martes, 12 de marzo de 2019

GERARD BRENAN. LA FAZ DE ESPAÑA.



  La faz de España, un delicioso libro de viajes por la España de 1949, del gran Geraldo Brenan. Eso sí que era hambre, miseria. Ahí no había tiempo para depresiones ni reivindicaciones, se gastaron todas durante la guerra; era todo un mundo de pura supervivencia.
  Hay algo en este tipo de autores británicos que me apasiona: su punto de vista en la observación. Son personas a las que les gusta hablar con cualquiera, se ésta importante o humilde, como Leigh Fermor o Graves u Orwell. Puede escribir un detalle banal o una disquisición histórica de varios siglos de antigüedad. Por ejemplo en Extremadura dice que en un pueblo, cruzando un puente romano vio un carro que llevaba encima a tres jóvenes mujeres que reían y lo miraban: nunca, dice, pudo olvidar aquella escena. Eso es grandioso.
  También te puede analizar un detalle técnico: “El arte barroco, como ha dicho Werner Weisbach en su admirable libro sobre él, es el arte de la propaganda. La Iglesia ya no era universal y había perdido mucha de su anterior confianza en sí misma: Sin embargo seguía sintiendo la necesidad de excitar, impresionar, desconcertar y abrumar a la gente”.
  A Brenan le gustaba España y los españoles. Nos perdonaba nuestros defectos y ensalzaba las grandes virtudes también. Y hay algo que también me gusta de él porque son cosas que también me gustan a mí: caminar, pasear, observar. Desde que llegó a aquel pueblo de la Alpujarra se le vio dar grandes caminatas por toda la montaña, hablar con las gentes del pueblo, con visitas que recibía de su país, sus amigos del grupo de aquel barrio de Londres.
  Una nota del libro en cuanto a nuestro sentimiento religioso. Ojo! Y nos quería con locura!!:
  “Los íberos carecían de imaginación para crear mitos, y sus dioses eran tan vagos y carentes de rasgos distintivos como los de los romanos. Los españoles han heredado su vaciedad mental, porque sus santos y Vírgenes son los más insulsos de Europa –criaturas torpes y larvarias a las que nunca les crecen las alas-, y la única doctrina teológica que han desarrollado y hecho suya es la de la Inmaculada Concepción. La Religión en España, excepto durante el breve período de los místicos carmelitas, ha sido un asunto de ritual y observancia, cargado de tabúes y sin buscar nunca una expresión ni intelectual ni imaginativa”.

Este libro lo encontré en el Campillo del Nuevo Mundo el día de Reyes de este año. Dos euros. Editorial Plaza y Janés, año de edición: 1985. Y lo acabo de ver que lo venden en Amazón a partir de 79 euros. Quizá sea el nicho de un negocio futuro, o, ¿trabajan ahí los algoritmos sabiendo la calidad y la escasez de determinados libros? ¿Quién sabe? En cualquier caso me ha procurado un gran placer por lo que vale un café con leche y no más de un churro.

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