jueves, 10 de marzo de 2011

Rodrigo Lira


Este poeta Chileno no publicó nada en vida, aunque participó en diversas revistas y periódicos de la universidad. Si lo hubiera tenido, habría disfrutado de estos foros, seguro.
Comenzó muchos estudios y no acabó ninguno.
Siempre he pensado que una de las peores cosas que le puede ocurrir a un ser humano es no tener las cosas claras. Aparte de no tener las cosas claras, era también esquizofrénico y estuvo temporadas en un psiquiátrico.
Sus amigos, tres años después de su muerte, reunieron su poesía y publicaron “Proyecto de Obras Completas”.

Nació Santiago el 26 de diciembre de 1949.
En 1981, se corta las venas, ¡¡el veintiséis de diciembre!!, de 1981, a la edad de treinta y dos años.

jueves, 3 de marzo de 2011

03mar11

Yo creo que la naturaleza va preparando al hombre para la muerte. Toda persona se va despidiendo un poco de las cosas desde que nace. Nos echan del útero, nos destetan –no leer detestan-, nos expulsan, en su caso, del paraíso de la niñez. Abandonamos la juventud sorprendidos de saber que, efectivamente, la cosa iba en serio. Vemos como nuestros coetáneos, en la edad avanzada, se van despidiendo de este mundo y nos vamos quedando solos en uno que poco a poco se va convirtiendo en algo extraño.

En El libro de los muertos, Canetti decía que le era intolerable morir. “Desde hace muchos años nada me ha inquietado ni colmado tanto como el pensamiento de la muerte”

Llevamos dentro el instinto de la muerte y el instinto de la reproducción. El sexo y la muerte. ¿Quién no piensa cada día alguna vez en el sexo y en la muerte?

lunes, 21 de febrero de 2011

Richard Barham Middleton


Richard Barham Middleton nació en octubre de 1882. Fue lo que se llama un escritor maldito, bohemio, romántico. Hace poco leí algunos de sus relatos. Tristes. De días grises y noches lúgubres. En ellos a menudo aparecen niños abrumados y enfrentados a un mundo hostil. Me ha conmovido especialmente uno; “Un drama de la niñez” en el que la llegada de una enfermedad es recibida con gran alivio porque así puede librarse de ir a la escuela y dejar de sufrir tormentos para su temperamento sensible. Cuántos no habremos implorado que la temperatura del termómetro subiera unos grados para depararnos un día de hogar entre mantas calientes... De todas formas, el cuento que suele formar parte de antologías es “El Buque Fantasma”. Un delirio de relato, pero tan bien escrito que se vuelve claro y transparente como una pesadilla febril.

Hay también un par de relatos suculentos que podrían calificarse como meta-literatura. Todo lo que conlleva el proceso de la creación, la publicación y la venta de un escrito.

Malvivía con lo poco que lograba vender a pequeñas revistas. Si se hubiera esperado un poco quizá hubiera conocido las mieles del éxito pues fue ensalzado, entre otros, por Arthur Machen.

Decidió no obstante poner fin a su vida el mes de diciembre de 1911. Tenía 29 años.

jueves, 17 de febrero de 2011

Ana Karenina


Acabo de terminar de leer Ana Karenina. Esta novela de Tolstoi es un novelón de los de antes, es decir, un libro escrito para personas que apenas tenían entretenimientos y vivían pendientes de unos personajes durante semanas. También es una novela que de alguna manera moraliza para marcar un camino, el camino de la perdición en el caso de la señora Karenin y el camino de Kitti, la mujer virtuosa. Una novela quizá escrita para contradecir aquella obra de arte que era “Los infortunios de la virtud” de Sade, donde la hermana amante de los vicios y las depravaciones parece tener infinita más suerte que su hermana, la honesta y recatada Justine.

Antes de decidirme por mi ejemplar de Ana Karenina leí el comienzo de todas las versiones que atiborraba el estante de la librería. Algunas traducciones son sencillamente denunciables. Si alguien no quiere leer el libro –que recomiendo, cómo no- pero quiere meterse en una conversación sobre él, tendría que saberse 2 frasecitas: La primera frase, que es una declaración de intenciones: "Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada”. Y la otra, cerca del final del libro: "No hay situación a la que un hombre no se acostumbre, especialmente si todos los que le rodean lo soportan como él. Ana Karenina es una especie de Madam Bovary con un poco más de recorrido.

sábado, 5 de febrero de 2011

Hunter S. Thompson (1937-2005)


Hunter S. Thompson escribió Miedo y asco en las Vegas. Mucho más tarde se convertiría en película. Fue quien creó el periodismo “gonzo”. Es decir, periodismo subjetivo regado con alcohol y aromatizado con el vapor de todo tipo de drogas, donde el narrador es el protagonista. Fue un auténtico delincuente juvenil donde robó y probó todo lo que pudo. Estuvo preso. Por cierto, también deberían detener inmediatamente al director de la película.

Todo esto de su estilo al escribir vino motivado por un reportaje que debía entregar sobre unas carreras de caballos en las Vegas. Se conoce que junto con su fotógrafo se corrieron una juerga que ya quisieran la “Britney Spears y la Hilton”. El caso es que debido a su lamentable estado no pudo entregar su artículo y lo escribió con trocitos de recuerdos. Antes de darse por despedido, su artículo fue todo un bombazo.

En los últimos meses habló de suicidarse.

Fue director de nacional de la revista Rolling Stone.

Esta nota fue escrita dos días antes de su fallecimiento: “No habrá más juegos. No habrá más bombas. Ya no andaré más. Ya no habrá más alegrías. Ya no nadaré. 67. Eso es diecisiete años después de los cincuenta. Diecisiete más de los que necesitaba o quería. Aburrido. Siempre he sido enojón. No hay alegría. Para nadie. 67. Te estás volviendo avaricioso. Actúa tu vejez. Relájate. Esto no va a doler”.

"Él quería irse mientras estuviera en su mejor momento”. Dijo su mujer; mucho más joven que él. Se suicidó de un disparo mientras hablaba con ella por teléfono. Tenía, ya se ha dicho, 67 años. Pero habló también de los 50, la edad fatídica.

viernes, 28 de enero de 2011

Encogimiento

A veces, en la tierra sedienta de África caen mantas de agua que hace que todo se inunde. Resurgen flores y plantas que parecían muertas. Renacen larvas que llevaban sepultadas años. La corriente del agua arrastra millones de peces y del interior salen a respirar millones de insectos que atraen a millones de aves. Todo el paisaje hasta el horizonte se vuelve verde, mullido de vida. Los animales acuden de todas partes al festín. Todos chapotean en un prado inmenso de actividad por la supervivencia.

Pero un día, de pronto, la temperatura sube un poco más. El sol abrasa y el agua se va evaporando poco a poco, durante meses. Las zonas húmedas se van empequeñeciendo. Cada vez hay más animales en menos espacio. La poca agua que va quedando está sucia, espesa de barro, peligrosa por los cocodrilos y las fieras que deambulan por las orillas, y aun así cada animal arriesga su vida para poder beber, así es el poder de la sed.

En pocos días todo es un mar de barro casi seco, resquebrajado. Muchos animales se han dado cuenta hace mucho y se han ido. Otros, hundidos, se dejan las últimas energías para salir sin que logren nada más que hundirse un poco más. Unos pocos, los más valientes, se hacen dueños de la charca. Están al acecho de los que se aproximan enloquecidos por la sed, y cuando están en distancia, se los comen.

El mundo, el estado del bienestar, se está encogiendo. Si esto sigue así pronto no quedará más que una charca cuidada por cocodrilos rodeados de guardaespaldas.