Tenía puestas grandes esperanzas en la lectura de este libro. El formato y prestigio de Siruela, pero me ha defraudado. Primero, nada más comenzar y ver que el tamaño de la letra ya echa para atrás. Luego esa forma tan académica de contar las cosas, tan de trabajo universitario. Du Deffand fue amiga de las más grandes personalidades de su tiempo: Voltaire, Montesquieau, Diderot, etc, y de entrada suscitaba un gran interés para mí el leerlo pero enseguida me fui saltando cartas (aún de tamaño más pequeño) para saltarme párrafos enteros y finalmente páginas enteras. Con decir que en un libro sobre la Ilustración y sus gentes no tenga hecho ni un subrayado, se dice todo. A pesar del magnífico formato veo que páginas de segunda mano lo tienen a ocho euros. Quien decidió su publicación se cubrió de gloria.
Ayer visita a la Feria del Libro del Retiro. En el metro una conversación al vuelo. Era una mujer inmigrante latinoamericana a otra: “Luego tengo que llamar a la litera para decir que esta noche duermo arriba”.
En el parque mucho calor. Antes de meterme entro a tomar un café en una cafetería, justo enfrente de la Casa Árabe. Hay un escritor leyendo un libro gordo. Sé que lo conozco porque lo he visto en varias tertulias pero no consigo ponerle nombre. El café, normalito.
En la feria pido “Vigilar y castigar” del pensador francés Michel Foucault. Lo tienen. 22 euros. En el libro que leí del juez Marchena se utiliza este libro para ilustrar cómo ha ido evolucionando el concepto de público y privado en cuanto al servicio de la justicia. Luego me paro en el stand de autores cristianos, más que nada por probar. Hace años un amigo, muy cristiano y devoto él, me regaló un libro de Jose María Cabodevilla y me encantó, tanto por su estilo como por el tema que trataba, la espiritualidad y los conflictos en el futuro de la humanidad. Pregunté: ¿Algo de Cabodevilla? Tenían dos y me llevé La sopa con tenedor. Una especie de parodia seria de un ángel que viene del cielo a estudiar ese bicho denominado ser humano. Una especie de sin noticias de Gurb pero más filosófico si cabe. Por la tarde a seguir deshaciendo entuertos con mi hija nos fuimos a solucionar un problema con su móvil nuevo. De paso compré Anatomía de la Ley de un autor conocido por mí desde hace mucho: Tsevan Rabtan, desde su época de cuando escribía en el Nik jornal de Arcadi Espada. Allí escribían además Jabois, Montano, etc. Es un abogado Rabtan que escribe y escribe muy bien. Y una novela de Luis Enrquez sobre un personaje crápula que fue amigo suyo: Josef, el húngaro. Así que ya hasta julio tengo todo el cupo de adquisición de libros al completo.
Dicen que es este gobierno una mafia. Yo creo más bien que es una estafa. Nos han estafado. Cada semana visiono al menos una vez el video en el que tanto Sánchez como Carmen Calvo, profesora de derecho constitucional durante años en la Universidad de Granada, decían enfáticamente desde sus escaños que la amnistía era imposible porque sencillamente no cabía en la Constitución. Ahora la comisión europea se lo afea al gobierno, y al Tribunal Constitucional. Están dejando guapas las instituciones. Ya tengo hecho un vaticinio: Óscar López va a quedar tan mal en Madrid que seguramente sea nombrado Defensor del Pueblo: ¿Se puede caer más bajo?