Otro de los libros de Acantilado de Joseph Roth. Reconozco que por mi cuenta nunca lo hubiera comprado. ¿Por qué? Porque son artículos de juventud y se le nota que aún le faltaba tiempo y oficio para convertirse en el genio y escritor en el que se convertiría después.
Son crónicas de un joven reportero del año 1919 y retrata la Viena después de la guerra.
Las hojas del libro huelen más a tabaco que a café. Se ve que el dueño anterior, de la casa de Madrid que visité, fumaba en exceso. Quizá muriera de eso. El libro está publicado en el 2010 y catorce años después aún apesta a tabaco.
Prácticamente cada capítulo tiene alguna fotografía de algún monumento o de alguna calle de la época. Me ha hecho recordar la visita que hicimos justo hace un año. Y en uno de los reportajes me he quedado helado. Habla de un peatón que recorre las calles con las manos a la espalda y que de vez en cuando daba de comer a las palomas. Cuando estuvimos allí, en la calle principal vi a un tipo que podría encajar en esa estampa. Tenía un bigote a lo Enstein y un traje marrón de los que no se ven en Europa desde hace al menos medio siglo.
No he realizado ni una sola anotación o
subrayado.De entre los miles a disposición elegí éste primero por quién era el autor y segundo por la editorial.