado, pensando. O quizá elucubrando cosas inútiles como qué escribir en el diario. Otras veces me falta tiempo. Esta mañana por ejemplo mientras esperaba la hora de comer me ha entrado una fiebre de actividad inaudita: lo quería hacer todo a la vez: escuchar a Compay II, a la vez leer una historia de Cuba dando pasos de salsa, y Hotel Nómada de Nooteboom -“Pero ¿Qué quiero yo en realidad? Demasiado, como siempre, y eso no es bueno. Y es que vivir una sola vez es una terrible prisión. El teatro es al parecer el único espacio en el que los hombres podemos evadir la prisión”-, a intervalos tocar la guitarra o hacer abdominales y flexiones en el suelo. El tiempo se nos va de las manos y al final no hacemos gran cosa.
Un amigo me trae de Corea del Sur unos sobrecitos con Gingseng granulado y bolsitas de té, de Gingseng también. Me las entregó en una fiesta moruna que monté la otra noche. De broma les dije a los presentes, todos disfrazados de moros, mientras comía algunos granos, que ya notaba los efectos. Me contó que allí cuando hablan de eso, de tomar gingseng, los hombres sueltan risitas cómplices. Puedo decir a su favor, a favor de la famosa raíz, que más tarde logré sin proponérmelo -y sin motivo-, una de las erecciones más descomunales de las que tenga recuerdo.
Vamos a cenar unos amigos al Gola-Gola. Antes me adelanto para reservar. Me recibe un muchacho en patines, a medio afeitar y con un tanga rojo por toda indumentaria. Me pregunta cuántos somos y le digo que seis pero que estamos tomando unas cervezas cerca..., el caso es que me dice que debemos ir ya si queremos cenar tranquilos y ver el espectáculo. Subir por sus escalera es entrar en un submundo. La luz es tenue. Los camareros van vestidos con camisetas de red y pantalones muy cortos y ceñidos, delicados ellos. Otros son enormes y musculosos: una tribu donde todas las acepciones están representadas. La comida no es gran cosa, un buffet de ensaladas, pero al menos es comida sana. Cuando estamos acabando de cenar sale a escena un ser humano ataviado con una peluca tan grande como una cola de novia. Es buena, enseguida se hace con la atención y simpatía del público. Las mesas están todas ocupadas. Pronto, cada vez más, se oyen carcajadas de una y otro. Los chistes son buenos, así como las imitaciones. Luego salen unos boys para provocar en las mesas donde se sabe que hay despedidas de soltera. Está muy animada la cosa y salimos contentos. Nos hemos divertido que es de lo que se trata.
La selección española ha ganado el mundial. Pensaba en que si ocurría eso, me emocionaría y lloraría de alegría. Pero no ha sido así. Brindé y me alegré mucho pero cuando una cosa así termina no llego a emocionarme tanto como he imaginado. Creo que es un defecto, pero como casi todos los defectos, inevitable. No obstante, este mes de julio, será para mi, por esta y otras razones, siempre inolvidable

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué familiar me resulta esta entrada. "Si estuviéramos cerca me iría a tomar una cerveza con él". Ese pensamiento cruzó mi cabeza mientras te leía.

Soy experta en vagueos varios, igualita qu tú así que no digo nada porque me repetería.
Gingseng: la primera vez que me lo tomé fue porque estaba sin fuerzas y me dijeron (los amig@s, mal@ amig@s) que me reanimaría; olvidaron un pequeño detalle, dosis y sus posibles efectos. Mis fuerzas apenas variaron pero si hubiewra sido varon, cierta parte de mi anatomía hubiera presentado (y experimentado) el mismo aspecto que la tuya. No sabía a qué era debido, estaba un poco preocupada porque nunca me había ocurrido algo así; lo comenté un día de pasada y todos se rieron por lo bajo, ¿qué pasa?, pregunté mosca, fue entonces cuando me dijeron uno de sus efectos. Ah, cabrones... (y ahora es cuando (me) autocensuro el comentario que iba a realizar jejje)
Un dia de estos te cuento mi (no)despedida de soltera, boy incluído.
Y qué decirte, que soy una de las que se emocionaron con el triunfo de la selección (y eso que no me gusta el futbol)

¿inolvidable por lo que cuentas o por lo que callas?

tuti

Hermi dijo...

Gracias Anónima por pasarte.

Me ha hecho gracia tu comentario sobre el gingseng. Una cosa que ha dado resultado durante miles de años será por un motivo justificado. Es como la viagra que lleva componentes que ya han sido consumidos por gente que conoce las plantas y sus efectos.
Por otro lado, estaré encantado que me cuentes tu despedida de soltera “¿no?”. El otro día en ese local a las féminas se las veía muy excitadas y divertidas pero yo creo que es por estar juntas en ese ambiente. No debe ser fácil ser boy, no.

El mes de julio será para mí inolvidable porque ha sido muy especial. Me lo he pasado especialmente bien. Y encima con el marco de los triunfos españoles.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Contártelo te lo cuento cuando quieras pero me temo que éste no es el medio :-)


tuti

pd: así que te hizo gracia lo del ginsen... ya te vale... pos a mí maldita porque no era eso lo que buscaba (aunque una alegría pal cuerpo nunca viene mal)

Hermi dijo...

Vaya, tu despedida debió ser sonada para no poder contarla por este medio. Un medio por lo demás que deben ver millones de personas, jeje.