martes, 24 de diciembre de 2024

JUAN SOTO IVARS. NADIE SE VA A REIR.


 

  Sigo a este periodista y escritor desde hace tiempo. Tiene un pensamiento crítico y original sobre la política y la sociedad de nuestro tiempo. Y me gusta cuando habla de libros y de autores en los programas a los que se le invita. Además de tener un hermano que toca la guitarra flamenca con verdadero talento.

  Este libro trata sobre un proceso judicial de un tipo que monta una web para ofrecer un supuesto tour en Pamplona sobre el itinerario de La Manada, los cinco violadores o agresores o violentos (hay para todos los gustos y paladares) hasta el portal donde se produjo el hecho.

  Esta broma o sarcasmo o versión le costó sus relaciones de pareja, su trabajo y un sufrimiento importante. Se había atrevido a poner un espejo delante de los medios. Estos mostraron hasta el hartazgo cada molécula del asunto y nadie les pidió cuenta por ello. A Anónimo García, sí.

  Describe sus antecedentes históricos. Entre ellos a Duchamp: “Les arrojé a la cabeza un urinario como provocación y ahora resulta que admiran su belleza”. Y Juan añade: “Esto es porque la buena provocación es un lenguaje complejo y rico, mientras que la ofensa es siempre un lenguaje literal”.

  Cuando lo están juzgando: ·Vaya… los que montan un circo mediático en torno a un caso de violación se indignan porque otros hagan lo mismo. A lo mejor se sienten responsables”.   

  Saca los colores al politiqueo actual en gran parte del mundo occidental. “En el siglo XXI la realidad ni imita a la ficción, sino al chiste”.

  Como en la poesía, Anónimo quiso emparejar dos conceptos que nunca habían estado casados. El primero que relacionó a la mujer con una rosa, etc. Aquí, en una manifestación feminista en el centro de Madrid relacionó la lucha feminista con la bandera de España. Le rompieron la cara.

  Su colofón, para enmarcar: “El caso de la Manada fue manoseado sin pudor por la casta sensacionalista sin que nadie fuera castigado por ello, porque lo hicieron en forma de rito del horror, entre grandes aspavientos: una suerte de ceremonial que desactivaba lo intocable para ellos y les permitía lucrarse con el caso sin recibir la reprobación social”.

  Se hizo una obra de teatro donde una actriz gritaba sin parar mientras cinco orangutanes la acosaban sin cesar. “El público quedaba conmovido, horrorizado y también complacido. La obra de teatro ganó todos los premios, privados y públicos, recibió críticas positivas y se programó con gran éxito”. La Jauría.

  Yo, con Juan Soto.

jueves, 19 de diciembre de 2024

LA SEGUNDA REPUBLICA ESPAÑOLA. JOSEP PLA.


 

  Uno de los volúmenes más voluminosos de los que me llevé de Argüelles. Más de 1800 páginas. Ediciones Destino. Tres semanas de lectura. Diarios de la República. Crónicas, artículos periodísticos. Prólogo de Valentí Puig.

  “Pla ve en el cansancio que la opinión pública siente por el parlamentarismo y los vicios del método democrático uno de los orígenes comunes del fascismo y del nacionalsocialismo, dos movimientos que también tienen en común una manifiesta francofobia”. Pla viviría hoy también  en la fachosfera. En la II República también hubo censura, bien lo supo el propio Pla. “El señor Azaña y sus amigos creen que, por el hecho de no gobernar ellos, ya no existe la República”.

  “Pla ve en el episodio de la cuenca minera asturiana una experiencia de guerra civil, consecuencia de tre años de política de soliviantación”.

  Los artículos se leen bien. Pla siempre le da ese tono tan irónico, tan personal. Lo malo es que, como me pasa a mí, estás demasiados días en la misma cuestión. Pero siempre se ha encontrado un objetivo de llegar a periodos interesantes: unas elecciones, Casas Viejas, octubre del 34, tan parecido al prolegómeno de una Guerra Civil. En una revolución alguien siempre es desbordado por otro alguien: Danton desbordado por Roberpierre y Marat… etc.

  Del prólogo de Puig: “La Primera República española originó la tercera guerra carlista. La Segunda República originó la guerra civil de este siglo. Las Cortes del Frente Popular crearon un bando de la guerra civil. El asesinato de Calvo Sotelo fue la chispa que creó el bando contrario. Y así se armó la guerra civil. Época abyecta, inútil, típicamente española, pura e impresionante miseria".

  “El empirismo es la única solución posible”. Pla se queja de las inconcreciones, de los teóricos, de los filósofos como Ortega que analizan sin llegar nunca a la cuestión del detalle. Ya en las primeras horas del 14 de abril reflexiona que “36 horas de griterío sólo las resiste nuestro temperamento meridional”. En algún momento la gente ha de ponerse a trabajar.

“Día de la Raza, entraron los moros en esta antigua y tradicional provincia –patria de Don Pelayo- para solucionar los problemas del país. La paradoja es enorme, evidente, y el hecho tiene un aspecto simbólico muy curioso. Pero, en fin, no hay que apurarse. Si persistimos en los procedimientos y en el espíritu de la Península en estos últimos tres años y medio, otras cosas veremos, si vivimos”. Esto pensaba Pla en Asturias. A la salida fue detenido en un cuartel para revisión de la documentación. Salió con las manos en la cabeza: cientos de heridos en camillas llenas de sangre, esposados, dando alaridos. Una niña rubia “guapa como un sol, con un pulmón atravesado”.

  Hay un libro que explica bien los antecedentes de la Guerra Civil. Muchas veces he hablado de él: Gerardito Brenan y su Laberinto español. Porque todo el rato hay que ir tirando para atrás: la pérdida de las colonias, la Semana Trágica de Barcelona, el Desastre de Annual, el caciquismo, la miseria, el analfabetismo, la Iglesia, las ideas revolucionarias rusas que se intentaban establecer en el mundo, el fascismo que surgió para combatirlo, en el otro extremo… las transformaciones sangrantes del ejército que tanto los humilló, la expulsión de los jesuitas, la reforma agraria que tantas frustraciones tuvo…. Las cosas se hicieron mal. Hubo cosas buenas, la Institución Libre de Enseñanza, el acceso de las mujeres a la sociedad (recordemos que muchas mujeres no querían el voto femenino porque pensaban que estaría influido por el marido, el padre, el cura, etc), cierto, pero todo se hacía a la tremenda. Los movimientos sindicales y anarquistas de una violencia feroz, la violencia en todas partes para resolver cualquier problema. En Asturias prácticamente toda la guarnición de Guardias Civiles fue asesinada por los mineros.

  Uno de los motivos por  los que se lio parda en Cataluña fue porque la Generalitat quiso firmar una ley de Cultivos y el Tribunal de Garantías la echó para atrás. La mayoría parlamentaria hizo otro retorcimiento y votó a favor de una ley que no contaba lógicamente con todas las “garantías”. Resultado: follón en todas partes. Ocupación de tierras, envío de la guardia Civil, enfrentamientos armados.

 

  Leyendo a Pla sobre la II República no puedo estar más en desacuerdo con eso de que la Guerra empezó el 14 de abril. Fue una tormenta perfecta. Una Dana política que lo inundó todo de barro, sangre y violencia. ¿Que se quiere pensar que todo era maravilloso y democrático y vino un señor muy malo a joderlo todo? Pues es muy respetable pero indica que se ha profundizado poco en el asunto. O que se ha profundizado siempre en el mismo pantano.

 

 

El otro día en un Centro Comercial. He tenido en las manos uno de la hispanista sueca Inger Enkvist sobre la II República que me ocupa estas últimas semanas del año. “El Naufragio de la II República”. El subtítulo apuntaba maneras: “Una democracia sin demócratas”.

  No he querido comprar el de la sueca porque pienso que me lo leería en dos patadas y que sería un resumen resumido de esto de Pla, tan en plan entomólogo. He leído no obstante la contraportada y, sí, me da un apoyo a la idea que yo me había hecho.

“La Segunda República fue un periodo lleno de esperanzas que acabó decepcionando a todo el mundo. El sistema que se proclamó en abril de 1931 no trajo a España convivencia democrática y paz social, sino, al contrario, resultó en caos político y en fractura social. ¿Cuáles fueron las decisiones políticas que encaminaron España, en solo cinco años y tres meses, desde el optimismo hasta la devastación? Atrapada entre la mitificación de unos y la demonización de los otros, la Segunda República es en realidad una gran desconocida repleta de interrogantes. Este periodo estaba esperando una crítica como esta: libre de tópicos y de sectarismo y redactada de manera clara. Inger Enkvist ofrece una revisión crítica de aquellos años cruciales que derivaron en desastre para desnudar un sistema donde faltaron tanto los demócratas como los republicanos. La violencia callejera, las manipulaciones electorales y el odio político mataron una República que terminó por naufragar, llevándose las ilusiones de los españoles y condenando al país a la Guerra Civil”.

 

  Recordemos que la República se adviene después de unas elecciones municipales. El rey no abdica: le dicen que su seguridad no puede verse garantizada y le dan unas horas para abandonar el país. Antes de un mes arden iglesias y conventos. En dos meses hay leyes laicas y Azaña emprende decretos de guillotina sobre el ejército. En tres meses hay huelgas en diversos sectores. En diciembre del 31 hay una nueva Constitución. El primer día del 32 asesinan a miembros de la Guardia Civil en Castilblanco. Choque de obreros en Logroño con la los mismos. Ley del Divorcio. Ley de Orden Público. Estatuto de Cataluña. Sublevaciones militares, Sanjurjo. Motines anarquistas en Cataluña y el desastre de Casas Viejas. Quema de cosechas en Extremadura. Fundación de Falange española por José Antonio Primo de Rivera. En el 34 sublevación de Catalña y Asturias. Estado de Guerra. Sangre y fuego. Febrero del 36, victoria del Frente Popular. Amnistías de presos políticos. Falange ilegal, detención de José Antonio. 12 de julio, asesinato del Teniente Castillo. 13 de julio asesinato de Calvo Sotelo. 17 al 20 de julio Pronunciamiento en Marruecos y la Península. Resumen resumido de la historia de una crónica de muerte anunciada.

  No olvidaré nunca esta lectura tan intensa, tan Pla.

 

Un poema:

 

Se han leído a distintos historiadores,

Rojos y azules, retirados y en activo

Con puntos diversos del asunto

Pero con una conclusión rotunda:

Fue un desastre puro y colectivo.

 

  Es muy sano y adecuado seguir pensando

que en la Segunda República y en la Guerra

había dos bandos, como en las malas películas del oeste,

que estaban, los negros con el sombrero negro y

los blancos con el sombrero blanco.

lunes, 2 de diciembre de 2024

PACO CERDÁ. 14 DE ABRIL.

   Este año parece ser que va a ser mi año de la República. Varios libros en torno a los cinco años previos a la Guerra Civil. El que leo estas semanas me tomará hasta fin de año, el mastodóntico de Josep Pla, la crónica de la Segunda República Española. Cinco años, mil ochocientas páginas donde desfilan los cientos de artículos que el joven Pla escribió en periódicos cada vez más pesimistas. También será el año en el que he conocido al joven escritor Cerdá después de su Presente. Me gustó eso de que es un escritor de no ficción. Muchas veces la no ficción es mucho más increíble, más absorbente, más divertido en términos lectores, que la ficción.

  La República fue una máquina extraordinaria de crear frustración: en la economía, en el reparto de las tierras, en las relaciones con la Iglesia, en la autoridad, en la falta de seguridad.

  “Es absolutamente necesario reconocer que bajo ningún techo político podremos cobijarnos. Nuestras aspiraciones de igualdad en todos los aspectos no las encontraremos jamás en las monarquías, pero en las repúblicas tampoco. Únicamente la anarquía, el comunismo libertario, puede dar cumplida satisfacción a los justos anhelos del proletariado a los indispensables e inalienables derechos del pueblo, que hasta ahora le han sido negados”.

  “El conde de Romanones intenta negociar. Lo ha hecho toda su vida: con la mano derecha la intriga, con la izquierda el acuerdo. Su ideología ha sido su interés. Su cinismo cabe en una de sus frases: Al decir jamás, me refiero al momento presente”.

  “Del sentimiento trágico de la vida que hoy suena a profecía: Es libre no el que se sacude de la ley, sino el que se adueña de ella. Hoy Salamanca se ha adueñado de la ley; el maestro también. Su destierro ha terminado. La pluma ha vencido”. Unamuno.

  “La inmensa masa de la población española no se ha pronunciado por la república democrática de Alcala-Zamora o por el socialismo reformista de Largo Caballero, escribe: La masa ha votado contra la monarquía podrida y desacreditada”. Paradoja que el lo rural ganara la opción monárquica y que fuera en lo rural donde comenzaron las más sangrientas revueltas.

  “…todo el poder para los sóviets. Tienen una imagen incrustada en la cabeza: quitar la bandera monárquica de la casa de los Borbones y sustituirla por la enseña roja, la hoz y martillo en lo alto del palacio”. En la República todo el mundo quería subir su bandera a la azotea.

  Me ha encantado. Hay que seguir leyendo, hay que seguir para lo que sea a Paco Cerdá.

 

viernes, 29 de noviembre de 2024

WENCESLAO FERNÁNDEZ FLOREZ. EL TERROR ROJO.

 

  Desde que salió tuve interés en comprar este libro. El título, terrorífico, la ilustración de la portada, tétrica. Y el autor, qué sabía yo del autor…, que había escrito El bosque animado y que Alfredo Landa era el protagonista, que Trapiello le dejaba un retrato jugoso de él en sus Armas y las letras. Ediciones 98. 185 páginas (inéditas hasta ahora, dicen) y 19 eurazos.

  Durante muchos años se ha mitificado a la Segunda República. Pero aquello fue un experimento con gaseosa encima de un volcán. En menos de un mes ardían un montón de iglesias y cadáveres aparecían cada mañana. Revoluciones en la tierra y debajo de ella, en las minas.

  Este libro lo editó en Portugal en el año 38. Él padeció de primera mano el terror desatado en el Madrid sitiado. La ley dio paso a la arbitrariedad más cruel. Tener gafas redondas y no tener callos en las manos te podía condenar a muerte. Muchas de las personas se refugiaron, como él, en diversas embajadas protegidos por diplomáticos espantados del odio que se respiraba en las calles. “La comparación más exacta es la de una embarcación que navega hacia una catarata”.

  “Tuve por seguro que la paz solo es un periodo de descanso que se conceden los hombres cuando la tarea habitual de matar les fatiga”.

 Habla del criminal García Atadell al que tantas veces he encontrado en las páginas de ese periodo. No mataba a sus contrincantes por ser ricos, los querían sustituir. “Un ladrón, en fin, no es más que un burgués impaciente”. Murió al garrote vil en Sevilla cuando huía a América con un botín pesado y valioso.

  “entre cierta categoría de gente, una ofensa puede ser olvidada, pero un favor no se perdona nunca”.

  Se preguntaba a sí mismo Wenceslao “si, en verdad, podría volver a encontrar alguna vez en mi corazón la fe suficiente para estimar de nuevo a los hombres”.

  Un repaso el que pega a algunos de los más firmes protagonistas del desastre: a Largo Caballero: “Personaje frío, inculto, tenaz y autocrático que se llamaba Largo Caballero.

  Caballero, cediendo a los impulsos de su carácter, absorbente, inexorable, intransigente y tiránico, juzgaba que el partido era él, la guerra era él. España era él y el mundo era él”.

  En la Transición, durante décadas se ha creado como decía el mito de la República. Todo era maravilloso y exacto hasta que vino el malvado Franco. Y él lo avisa en un párrafo rotundo: “Cuando nosotros desaparezcamos, los que vivimos esta verdad tremenda, las generaciones que lleguen después reputarán estos hechos –lamentablemente exactísimos- como exageraciones de un partidismo inflamado”.

lunes, 25 de noviembre de 2024

TANIZAKI. EL ELOGIO DE LA SOMBRA.


 

  En este librito del que tantas veces oí hablar se compara el brillo de occidente, lo bruñido, el oropel, la luz, el reflejo, con lo amortiguado en oriente, lo suave, la sombra.

  Otro ejemplar sacado de la casa de Moncloa. Me dio una alegría inmensa cuando lo vi en la sección de oriente. También me llevé la novela china Sueños en el Pabellón Rojo, un novelón de más de mil páginas. Este, de 1933, tiene 95 páginas en pequeño formato. Editorial Siruela. Las páginas de todos estos libros siguen oliendo a tabaco rancio pero no me importa.

   El anterior dueño tiene un párrafo subrayado: “nuestros antepasados, obligados a residir, lo quisieran o no, en viviendas oscuras, descubrieron un día lo bello en el seno de la sombra y no tardaron en utilizar la sombra para obtener efectos estéticos”. Yo también lo hubiera hecho. También subrayé éste y ninguno más: “nosotros los orientales creamos belleza haciendo nacer sombras en lugares que en sí mismos son insignificantes”.

  Dentro un billete de metro. Año 1994. Un “sencillo” con las letras algo deslucidas, en sombra.

jueves, 21 de noviembre de 2024

KARL MARX. FRANCIS WHEEN.


 

  Entre los ejemplares de la colección de quiosco que había en la librería del BookCenter estaba esta biografía de Marx. La había tenido algunas veces en mis manos pero no me decidía, hasta que un día, visto el éxito obtenido con las otras, Marañón, Azaña, Buñuel… quise saber más sobre Marx y el marxismo. Quizá ahora que termino su lectura sepa más, pero me sigue quedando el asombro de que haya sido una de las figuras más importantes del siglo XIX y del XX, donde en su nombre se mataron varios millones de personas. Pero claro, en su Manifiesto Comunista había miga: “Las clases dominantes pueden temblar ante una revolución comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella más que las cadenas”. El autor, pícaro él, aclara: “Las únicas cadenas que atan a las clases obreras en la actualidad son las de las imitaciones de los relojes Rólex”.

  La figura histórica de Marx es un poco patética. Pasó la mayor parte de su vida aquejado de todo tipo de molestias físicas. Furúnculos, dolor de muelas, hígado, broncas tabernarias… ese es el ejemplo de gran parte de la izquierda en el mundo. Eso sí, encandiló a muchos de los que lo conocieron, quizá deslumbrados por su físico de león de pelo negro y sus dotes para hablar. Como decía su amigo Auerbach: “reúne en su persona el máximo rigor filosófico con el ingenio más mordaz”. Y lo comparaba con Voltaire, Rousseou y Heine, entre otros.

  En un momento dado salió la figura de Proudhon, un anarquista libertario por el que fui crucificado al relacionarlo con el alemán. Sólo quise resaltar que ambos renegaban de la propiedad privada. Alguien me afeó el que así fuera porque después se arrepintió el francés. Pero es que su libro más famoso ¿Qué es la propiedad? deja pocas cosas a la imaginación: “la propiedad es un robo”.

  Y un anhelo peligroso: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. El querer implantar las sociedades perfectas ha ocasionado al hombre todos los peores males que es capaz de soportar.

  Una anotación importante. El comunismo es tratado por el autor casi como una religión. Y se pretendía enseñar como un catecismo: “Eres comunista? Sí. ¿Cuál es el objetivo del comunismo? Organizar la sociedad de tal modo que todos sus miembros puedan desarrollar y utilizar sus capacidades sin infringir por ellos las condiciones de partida de esa sociedad. Cómo quieres lograr este objetivo? Mediante la abolición de la propiedad privada y su sustitución por la propiedad comunitaria”. En eso, nadie me lo negará, coincide con Proudhon.

  Leyendo el libro inédito de Wenceslao Fernández Florez, El terror rojo, se ve que todas estas cosas llegaron un siglo después a las mentes de millones de ciudadanos frustrados y primarios.

No sabía nada de Proudhon, o apenas me sonaba su nombre, tampoco sabía nada de Wilhem Weitling, que se hubiera sentido a gusto entre “los  predicadores milenaristas itinerantes de la clase Media o entre las sectas comunistas que florecieron en la época de la guerra civil inglesa”. Son tremendas las lagunas de conocimiento que uno comprueba cuanto más lee. Una idea de este Weitling “Los criminales son producto del orden actual de la sociedad, y bajo el comunismo dejarían de ser criminales”. Me suena de algo de nuestra actualidad política.

    Todo es tremendamente contradictorio y es verdad que los humanos tendemos siempre a encasillar a los otros. Necesitamos crear cajitas para meter en cada una de ellas a sus personas por colores. Es verdad que Marx habló bien alguna vez de la burguesía (y sus propiedades) pero como un periodo ya superado de la historia. También apreciaba el cristianismo, o al menos “podemos perdonar muchas cosas del cristianismo porque nos enseñó el culto al niño”. Bonito.

  Solo dos veces intentó trabajar en Londres: como vendedor de una laca milagrosa y como administrativo del Ferrocarril. En ambas no lo admitieron. Su caligrafía debía ser infernal.

  Bueno, misión cumplida. Ahora se un poco más de historia de la filosofía política, un poco más de qué es la izquierda, un poco más de qué es el marxismo.