martes, 22 de octubre de 2024

JOSEPH ROTH. CRÓNICAS BERLINESAS.


 

 Según mi base de datos es el quinto libro de Roth que leo. El primero y descomunal su Marcha Radetzky. Este librito de pequeño formato es de la editorial minúscula y se nota. Son artículos de cuando estuvo en Berlín de corresponsal. Un tipo inteligente y judío observando qué pasaba en Alemania en los tumultuosos años veinte. “Yo dibujo el rostro del tiempo”. “Eran refugiados. El peligro del Este. El miedo al progromo los une en una avalancha de miseria y mugre que, creciendo lentamente, va cruzando Alemania desde el Este”. “Proceden de Ucrania, Galitzia, Hungría. Cientos de miles fueron víctimas de los progromos en su propia tierra. Los supervivientes vinieron a Berlín. Desde aquí se dirigen al oeste, Holanda, a Amércia, y algunos hacia el sur, hacia Palestina”. Ahí se puede decir que empezó a crearse el problema actual, mucho antes del reconocimiento a tener un estado que se proclamó en el 48 por parte de las Naciones Unidas.

  “Austria y Rusia, habitada en su mayoría por los judíos que desde 1881 fueron huyendo de Rusia a causa de los progromos. Muchos de ellos se vieron obligados a quedarse en el Scheunenviertel berlinés porque no disponían de dinero o visado para viajar a Amércia desde Hamburgo”.

  “De tarde en tarde aparece algún refugiado inteligente y de espíritu emprendedor. Quiere irse a Nueva York y hacerse rico”.

  Frases sobre el hecho de leer. “¿Lee de vez en cuado alguno de estos libros?, le pregunté. Sí, dijo, no lo entiendo todo. Pero luego me digo: aunque no lo entiendas todo, leer no te hará en ningún caso más tonto”.  

  “Los políticos antisemitas culparon a todo aquel que buscara asilo de ser responsable de la carestía de alimentos y la falta de viviendas”. “Los comercios fueron arrasados, y las existencias destrozadas; a los judíos pobres les arrancaron las ropas porque creían que al descoserles las costuras encontrarían divisas escondidas”.

  Siento alegría al comprobar que de entre las decenas de mis libros pendientes observo un Acantilado: Primavera de Café. Siempre es bueno regresar al más grande de los Roth: Joeph.

  Este libro pertenecía a la casa de Moncloa donde se murió su última dueña. Me llevé un par de este autor.

 

 

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