miércoles, 19 de marzo de 2025

WALLACE STEGNER. EN LUGAR SEGURO.

   En alguna entrada mencioné que un día compré un libro de saldo y que lo compré más que nada porque la editorial, RBA, me gustaba y costaba cuatro euros. No conocía al autor pero el tema, una madre que muere de cáncer mientras su hijo (de mi edad), el autor, la visita para hablar de libros me hizo ir a la encargada para llevármelo. Estuvo durante unos meses entre los pendientes y cuando le tocó me llevé una agradable sorpresa. Efectivamente, entre la madre y el hijo hablaban de libros, de la vida, y, claro, de la muerte.

  Uno de los libros en el que ambos estaban de acuerdo en cuanto a su calidad y admiración es éste. Pero a mí me ha decepcionado. Tienen en común que hay un personaje que está sentenciado a muerte por la enfermedad.

  Se desarrolla la historia, una sobre la amistad sobre todo, durante la Gran Depresión americana. Todo se desarrolla igualmente en un ambiente universitario. Todos de alguna u otra manera están involucrados a la enseñanza universitaria. Enseñan literatura y son como si dijéramos aquí, unos letra- heridos.

  Efectivamente, habla del amor, del paso del tiempo, de la amistad, de la vida y de la muerte pero a mí no me ha gustado.

  Me ha interesado una reflexión en la que se dice que siempre nos parece más simpático quienes nos dan muestras previamente de que nosotros les caemos simpáticos a alguien. “¿Recuerdo a lo largo de toda mi vida a alguien que fuese simpático sin que previamente él hubiese dado muestras de encontrarme simpático a mí?”.

 

  En un momento dado sin embargo me estimuló una frase leída para hacer un pequeño poema: la frase: “pueden contar con unas instructivas charlas sobre las estrellas junto al fuego”.

  El poemita:

  Allá fuera, tan lejos,

Las estrellas deben saber

que un punto azul envuelto en seda, las mira.

 

 “Visto desde una perspectiva geológica, somos fósiles en formación y quedaremos enterrados y finalmente expuestos de nuevo para perplejidad de los seres de eras posteriores.  Vistos tanto en términos geológicos como biológicos, como individuos no justificamos la menor atención”. Y ya.

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