viernes, 25 de octubre de 2024

JAVIER GOMÁ. EJEMPLARIDAD PÚBLICA.


 

  Sigo a Gomá desde hace un tiempo. Sabía que era director de la Fundación March en la que tantas tardes he pasado un rato estupendo escuchando a conferenciantes tan maravillosos como Vargas Llosa, Muñoz Molina o Savater. También desde hace un tiempo le sigo en la red X. Me gusta porque nos hace preguntas que requieren de cierto enjuague de mollera. Un día le dije que quería leer algo suyo. Puse en el buscador de wallapop su nombre y cerca de casa una mujer lo vendía por ocho euros, Ejemplaridad Pública. Un Taurus nuevo sin estrenar hasta con la faja puesta, del año 2009. Gomá parece saberlo todo de filosofía. Gomá es más joven que yo. Y ahí se da cuenta uno que está lejos de aprovechar bien el tiempo y que cada vez somos menos jóvenes.

  El libro es denso, demasiado teórico para mí, un simple lector de lo que sea. No puedes ir deprisa y tienes que estar muy concentrado para captar algo. De todas formas, como decía el último de Roth, “¿Lee de vez en cuando alguno de estos libros?, le pregunté. Sí, dijo, no lo entiendo todo. Pero luego me digo: aunque no lo entiendas todo, leer no te hará en ningún caso más tonto”.

  “Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia”. Oscar Wilde.

  Sabiduría: “tiene experiencia de la vida quien desarrolla un genuino arte para administrar sus esperanzas mientras envejece manteniéndolas en su punto justo de estabilidad, sin ceder a la presunción ni a la desesperación, y ajustando sus expectativas a los límites dados”.

  “la misma civilización que ha sabido progresar moralmente ganando a la opresión una más amplia esfera de libertad, ha usado esa libertad ampliada, en una medida no despreciable, para la inmoralidad más perversa, haciendo descender al hombre a unas profundidades de abyección y envilecimiento imposible de predecir”.

  “hombre democrático en cuanto a hombre-masa, niño consentido saturado de derechos (pero ignorante de los sacrificios que ha costado su conquista).

  Y algo que tengo dentro de mí y que me ha agrado verlo escrito en alguien que piensa y que piensa bien: “Bajo toda vida contemporánea late una injusticia profunda e irritante: el falso supuesto de la igualdad real entre los hombres”. Ortega y Gasset. Podríamos decir que todos los hombres nacen iguales y es la última vez que lo son. El hombre democrático actual, liberado del cinturón erótico y de agresividad ha hecho cundir un “cansancio de vida”. Vamos hacia una rápida y acelerada vulgarización del mundo.

  “se dice que la sociedad se divide en gente que manda y gente que obedece; pero esta obediencia no podrá ser normal y permanente sino en la medida en que el obediente ha otorgado con íntimo homenaje al que manda el derecho a mandar”. Ortega y Gasset.

  El estado se ocupa “no de cómo hacernos felices sino de cómo hacernos dignos de serlo”. Gran verdad que se puede aplicar al tema candente de hoy: no dar un piso a cada persona, sino en procurar que cada persona sea digno de tener mediante su trabajo o su capacidad un piso.

  Grande Gomá.

 

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