Ya es raro que entre en una librería de libros nuevos y compre uno. Pero este me llamó la atención: primero porque es un libro puesto al día con los últimos acontecimientos: bueno, los penúltimos porque a día de hoy se bombardea Beirut con intensidad. Y segundo porque a pesar de haber leído varios libros sobre la historia de la creación del estado de Israel y diferentes campañas militares quería tener todo concentrado en el trabajo de dos prestigiosos estudiosos de este laberinto de historia. Joan Culla, nacido en el 52 y muerto el año pasado y Adriá Fortet nacido en el 94, insultantemente joven. Doctores en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Cuando oigo o leo declaraciones de políticos o de tertulianos hablando de este asunto me digo que apenas saben nada o que no quieren demostrarlo, o que no quieren demostrar que saben pero no quieren que se sepa. La historia es tan enrevesada, tiene tantas aristas, tantos recovecos, tantos intentos de solución y tantos fracasos que nunca se puede decir algo categórico como no sea en algo parecido a este intento elogioso.
Siempre había pensado que el origen del nacimiento del sionismo moderno era las consecuencias del exterminio en la II GM de los judíos en los campos de concentración. Pero en el primer capítulo uno sale de dudas: En el año 1881 se producen en Rusia graves progromos en Ucrania, Polonia, Bielorrusia y Lituania. La excusa esta vez: el asesinato de Alejandro II. Ahí surge el embrión de un posible estado palestino para “obtener una plena autonomía nacional-cultural, con el yiddish como elemento vertebrador y las tesis austromarxistas de Otto Bauer como referente, en el seno de una federación rusa”. Ya antes, en 1839 y 1854 se promueve un movimiento con vistas a promover “la reinstalación de judíos en Palestina para crear allí un Estado protegido por las potencias”. Una patria para los judíos. “somos extranjeros, no solo en Rusia sino en toda Europa, pues no es aquí donde nació nuestro pueblo... necesitamos un rincón que sea nuestro, necesitamos Palestina”.
Comenzaron los actos de pura voluntad: realización de obras de ficción para crear la atmósfera propicia, el heroísmo de hombres determinados: “Con una bandera se conduce a los hombres hasta donde se quiera, incluso hasta la Tierra Prometida”. “Aquello que guía a los pueblos es el imaginario”. Y la solidaridad del pueblo judío mundial: “sobreviven gracias a la distribución entre ellos de las limosnas del judaísmo mundial”. Desde el inicio de la idea por parte de los árabes la ven imposible: “No comprende (Pachá) de qué les iba a servir, puesto que los árabes los matarían a todos”.
Durante la IGM los movimientos se precipitan en su favor: la expulsión de Palestina de las tropas turcas y el establecimiento en Gaza y Jerusalén de tropas británicas. Llegan los primeros asentamientos que son atacados de manera automática por árabes. Nacen las primeras acciones que compondrán la base de la mitología nacional con sus correspondientes mártires. Llegada masiva de migrantes. Pero la inteligencia irá ganando espacio frente al terrorismo: “El terrorismo árabe responde al objetivo de los árabes, el terrorismo judío perjudica a los intereses de los judíos”. Y llega la acción de la mano de un hombre de gran determinación: Ben-Gurión que declara llegados los días del sionismo combatiente: Las consignas son de intensificar la inmigración clandestina y las nuevas implantaciones agrícolas en zonas estratégicas”. Ben-Gurión: “El sionismo no tiene como misión salvar a los judíos de Europa, sino salvar Palestina para el pueblo judío”.
El sábado 29/11/1947 por la tarde se procede a votar el plan de partición de Palestina. 56 Estados presentes: 33 a favor. La resolución queda aprobada. “Esta noche la multirud baila en las calles, pero yo no podía bailar. Sabía que la guerra era inminente, y que perderíamos en ella a la flor de nuestra juventud”. Mientras, el diario de los Husseini proclama: Aquello que en Lake Sucess han escrito en negro, en Palestina lo borraremos en rojo”. Golda Meir: si no tenemos armas, las emplearemos. Si no, combatiremos con piedras”. Las primeras armas que llegan son Checas con el beneplácito de las autoridades rusas. “en la noche entre el 14 y el 15 de mayo, los ejércitos de cinco países árabes: Egipto, Transjordania, Siria, Líbano e Iraq, cruzaron las fronteras y comenzaron la invasión de Palestina”. En esa campaña del 48 comenzaron la anexión de nuevos territorios.
El vencedor de la guerra de los seis días en un acto en el West Point. No llevaba condecoración alguna: “no luce ninguna condecoración en la solapa de su esmoquin por la sencilla razón de que el ejército israelí no concede condecoraciones”.
A partir de las primeras victorias en las sucesivas campañas militares los líderes árabes se unen en un intento de aislar a Israel y ganarse el favor de la opinión mundial, sin conseguirlo casi nunca. Todos los esfuerzos de los árabes han consistido en la eliminación física del Estado hebreo. Y si para ello han atacado mediante guerra convencional o terrorismo y provocar una reacción hostil, lo han hecho. Pero la inteligencia se ha impuesto siempre haciendo verdad esa afirmación de que si la violencia no causa efectos positivos es que se ha empleado poco. “el 9 de abril de 1973, en Beirut diversos grupos de operaciones especiales israelíes penetran en la capital libanesa, matan en sus domicilios a tres altos dirigentes de la OLP, dinamitan el cuartel general del Frente Democrático de N. Hawatmeh y destruyen otras dependencias de Al Fatah”. Uno de los mandos es Ehud Marak. “Tras siete días de angustias una fuerza expedicionaria del Tsahal actuando a 4000 kms de casa rescata a los rehenes excepto cuatro muertos, liquida a los secuestradores y deja al mundo boquiabierto ante la audacia y la precisión del operativo militar”. “Hamas rompió en 1973 la tregua del 19 de agosto con un atentado suicida en Jerusalén que causó veintitrés muertos”. Siempre que ha habido un acercamiento grupos extremistas de ambos bandos lo han dinamitado. En 2006 se intentó disuadir a Hamas del lanzamiento de misiles. Israel atacó la ceremonia de graduación de oficiales de Hamas provocando más de cien muertos. La guerra posterior duró varias semanas hasta que cesaron los lanzamientos por parte palestina.
Los atentados del 7 de octubre del 23 se pueden entender en el contexto del acercamiento político y económico de Israel con diferentes Estados árabes. “El 10 de marzo sorpresa con el anuncio de una normalización de relaciones entre Arabia Saudí e Irán arbitrada por China”. También se ha oído una intermediación de EEUU con Marruecos para reconocer el Estado hebreo a cambio del reconocimiento del Sahara como autonomía perteneciente al reino alauí. Y de rebote el cambio drástico de la postura de España en el contencioso sin que el presidente Sánchez diera ninguna explicación convincente.
Este libro lo guardaré en un sitio a mano para posteriores consultas. Me será muy útil.
Isla Cristina. 17 al 23 de septiembre de 2024.
Me gusta veranear en sitios donde vive la gente todo el año. No me gustan por tanto esos sitios creados sólo para veranear. En Isla Cristina viven varios miles de onubenses dedicados al campo y al mar, a la hostelería y a sobrevivir. En una pared encalada había una frase que decía: Asociación de ex alcohólicos y ex toxicómanos de Isla Cristina. Estaba muy concurrido, como celebrando algo en seco. Hemos comido pescado cada día a precios que en Madrid daría para una seca hamburguesa, si eso. Todo con buena cerveza y vino de allí llamado del Condado.
Una mañana la dedicamos a visitar la casa natal y la casa museo de Juan Ramón Jiménez en Moguer. Éramos los únicos. Nos atendieron con entusiasmo e intercambiamos pareceres y saberes, algunas veces rectificados por equivocados. Y ya en la primera sala la lágrima a punto de caramelo: Habla un cartel de Purificación, la madre del poeta y… “Cuando Juan Ramón va a morir la llamaba insistentemente”. Toda una vida de amor y aventuras, de viajes y sin sabores y lo que más anhelaba era a su madre. Y no bajó la congoja viendo los zapatitos de casada de Zenobia, los papeles y papeles del poeta armados en paquetes repartidos por los armarios. Y el traje tan estrecho del novio, y su mesa de trabajo y el establo coqueto donde vivía Platero. Y esa misma tarde de aquel día visitamos el monasterio de la Rábida donde se escribieron tantas páginas de historia. Colón y sus aventuras para llegar a América y las tres carabelas que eran dos, que la otra, nos dijo el guía, era una nao. Y de dónde viene carajo. Vete al carajo es mandar a alguien al carajo del palo mayor castigado por ser desobediente en el mar que nada más por eso, por ser en el mar, se es más rebelde. También nos enseñó lo de “viva la Virgen” que era lo que decía siempre el escaqueao cuando lo buscaban para trabajar: siempre lo pillaban rezando: viva la virgen. De ahí los vivalavirgen que abarrotan el mundo. El guía daba la impresión de repetir las mismas frases, los mismos dichos, los mismos chistes, y sin embargo con qué alegría le dimos la generosa “voluntad”. También nos habló de la coca. Nos asustamos viendo las latitudes pero no, era una tarta típica de Isla. Nos sentamos en una pastelería al día siguiente en el centro del pueblo y pedimos una ración. Aparentemente un bizcocho más. Pero cuando nos metimos el primer trozo en la boca nos miramos sorprendidos: una mezcla de almendra, cabello de ángel, canela y limón, tierno y esponjoso como un pionono segoviano pero no tan dulzón. Sin el guía no lo habríamos sabido. Otra de las “casualidades” de las que hablamos en Sevilla con Sap y señora, Carmela y señora propia.
También visitamos la ciudad de Tavira con su imponente río Gilao, que tiene otro nombre mientras llega por el Algarve, Séqua. Muy animado por estar en fiestas, lleno de turistas maduritos. Se nota que faltaba el jolgorio y el escándalo de la juventud. Y uno lo agradecía.
Y después de días con grandes paseos por esas playas interminables, café (con coca) mientras leía el libro de turno llegamos a Sevilla donde habíamos quedado con Sap para darle esos dos libritos que no tenía. Aunque ya lo sabía le recordé que soy una persona que ni presta y menos que da sus libros. Y precisamente una amiga me lo recordaba: Herminio, tu eres un cagado. Tienes un tremendo miedo a la muerte. Porque habíamos coincidido en que quienes atesoran cosas suelen ser personas temerosas de la muerte, y puede que tengan razón. Pero yo me defendí: “Precisamente me has pillado preparando dos libritos que le voy a regalar a un amigo”. En cualquier caso pasamos unas horas estupendas en buena compañía. Las historias que salen de la realidad son más divertidas que la ficción. Y sin embargo, coincidimos, necesitamos una ración diaria de ésta. Con la historia del hermano de Sap en la Habana me reí y asombré sobremanera. Todos estamos sometidos a la ley implacable de las casualidades.
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